Mujer cruzando con un bebé en brazos el Río Lebrón en Pedro Brand
Sobre un pedazo de madera,
día tras día, es como los residentes de los sectores Eduardo Brito I
y II del kilómetro 24 del municipio Pedro Brand atraviesan
el río Lebrón para poder dirigirse a sus trabajos y poder
hacer sus quehaceres habituales.
A mediados de abril de 2022, el presidente Luis Abinader dio el primer picazo para la construcción de un puente que comunicaría los dos vecindarios, con una inversión de 60 millones de pesos.
Sin embargo, casi dos años después, la obra está
paralizada y solo se observan dos columnas incompletas levantadas en ambos
lados,
La realidad que se mantiene es caminar por encima del
río contaminado por la basura; los
Jenny Méndez, quien tiene aproximadamente 14 años y
residiendo en la zona, explicó a reporteros de Listín Diario que cada vez que
pasa una tormenta o simplemente cuando llueve por mucho tiempo el agua se lleva
todo porque el río crece, y arrastra los pedazos de tablas y piedras que ayudan
a la gente a cruzar.
Cuando sucede eso debe
recurrir a salir a la circunvalación donde los motoconchos cobran hasta el
doble y un poquito más, según Méndez, para aprovecharse de la gente debido a
que saben que estos deben dirigirse a sus trabajos o hacer los quehaceres. Muchos
de estos salen en la madrugada.
Otro habitante es Diomedes Liz, quien vive justo a una
esquina del río y contó que primero había un puentecito de madera, luego sí
intentó hacerlo de cemento, pero el agua también se lo llevó. “Tenemos mucho
tiempo esperando que se termine” manifestó con pena Liz, destacando que en
Pedro Brand no hay un síndico que se preocupe por la comunidad.
Explicó que el puente se
ha intentado hacer cuatro veces, pero lo que hacen es rellenarlo con tierra y
cuando llueve el agua se lleva todo lo que está a su paso.
Recordó que hace unos
días un hombre de unos 50 años cayó al resbalar y se golpeó la cabeza.
Sobre la basura dijo que
la gente no tiene conciencia y que no respetan, aunque destacó que el camión
dura mucho para pasar.
Uno de los motoristas de
Eduardo Brito II dijo “eso es a suerte o verdad, o me caigo o paso”. Mencionó
también que uno de sus compañeros se cayó del motor y se lastimó una rodilla.
LA DELINCUENCIA NO SE QUEDA ATRÁS
Sobre la delincuencia,
los residentes contaron que es normal, aunque donde están los trabajos
detenidos del puente está sin iluminación y mantienen el miedo muchas veces al
salir a cierta hora.
En la mañana, quienes salen
muy temprano van en conjunto, “nosotros nos podemos quejar, pero a nadie le
duele eso, aquí no se hace nada por el tema de la delincuencia”.
Expresaron que
algunos delincuentes son conocidos y las autoridades ni le
hacen caso.