Los rescatistas realizan búsquedas de sobrevivientes mientras la nieve obstaculiza las operaciones de rescate en la ciudad de Suzu, prefectura de Ishikawa.STR / JIJI PRESS / AFP
Los rescatistas realizan búsquedas de sobrevivientes mientras la nieve
obstaculiza las operaciones de rescate en la ciudad de Suzu, prefectura de
Ishikawa.STR / JIJI PRESS / AFP
AGENCIA AFPJapón
Al menos 128 personas murieron en el terremoto de magnitud 7,5 que azotó el 1 de enero la península de Noto, al borde del mar de Japón, en la costa occidental del archipiélago, y 195 siguen desaparecidas, según un nuevo balance comunicado el domingo. Se reportan además 560 heridos.
Una nonagenaria que
permaneció cinco días atrapada bajo los escombros tras el
terremoto que sacudió Japón el día de Año Nuevo fue rescatada
con vida, contra todo pronóstico, aunque se espera que la caída de nieve
prevista este domingo complique las labores de socorro.
Al menos 128 personas murieron en el terremoto de magnitud 7.5 que azotó el 1 de enero
la península de Noto, al borde del mar de Japón, en la costa occidental del
archipiélago, y 195 siguen desaparecidas, según un nuevo balance comunicado el
domingo. Se reportan además 560 heridos.
El sismo y sus cientos de
réplicas derribaron viviendas, provocaron incendios y desencadenó un tsunami
con olas de más de un metro de altura.
La esperanza de encontrar supervivientes suele
desvanecerse tres días después de un terremoto, pero la
anciana rescatada pasó cinco días bajo los escombros de una casa derrumbada en
la ciudad de Suzu, antes de ser salvada el sábado.
La mujer fue trasladada
al hospital para recibir tratamiento y respondía claramente a las preguntas de
los socorristas, según la cadena pública NHK.
"¡Aguante!", le gritaban los rescatistas
bajo la lluvia, de acuerdo a un video filmado por la policía y
difundido por los medios locales. "Todo va a salir bien", "manténgase
positiva", le pedían.
Pero muchos corrieron con
menos suerte. En la ciudad de Anamizu, en la misma península, un hombre de 52
años que perdió a su hijo de 21 años y a sus suegros esperaba noticias de otros
miembros de su familia.
"Deseo que estén
vivos, no quiero quedarme solo", dijo a NHK.
MISIONES DE HELICÓPTEROS
Muchas comunidades de la
península de Noto han quedado aisladas por carreteras dañadas y
desprendimientos de tierra que bloquean el paso de los vehículos de ayuda.
El mal tiempo y la caída de nieve prevista
para este domingo amenaza con dificultar la misión de
los miles de policías, tropas y otros trabajadores de rescate desplegados.
También podría empeorar
las condiciones de más de 30,000
personas instaladas en 366 refugios del gobierno debido a la dificultad
de hacer llegar material de socorro a esas zonas que sufren cortes de agua y
electricidad.
"La primera
prioridad ha sido rescatar a las personas que se encuentran bajo los escombros
y llegar a las comunidades aisladas", declaró el primer ministro Fumio Kishida en una entrevista con NHK
el domingo.
El ejército ha enviado
pequeños grupos de tropas a pie a cada una de las comunidades aisladas, dijo.
El gobierno también ha
"desplegado varios helicópteros de la policía y de los bomberos (...) para
acceder a ellas desde el cielo", añadió Kishida.
En la ciudad de Anamizu,
se vio a socorristas con impermeables naranjas o azules transportando el cuerpo
de una víctima de un deslizamiento de tierra, cubierto con una lona azul.
Además, entre la
destrucción generalizada en la ciudad de Wajima, la puerta roja tradicional de
un santuario seguía en pie, pero la vista a través de ella era ahora un
desastre de madera astillada y vigas derribadas.
Japón experimenta cientos
de terremotos cada año y la mayoría no causan daños, debido a los estrictos
códigos de construcción en vigor desde hace más de cuatro décadas.
Pero muchas de las
construcciones en el país son antiguas, sobre todo en comunidades de zonas
rurales como Noto.
Japón aún conserva el
recuerdo del devastador terremoto de 2011 que desencadenó un tsunami, dejó unos
18,500 muertos o desaparecidos y provocó una catástrofe nuclear en la central
de Fukushima.