Las
mayores reservas de agua potable del planeta están en riesgo.FUENTE EXTERNA
eupropa pressMadrid,
España
Un estudio de temperatura en 12 cuevas de todo el mundo muestra que gran parte de las reservas de agua dulce disponibles para el consumo inmediato pueden estar en riesgo debido al cambio climático.
Las cuevas
permiten a los científicos observar los sistemas subterráneos que se encuentran
distribuidos por todo el planeta, sistemas que, en su gran mayoría, son
inaccesibles para los seres humanos.
Estos
ecosistemas albergan las mayores reservas de agua dulce disponibles para el consumo humano inmediato y están habitados por organismos
únicos y altamente adaptados, que garantizan la calidad de estas reservas
estratégicas para el futuro de la humanidad mediante el reciclaje de materia
orgánica y contaminantes.
En este
estudio, publicado en Scientific Reports, el
equipo de investigación internacional analizó más de 105,000 mediciones de
temperatura en cuevas ubicadas en diferentes zonas climáticas y las comparó con
la temperatura superficial correspondiente.
"Las variaciones de temperatura revelaron tres patrones
distintos de respuesta térmica del ambiente subterráneo en comparación con la
superficie, lo cual es nuevo", dice Ana Sofía Reboleira, coordinadora de
este estudio, bióloga del Centro de Ecología, Evolución y Cambios Ambientales
(cE3c) en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Lisboa.
Todas las variaciones anuales de temperatura registradas en
las cuevas fueron pequeñas: entre 0,1ºC, la más pequeña, y 8,8ºC, la mayor.
Pero mientras que en algunos casos las temperaturas de las cuevas reflejaban la
temperatura de la superficie con un ligero retraso, en otros las variaciones de
la superficie se reflejaban rápidamente en el subsuelo. También hubo algunos
casos en los que se produjo un patrón inverso: cuanto mayor era la temperatura
en la superficie, más baja en la cueva (y viceversa), como en un espejo
térmico.
"Nuestros
resultados demuestran que la temperatura media en las cuevas refleja la
temperatura media exterior. La consecuencia es que el aumento de temperatura
previsto en el contexto del cambio climático en la superficie se reflejará en
el subsuelo", explica Reboleira.
Las cuevas están habitadas por comunidades de especies raras
y desprotegidas, que garantizan la calidad del agua y están adaptadas a vivir
en ambientes muy estables, con mínimas variaciones de temperatura. Así,
"las consecuencias del aumento de temperatura son absolutamente
impredecibles y ciertamente perjudiciales para la calidad de las mayores
reservas de agua dulce disponibles para el consumo inmediato", advierte la
investigadora.
Este estudio también revela la existencia de ciclos térmicos
diarios en algunas cuevas. En ecosistemas con ausencia total de luz solar, los
organismos carecen de ritmos circadianos. "Este sorprendente
descubrimiento demuestra que estos ciclos térmicos diarios pueden
potencialmente controlar los ritmos biológicos de los organismos
subterráneos", explica Reboleira.
Varias de
las cuevas estudiadas como parte de este estudio son puntos críticos globales
de biodiversidad subterránea, como Planina, en Eslovenia; Viento, en Canarias;
y Vale Telheiro, ubicada en Portugal.