Militares ecuatorianos vigilan a reclusos, con las manos esposadas a la espalda, en la prisión de Esmeraldas, Ecuador, el domingo 14 de enero de 2024. . (Fuerzas Armadas de Ecuador. Fuente externa
agencia apQuito,
Ecuador
El presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, se reunió ayer lunes con una misión de alto nivel del gobierno de Estados Unidos a fin de buscar los mecanismos más adecuados para recibir cooperación en seguridad y defensa que permita al país andino afrontar la lucha contra el crimen organizado y narcotráfico que han desatado una espiral incontenible de violencia.
Noboa mantuvo, junto a sus
ministro de Defensa, Interior y otros del eje de seguridad, un encuentro
reservado con Christopher Dodd, enviado especial para las Américas del
presidente de Estados Unidos, y con la general Laura Richardson, comandante del
Comando Sur.
Al final de la cita, la
canciller ecuatoriana, Gabriela Sommerfeld, aseguró que la presencia de esta
delegación “es una señal política potente y concreta de respaldo... en el
conflicto armado contra el terrorismo, narcotráfico y crimen organizado
transnacional” que busca devolver la paz a los ecuatorianos.
Además, mencionó que para Ecuador es un prioridad la
ampliación del acceso a mercados para los bienes y servicios, la atracción de
inversión y financiamiento como parte de las acciones para crear bienestar y
desarrollo de los ecuatorianos, así como alcanzar acuerdos para una migración
ordenada.
En la delegación
visitante también estaba el subsecretario adjunto de la Oficina de Asuntos
Antinarcóticos y Aplicación de la Ley, Christopher Landberg.
“Estados Unidos como el
mundo han visto lo que está pasando en Ecuador y saben lo importante que es
tener protegido a Ecuador”, había dicho Noboa en una entrevista con la red de
televisión Teleamazonas antes de recibir a los visitantes en la que aseveró que
el país “se ha vuelto una pieza clave dentro de la estructura y las rutas de
estos grupos narcoterroristas”.
Acerca del apoyo
estadounidense Noboa señaló que paralelamente Ecuador también necesita “algo
esencial: refinanciamiento de deuda externa... para que mientras luchamos esta
guerra no estemos ahorcados financieramente”.
OLA DE INSEGURIDAD
Desde inicios de 2021
bandas del crimen organizado ligadas al narcotráfico han desencadenado una ola
de inseguridad con muertes violentas, extorsiones, secuestros y reiterados
motines en las cárceles que pareció llegar a otro nivel la semana pasada cuando
un grupo de encapuchados tomó un canal de televisión con armas y explosivos, lo
que fue transmitido en vivo.
Unos días antes desapareció
de una cárcel de Guayaquil Adolfo Macías, alias Fito, el peligroso líder de la
mayor organización criminal del país, Los Choneros, y luego huyó otro líder
regional de otra banda, Fabricio Pico, quienes no ha podido ser localizados.
Tras ello, Noboa decretó el estado de conflicto bélico
interno para hacer frente a la desenfrenada violencia criminal con el apoyo de
grupos combinados de militares y policías que mantienen fuerte presencia en las
calles.
“Estamos en guerra y
logramos parar lo que era una avalancha de violencia y destrucción”, dijo el
mandatario ecuatoriano quien destacó que los indicadores de muertes violentas y
criminalidad han bajado dramáticamente.
El ejército en su cuenta
de X, antes Twitter, precisó que en una operación antinarcóticos que realizaba
desde el domingo decomisó cerca de 22 toneladas de clorhidrato de cocaína que
se presume iban hacia “los mercados de Asia, Europa y norte y centroamérica,
empleando avionetas”.
Agregó que la operación fue consecuencia de de más de
seis meses de estrategias de observación y vigilancia llevadas a cabo por
inteligencia militar.
La acción se produjo en
las inmediaciones de la población de Vinces, 201 kilómetros al suroeste de la capital,
y el decomiso constituye un nuevo récord en un solo operativo luego de que en
octubre del año pasado la policía había neutralizado 14 toneladas.
El gobierno espera la
aprobación por parte de la Asamblea de una ley de extinción de dominio para
usar los bienes y el dinero de los grupos criminales en la lucha contra ellos.
Además la Corte Constitucional debe aprobar un nuevo acuerdo con Estados Unidos
para facilitar la lucha contra los grupos que el gobierno denomina
narcoterroristas.
En su cuenta de X el
general César Zapata, comandante de la policía, afirmó que la noche del domingo
fue detenido Carlos L., alias El Gringo, al que definió como “un objetivo de
alto valor. Líder del grupo armado Oliver Sinisterra de Colombia y vinculado a
actividades terroristas” en la provincia ecuatoriana de Esmeraldas, fronteriza
con ese país.