El papa Francisco asiste a su audiencia general en la sala Pablo VI del Vaticano, el miércoles 23 de agosto de 2023.(AP FOTO/ANDREW MEDICHINI, ARCHIVO)
agencia apRoma, Italia
El papa Francisco pidió
ayer lunes una prohibición universal a la “deplorable” práctica de la gestación
subrogada, e incluyó la “comercialización” del embarazo en un discurso anual
que enumera las amenazas para la paz global y la dignidad humana.
En un discurso sobre
política exterior a los embajadores acreditados ante la Santa Sede, Francisco
lamentó que 2024 haya comenzado en un momento histórico en el que la paz se ve
“más amenazada, debilitada y en parte perdida”.
El papa se refirió a la
guerra de Rusia en Ucrania, la guerra entre Israel y Hamás, las crisis
climática y migratoria y la producción “inmoral” de armas nucleares y
convencionales, en una larga lista de males que afectan a la humanidad y
crecientes violaciones del derecho humanitario internacional que los hacen
posibles.
Pero Francisco también
mencionó cuestiones de menor escala que describió como amenazas para la paz y
la dignidad humana, incluida la gestación subrogada. Francisco dijo que la vida
del no nacido debe protegerse y no ser “suprimida ni convertida en un producto
comercial”.
“Considero deplorable la
práctica de la llamada maternidad subrogada, que ofende gravemente la dignidad
de la mujer y del niño y se basa en la explotación de la situación de necesidad
material de la madre”, afirmó.
UN HIJO ES UN DON
El pontífice dijo que
"un hijo es siempre un don y nunca el objeto de un contrato" e instó
a la comunidad internacional a “prohibir universalmente esta práctica”.
Francisco ha expresado
antes la oposición de la Iglesia católica a lo que ha descrito como “úteros de
alquiler” y algunos países prohíben esa práctica, como España e Italia. Al
mismo tiempo, sin embargo, la doctrina oficial del Vaticano ha dejado claro que
los padres homosexuales que recurren a la gestación subrogada pueden bautizar a
sus hijos.
En su resumen sobre la
situación geopolítica, Francisco mencionó en concreto a Rusia al señalar que
“la guerra de gran escala librada por la Federación Rusa contra Ucrania” se ha
estancado. Fue una inusual ruptura de la costumbre de Francisco a evitar
responsabilizar directamente a Moscú por la invasión cuando expresa su
solidaridad con el pueblo ucraniano.
Francisco fue más neutral
al lamentar la guerra de Israel en Gaza, y condenó el ataque de Hamás del 7 de
octubre contra el sur de Israel y “cualquier forma de terrorismo y extremismo”.
Al mismo tiempo, afirmó que el ataque provocó “una fuerte respuesta militar
israelí” que ha dejado miles de muertos y creado una crisis humanitaria en
Gaza.
En otros comentarios, el
papa pidió un "diálogo diplomático respetuoso" con el gobierno
nicaragüense para resolver lo que describió como “una crisis que se prolonga”.
La represión del gobierno sobre la Iglesia católica ha supuesto la detención de
docenas de sacerdotes y obispos. El gobierno ha acusado a la Iglesia de
fomentar las protestas populares en su contra, que considera como un intento de
golpe.
Por otro lado, Francisco
lamentó varias crisis humanitarias y de refugiados en África, sin dar nombres,
condenó los golpes militares y elecciones en varios países africanos
caracterizadas por “corrupción, intimidación y violencia”.
Además, pidió que se
reanuden lo antes posible las negociaciones nucleares con Irán “para garantizar
un futuro más seguro para todos”. El Organismo Internacional de la Energía
Atómica dijo el mes pasado que Irán había aumentado el ritmo al que produce
uranio de categoría militar, tras una desaceleración previa.
LAS ARMAS NUCLEARES
Francisco afirmó que la “manufactura”
de armas nucleares es tan inmoral como su posesión y empleo. El papa ya ha
cambiado la doctrina de la Iglesia para designar la posesión de armas nucleares
como inadmisible, pero el lunes incluyó la producción de esas armas como parte
de sus críticas generales a la industria armamentística.
“Puede que no caigamos en
la cuenta de que las víctimas civiles no son ‘daños colaterales’, son hombres y
mujeres con nombres y apellidos que pierden la vida”, afirmó. “Son niños que
quedan huérfanos y privados de un futuro”.