Vlady Miguel Guerrero, junto a sus padres Vladimir Guerrero, inmortal de Cooperstown y su madre Heidy Ogando, así como ejecutivos de los Mets.
Los Mets de
Nueva York acordaron este lunes con el novel Vladdy Miguel Guerrero Ogando,
quien se convierte en el tercer hijo del miembro del Salón de la Fama que es
firmado por una organización de Grandes Ligas.
El acuerdo
se realizó la mañana de este lunes en el complejo de los Mets, conjunto que
también llegó a acuerdo con unos 10 prospectos en la apertura del draft de
firmas internacionales correspondiente a este año.
Vladimir Guerrero, inmortal de Coopertown, la madre del
novel, Heidy Ogando, así como tíos, primos y otros familiares del novato
estuvieron acompañándole en tan especial momento.
El novel de 17 años se une a Vladimir Guerrero Jr, estelar
jugador de los Azulejos de Toronto, Pablo Guerrero, quien firmó el año pasado
con los Vigilantes de Texas como los hijos del bateador de .317 en las Mayores
que rubrican acuerdos para la gran carpa.
“Para mí representa una gran bendición el poder firmar y
espero convertirme con el paso del tiempo en un Guerrero más que brilla en las
Grandes Ligas”, expresó el jovencito entre risas y orgullo tras la culminación
de su primer gran paso.
Mientras que su padre, Vladimir Guerrero, señaló que su
vástago posee un bate con la capacidad de conectar la pelota por todos los
lados del terreno y con Dios por delante estaría navegando rápido en los
sistemas de Ligas Menores.
“Me siento
contento porque otro más de mis hijos haya firmado para el profesionalismo y
por ahí vendrán otros guerreros más que lo harán en los venideros años. Agregó
el inmortal.
La actividad en la que los Mets acordaron con unos 12 jóvenes
estuvo encabezada por Carlos Mendoza, quien este año comandará al equipo.
Por Guerrero Ogando los Mets entregarán un bono de US$117,000
más otros US$60,000 para fines de estudios. Se trata de un jugador de las
esquinas del cuadro y los jardines cuyo principal activo es el poder.
El joven
nació en Miami hace 17 años. Su madre, Heidy Ogando dijo que acordó enviarlo al
país cuando tenía 12 años para perseguir su sueño de ser pelotero, uno que
aseguró comenzó a añorar desde los tres años.
"Es un peso muy grande llevar este apellido. Yo espero
poner en alto el nombre de mi familia", dijo Guerrero Ogando.