Palestinos desplazados del norte de la Franja de
Gaza por los bombardeos israelíes juegan cerca de la frontera con Egipto, el
domingo 14 de enero de 2024, en Rafah.(AP
FOTO/FATIMA SHBAIR, ARCHIVO)
Los riesgos de que Israel
dañe la paz con su vecino Egipto son cada vez mayores a medida que sus fuerzas
armadas avanzan en su ofensiva contra Hamás en el sur de la Franja de Gaza.
Ambos países ya están en desacuerdo en torno a una estrecha extensión de tierra
entre Egipto y Gaza.
El gobierno israelí dice que, para completar la
destrucción de Hamás, a la larga debe ampliar su ofensiva hacia la ciudad
ubicada más al sur de Gaza, Rafah, y tomar el control de la Ruta Philadelphi,
una pequeña zona de contención en la frontera con Egipto que se encuentra
desmilitarizada en virtud del acuerdo de paz que ambas naciones firmaron en
1979.
En una conferencia de
prensa la semana pasada, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu dijo que
Hamás continúa con el contrabando de armas por debajo de la frontera —una
afirmación que Egipto rechaza vehementemente— y que la guerra no puede llegar a
su fin “hasta que cerremos esta brecha”, refiriéndose al corredor.
Eso provocó que El Cairo emitiera una clara
advertencia de que el despliegue de soldados israelíes a la zona, conocida en
Egipto como el Corredor Saladino, significaría una violación al acuerdo de paz.
“Cualquier movimiento
israelí en esta dirección conducirá a una grave amenaza a las relaciones entre
Egipto e Israel”, declaró Diaa Rashwan, director del Servicio Estatal de
Información de Egipto el lunes.
LAS
PREOCUPACIONES DE EGIPTO
Egipto teme que un ataque israelí en Rafah lleve a una
oleada masiva de palestinos a huir a través de la frontera hacia su península
del Sinaí.
Más de un millón de
palestinos —casi la mitad de los 2,3 millones de habitantes de Gaza— se
encuentran hacinados en Rafah y sus zonas cercanas a la frontera, la mayoría de
ellos después de huir de los bombardeos y las ofensivas terrestres de Israel en
distintos puntos de Gaza.
Si las fuerzas israelíes
irrumpen en Rafah, los palestinos no tienen a dónde huir. No sería la primera
vez que los palestinos atraviesan la frontera: en 2008, poco después de que
comenzó el bloqueo que Egipto e Israel le impusieron a Gaza tras el ascenso de
Hamás al poder, el grupo miliciano abrió un hueco en el muro fronterizo y miles
de personas ingresaron a territorio egipcio.
Egipto les dijo a los israelíes que, antes de
cualquier ofensiva terrestre en Rafah, Israel debe permitir que los palestinos
regresen al norte de Gaza, dijo a The Associated Press un alto oficial militar
egipcio involucrado en las labores de coordinación entre ambas naciones. Habló
a condición de guardar el anonimato a fin de poder revelar las conversaciones
internas.
Israel dice que
prácticamente ha expulsado a Hamás del norte de Gaza, pero probablemente se
opondrá a permitir el regreso de los palestinos a corto plazo. Los bombardeos y
la ofensiva terrestre de Israel han reducido a escombros buena parte del norte
del territorio, dejando a muchas personas sin un hogar.
EL
DILEMA DE ISRAEL
La disputa pone a Israel en un aprieto. Si finaliza su
ofensiva sin capturar Rafah, no habrá alcanzado su principal objetivo en la
guerra, el cual es destruir a Hamás. Si sus fuerzas armadas llegan hasta la
frontera, corre el riesgo de socavar su acuerdo de paz con Egipto —el cual ha
sido un cimiento de estabilidad en Oriente Medio durante décadas— y de irritar
a su aliado más cercano, Estados Unidos.
El gobierno israelí y
Washington ya están en desacuerdo en lo que respecta al futuro de Gaza al
concluir la guerra. Las fuerzas armadas israelíes trabajan para crear una zona
de contención informal de aproximadamente un kilómetro (0,6 millas) de ancho
dentro de Gaza y a lo largo de la frontera para evitar que los milicianos
ataquen comunidades cercanas. Estados Unidos ha expresado su oposición a
cualquier intento por parte de Israel a reducir el territorio de Gaza.
Israel se ha comprometido
a expulsar a los milicianos de toda la Franja de Gaza y lo ha hecho mediante
una estrategia de destrucción sistemática, la cual ha tenido un enorme costo en
vidas civiles. Empezando con el norte de Gaza, ha destruido grandes porciones
del paisaje urbano, diciendo que eliminaba túneles e infraestructura de Hamás
mientras combatía a milicianos. El ejército avanza hacia el sur del territorio,
haciendo lo mismo en la parte central y en la ciudad de Jan Yunis, en el sur.
Netanyahu ha dicho que
Israel pretende mantener un control de seguridad indefinido sobre Gaza para
asegurarse de que Hamás no pueda repetir ataques como el del 7 de octubre, que
desencadenó la ofensiva israelí. Ha sido ambiguo en los detalles de cómo lo
llevaría a cabo, pero señaló que asegurar el control de la Ruta Philadelphi es
fundamental.
“Existen pocas opciones
sobre cómo podemos cerrarla, estamos revisando todas ellas, y no hemos tomado
una decisión salvo por una cosa: se debe cerrar”, afirmó.
Egipto le advirtió a
Israel y a Estados Unidos que cualquier operación militar en la zona “podría
destruir nuestra paz”, dijo un segundo funcionario egipcio. “No toleraremos una
acción de este tipo”. El funcionario habló a condición de guardar el anonimato
debido a que no está autorizado a dialogar con la prensa.
LA
IMPORTANCIA DE LA RUTA PHILADELPHI
El corredor es una
estrecha franja —de unos 100 metros (109 yardas) de ancho en algunas partes—
que abarca los 14 kilómetros (8,6 millas) de largo de la frontera de Gaza con
Egipto. Incluye el cruce de Rafah hacia Egipto, la única salida de Gaza que no
está bajo control de Israel.
La ruta forma parte de
una zona desmilitarizada más extensa a lo largo de ambos lados de la frontera
entre Israel y Egipto. Según el acuerdo de paz, a cada una de las dos naciones
sólo se le permite desplegar una pequeña cantidad de soldados o guardias
fronterizos a la zona. El acuerdo se firmó en una época en que las fuerzas
israelíes tenían control sobre Gaza, hasta que Israel retiró a sus soldados y
colonos en 2005.
Hamás ha tenido control
total sobre la frontera desde su ascenso al poder en 2007.
A lo largo de la frontera
entre Gaza y Egipto se excavaron túneles para facilitar el contrabando y eludir
el bloqueo impuesto por Israel y Egipto. Algunos de esos túneles eran enormes,
lo suficientemente grandes para permitir el paso de vehículos. Hamás introdujo
a Gaza armas y suministros, y sus residentes contrabandeaban productos
comerciales, desde ganado hasta materiales de construcción.
Todo eso cambió durante
la última década, a medida que Egipto combatió a los milicianos islámicos en el
Sinaí. El ejército egipcio destruyó cientos de túneles, diciendo que eran
utilizados para canalizar armas hacia el Sinaí. Reforzó su muro fronterizo
tanto en la superficie como debajo de ella y desalojó a la población de un área
de 5 kilómetros (3 millas) adyacente a Gaza, en donde sólo se permite la
presencia de fuerzas policiales y militares.
Durante la lucha para
erradicar a los extremistas del Sinaí, Egipto negoció con Israel y Estados
Unidos para permitir el despliegue de sus fuerzas armadas hacia la Zona C, como
se le conoce a la zona desmilitarizada en su lado de la frontera.
ACONTECIMIENTOS
DURANTE LA GUERRA
A mediados de diciembre,
Israel presentó una solicitud formal a Egipto para desplegar a sus fuerzas en
la Ruta Philadelphi, informó el oficial militar egipcio. El Cairo rechazó el
pedido. El mayor temor del gobierno egipcio es que cualquier operación
terrestre en la zona resulte en el ingreso por la fuerza de miles de palestinos
hacia el Sinaí, puntualizó.
Desde que la guerra
comenzó, Egipto se opuesto firmemente a las exhortaciones para que reciba un
éxodo masivo de palestinos. Teme que Israel no les permita regresar a Gaza y
dice que no quiere ser cómplice de una depuración étnica. También advirtió que
milicianos de Gaza podrían ingresar al Sinaí mezclados con los desplazados, lo
que elevaría la posibilidad de intercambios transfronterizos de disparos con
Israel que pudieran arruinar el acuerdo de paz.
Israel alega que debe
tomar control de la frontera para evitar el contrabando de armas hacia Hamás.
Rashwan, del Servicio
Estatal de Información de Egipto, manifestó que los señalamientos de Israel de
que existe un contrabando continuo de armas son “mentiras” con el objetivo de
justificar la toma del corredor. Después de destruir 1.500 túneles, Egipto
tiene “control absoluto” de la frontera, aseguró.
Kobi Michael,
investigador del Instituto para Estudios de Seguridad Nacional y del Instituto
Misgav —dos grupos israelíes de investigación—, dijo que la cantidad de
armamento de Hamás hallado durante la ofensiva demuestra que el contrabando
continúa y que Israel debe tener el poder de vigilar la frontera.
“La única manera en que
esas cantidades de armamento pudieron haber llegado a la Franja de Gaza es a
través de la Ruta Philadelphi”, indicó.
Pero Alon Ben-David, corresponsal
de asuntos militares para el Canal 13 de la televisión israelí, dijo que el 90%
de las armas en Gaza se fabricaron dentro del territorio y que las medidas
enérgicas aplicadas por Egipto prácticamente pusieron fin al contrabando.
“Los egipcios realmente
abordaron por completo el tema de los túneles”, declaró.