En enero se inicia
una de las temporadas más esperadas por visitantes que viajan a Samaná para
presenciar un verdadero espectáculo de la naturaleza: la visita de las ballenas
jorobadas.
Samaná, ubicada al noreste de la República Dominicana,
Justo en la Bahía
de Samaná, a minutos del pueblo, las ballenas se
van acercando a las embarcaciones donde decenas de curiosos fijan sus ojos en
el agua en busca de algún “soplo” que dé la señal de que ya están cerca.
Si tienen suerte, pueden
avistar las colas, las dorsales o incluso las cabezas de algunas.
Ballena
jorobada en la Bahía de Samaná
En 2023, el santuario ubicado en Samaná recibió aproximadamente 65,290 personas, una cantidad que refleja el interés por esta actividad ecoturística.
El Ministerio de Medio
Ambiente y Recursos Naturales (MMARN) sigue de cerca las jornadas de
avistamiento de ballenas jorobadas que viajan cada año a las cálidas aguas de
la media isla, con el fin de impulsar la protección de la especie.
Aquí, estos grandes mamíferos se
reproducen y paren a sus ballenatos. Las pequeñas crías necesitan
alimentarse y crecer antes de su partida del Caribe para poder defenderse de
depredadores naturales.
Se espera que la jornada de
este año concluya a finales del mes de marzo, cuando los mamíferos viajen a
aguas más frías.
¿CÓMO Y DÓNDE VER LAS BALLENAS?
Si optas por vivir la
experiencia más de cerca, puedes abordar uno de los barcos autorizados por
las autoridades medioambientales para navegar en la zona de
avistamiento.
En la actualidad, 43
embarcaciones están registradas para estos fines, y sólo tres de ellas pueden
navegar al mismo tiempo en un área. Esto último para evitar coaliciones y
proteger a los mamíferos. Los motores deben mantenerse encendidos, de esta
forma las ballenas saben en todo momento dónde están ubicadas
las naves.
Otra forma de presenciar el
“show” acuático es desde el mirador terrestre de Punta Balandra.
LAS BALLENAS SON DOMINICANAS
El biólogo y zoólogo Nelson
García Marcano, encargado de la Dirección de Biodiversidad de Medio
Ambiente, explicó que las ballenas son dominicanas, ya que nacen en las costas
de la isla y posteriormente viajan al norte para buscar su alimento.
“Del total de ballenas que
nos visitan en Samaná, de 100 regresan 73”, puntualizó el experto.
Gracias al programa de
monitoreo que se implementa el país, los especialistas pueden identificar por
sus colas y dorsales a los ejemplares para saber qué ballena volvió y cuándo lo
hizo.
DATOS CURIOSOS
La ballena jorobada,
conocida científicamente como “Megaptera novaeangliae”, es una especie
de cetáceo misticeto, es decir tiene barbas en lugar de dientes.
Se les considera animales
longevos, ya que viven en promedio 50 años, aunque podrían llegar hasta los 100
años.
El ballenato,
su cría, consume hasta 50 galones de leche por día, lo que equivale a
aproximadamente 800 biberones.
Una ballena
madura puede llegar a pesar de 30 a 40 toneladas, equivalentes al peso
de 800 personas.
Es la más acrobática entre
este tipo de cetáceos y frecuentemente realiza saltos fuera del agua.
Sus inmersiones suelen
durar entre 15 y 20 minutos, pero tiene la capacidad de permanecer hasta media
hora debajo del agua.
El canto de las
ballenas jorobadas puede ser percibido a una distancia de 20 km o más
y recorren hasta 5,250 km cuando migran a sus áreas de alimentación.
Pueden nadar a una velocidad de 27 km por hora. Por Ashley Presinal, Listín Diario