El primer
ministro británico Rishi Sunak, a la izquierda, y el presidente de Estados
Unidos Joe Biden al inicio de una reunión del Consejo Atlántico Norte, durante
la cumbre de la OTAN, el 11 de julio de 2023, en Vilna, Lituania. (Paul
Ellis/Pool Photo via AP, Archivo)
(Paul Ellis / Associated Press)
WASHINGTON — Las fuerzas armadas de Estados Unidos y Gran Bretaña bombardearon el jueves más de una docena de instalaciones utilizadas por los hutíes en Yemen, un enorme ataque con misiles Tomahawk lanzados desde embarcaciones y cazas, informaron varios funcionarios estadounidenses a The Associated Press.
Los objetivos militares
incluían centros de mando, sistemas antiaéreos, depósitos de armas y
plataformas de lanzamiento, añadieron.
Periodistas de la AP en
Saná, capital de Yemen, escucharon cuatro explosiones a primeras horas del
viernes, pero no vieron indicios de aviones de combate. Dos residentes de Al
Hudayda, Amin Ali Saleh y Hani Ahmed, dijeron que escucharon cinco fuertes
detonaciones en el occidente de la localidad, la cual se ubica en el mar Rojo y
es la principal ciudad portuaria bajo control de los hutíes. Habitantes de
Taiz, en el suroeste del país, también reportaron explosiones.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo el
jueves que los ataques tenían como objetivo demostrar que Estados Unidos y sus
aliados “no tolerarán” los incesantes ataques de los hutíes en el mar Rojo.
La ofensiva representa la primera respuesta militar de
Estados Unidos a lo que ha sido una persistente campaña de ataques con drones y
misiles contra embarcaciones comerciales desde el inicio de la guerra entre
Israel y Hamás. Y la respuesta militar coordinada se produce apenas una semana
después de que la Casa Blanca y una serie de naciones aliadas emitieron una
última advertencia a los hutíes para que pusieran fin a sus atentados o
enfrentarían posibles acciones militares.
La advertencia pareció tener al menos cierto impacto,
aunque breve, luego de que los ataques cesaron por varios días. Sin embargo,
los rebeldes hutíes lanzaron el jueves su mayor oleada de drones y misiles
contra embarcaciones en el mar Rojo, a la que buques estadounidenses y
británicos y aviones de caza de Estados Unidos respondieron derribando 18
drones, dos misiles de crucero y un proyectil antibarcos.
Tras señalar que los hutíes han realizado peligrosos
ataques contra embarcaciones, afirmó que “esto no puede continuar” y que el
Reino Unido efectuó acciones “limitadas, necesarias y proporcionales de
autodefensa, junto con Estados Unidos con apoyo no operativo de los Países
Bajos, Canadá y Bahrein, contra objetivos ligados a esos ataques, para
disminuir las capacidades militares de los hutíes y proteger el comercio
marítimo mundial”.
Los hutíes, que han llevado a cabo 27 ataques con
decenas de drones y misiles desde el 19 de noviembre, afirmaron el jueves que
cualquier ataque de las fuerzas estadounidenses contra sus instalaciones en
Yemen desencadenaría una feroz respuesta militar.
Los hutíes afirman que sus ataques contra los barcos
en el mar Rojo tienen como objetivo presionar para detener la guerra de Israel
contra Hamás en la Franja de Gaza.