La policía presenta ante la prensa a los hombres a los que identifican como los atacantes del día anterior en el canal TC Televisión, en el cuartel modelo de la policía en Guayaquil, ayer.(AP FOTO/CÉSAR MUÑOZ)
AGENCIA AFPQuito, Ecuador
Calles desoladas, negocios cerrados y el centro de Quito militarizado.
Un Ecuador sumido en "estado de guerra" enfrentó este miércoles por
tercer día al poder del narco bajo un clima de pánico y hartazgo.
"(Hoy siento) un poco de rabia, temor fue ayer", dice a la AFP
Fernando Escobar, dueño de una cafetería en la capital ecuatoriana.
Desde el domingo las numerosas bandas criminales y narcotraficantes han
exhibido su fuerza en represalia por los planes del presidente Daniel Noboa de
doblegarlos con mano de hierro: más de un centenar de policías y personal
penitenciario retenido por presos, agresiones a periodistas y un sinnúmero de
ataques armados que han dejado 14 muertos.
"Estamos en un estado de guerra y no podemos ceder ante estos
grupos terroristas", dijo el mandatario a radio Canela, tras declarar el
martes a la nación en "conflicto armado interno".
Decenas de militares custodian la sede presidencial en el centro de
Quito, mientras en el norte el parque de La Carolina, uno de los más grandes de
la ciudad de casi tres millones de habitantes, está vacío sin sus habituales
deportistas.
Pocos autos circulan en las avenidas de la capital y Guayaquil
(suroeste), la ciudad portuaria que en los últimos años se convirtió en
epicentro del tráfico de drogas hacia Estados Unidos y Europa.
La ofensiva de las organizaciones criminales, vinculadas a carteles de
México y Colombia, incluyó el martes una inusual y espectacular irrupción
registrada en vivo y en directo. Hombres armados con fusiles y granadas tomaron
un canal de televisión pública durante el noticiero del mediodía, amenazaron a
periodistas y lesionaros a dos trabajadores. No hubo muertos y varios
responsables fueron detenidos.
El ataque en Guayaquil a la sede del canal TC Televisión aumentó el
pánico en la población, que abandonó rápidamente las calles para refugiarse en
sus casas.
"El susto que pasamos ayer fue tenaz (...) Hoy no estamos seguros,
cualquier cosa puede pasar", dice Luis Chiliguano, un vigilante de 53 años
que prefiere "esconderse" antes de enfrentar "a la delincuencia
que está mejor armada".
- "Huevos de avestruz" -
Por su ubicación estratégica y dolarización de la economía, Ecuador se
ha convertido en un bastión del narcotráfico.
Ante la nueva ola de violencia, Noboa anunció una guerra frontal contra
una veintena de organizaciones que suman unos 20.000 miembros y les otorgó
estatus beligerante.
"Este
gobierno está tomando las acciones necesarias que en los últimos años nadie
quiso tomar. Y para eso se requieren huevos grandes, de avestruz, no huevos de
cartón", dijo el presidente de 36 años en su entrevista radial.
El terror se impuso tras la fuga de Adolfo Macías, alias
"Fito", jefe de la principal banda criminal del país conocida como
Los Choneros, que estaba recluido en una cárcel guayaquileña y fue detectada el
domingo.
Cientos de soldados y policías buscan al capo, mientras rige
un estado de excepción en todo el país, incluidas las penitenciarias, y un
toque de queda de seis horas, desde las 23H00 locales (04H00 GMT).
El martes escapó de prisión otro jefe criminal, Fabricio
Colón Pico, uno de los líderes de Los Lobos, acusado de secuestro y de
planificar el asesinato de la fiscal general.
Los presos se amotinaron y retuvieron a más de cien guardias
penitenciarios, de los cuales 41 ya fueron liberados.
Las autoridades han detenido a 329 "terroristas",
abatieron a otros cinco, y recapturaron a 28 presos fugados, informó el
comandante de las Fuerzas Armadas, Jaime Vela.
- Preocupación internacional -
Estados Unidos se dijo este miércoles dispuesto a
"lidiar con la violencia", aunque descartó un "apoyo
militar".
Perú declaró bajo estado de emergencia toda su frontera con
el país en crisis y Colombia militarizó su línea limítrofe.
Brasil, Colombia, Chile, Venezuela, República Dominicana,
España, la Unión Europea y la ONU rechazaron la arremetida. Francia y Rusia advirtieron
a sus ciudadanos que no viajen a Ecuador.
Ubicado entre Colombia y Perú, los mayores productores de
cocaína, Ecuador fue durante muchos años un país a salvo del narco, pero en los
últimos tiempos se ha transformado en un nuevo bastión del tráfico de droga con
bandas enfrentadas por el control del territorio, unidas en su guerra contra el
Estado.
El 2023 cerró con más de 7.800 homicidios y 220 toneladas de
droga incautadas, nuevos récords en la nación de 17 millones de habitantes.
Noboa llegó al poder en noviembre como el presidente más
joven en la historia de Ecuador para gobernar por 18 meses hasta completar el
mandato de cuatro años de su predecesor Guillermo Lasso.
El criminal Fito cumplía una pena de 34 años en la prisión
Regional de Guayaquil por delincuencia organizada, narcotráfico y asesinato.
Su figura obesa y de melena revuelta dio la vuelta al mundo
tras el asesinato en agosto del candidato presidencial Fernando Villavicencio,
quien lo había denunciado días antes por amenazas.
LA LABOR DEL SONIDISTA
De su lado, encerrado en su cabina de trabajo, en absoluta
oscuridad y escondido en posición fetal tras torres de equipos, el sonidista
del canal TC Televisión de Ecuador, cerró todos los micrófonos y evitó que el
grupo de encapuchados que irrumpió armado en la transmisión en vivo difundiera
su mensaje al aire.
Otro técnico subió el volumen de una melodía tétrica, que
acompañó el asalto, ante la frustración e ira de los perpetradores.
Miles de ecuatorianos presenciaron en vivo el asalto a TC televisión
la tarde del martes, cuando un grupo de encapuchados con armas largas, cortas y
explosivos irrumpió en el noticiero del mediodía. Los asaltantes iban y venían
profiriendo amenazas, golpeando a unos y apuntando a presentadores,
camarógrafos, técnicos y trabajadores de ese medio.
La situación se prolongó cerca de 20 minutos, al final de los
cuales llegaron equipos tácticos de la policía que lograron someter a los
asaltantes y poner fin a un episodio sin precedentes presenciado por miles de
absortos espectadores.
En diálogo con The Associated Press, Jhonny Murillo,
sonidista de ese canal, aseguró que los delincuentes tenían instrucciones
claras y querían controlar áreas técnicas para salir al aire, pero “puse seguro
a mi cabina, me puse en posición fetal, detrás de la cabina para que no me
encontraran".
Poco después los delincuentes lograron su cometido, rompieron
la puerta, y a empellones obligaron a otro técnico para que activara el sonido
al aire, pero en medio de los nervios y la confusión activó “el audio del
segmento de crónica roja: una música de tensión permanente, que siempre uso”,
destacó.
"Era como si se estuviera musicalizando en vivo una obra
dramática… Yo seguía escondido… Trataba de no respirar fuerte”, para evitar ser
descubierto. Relató que uno de los encapuchados llamó a alguien a quien
identificaban como La Firma y le preguntaba si los ven y los escuchan, lo que
aumentaba su ira y frustración. Poco después llegó la policía.
Tras este asalto el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa,
declaró que los grupos criminales serán considerados terroristas y que el país
ingresaba a un conflicto armado interno, en el cual las fuerzas armadas y la
policía podrán hacer uso de su capacidad armada atendiendo las convenciones
internacionales.
Fernando Bellido, jefe de Operaciones del mismo canal, uno de
los tres heridos en ese canal, relató a la AP que ha “vuelto a nacer, hoy día
siento que nací de nuevo".
En medio del ataque al aire se observó el repetido ataque a
Bellido por parte de varios encapuchados, lo golpeaban con saña en el rostro y
en el cuerpo, con las manos y a patadas, aparte de apuntarlo en repetidas
ocasiones.
"Lo físico se recupera de forma inmediata, pero el dolor
mental, las imágenes de esos delincuentes con armas apuntándonos y luego usándonos
como escudos humanos, quedará por mucho tiempo como algo que machaca la cabeza
y no deja dormir”, manifestó.
El único herido de bala del asalto a TC Televisión, Juan José
Vera, camarógrafo de estudio, y aún internado en el hospital, mediante llamada telefónica
dijo a la AP que “tengo miedo" y expresó que “estoy muy adolorido, me
cuesta hablar” y relató que uno de los delincuentes disparó al aire y una de
las balas rebotó alcanzando su pierna derecha.
“La salud se recupera pronto, pero solo pienso en esas
pistolas sobre mi cabeza y la cabeza de mis compañeros”, expresó y dijo que los
doctores le han atendido bien y “me han sedado para que no tenga tanto dolor,
mi dolor ahora será constante, sobre todo cuando vuelva al canal”.