FAO/Believe Nyakudjara Las gallinas son un activo económico y nutricional muy extendido en el África rural (foto de archivo).
La agencia
para la agricultura y la alimentación implementa un programa en Kenya para
promover el empleo en el sector agroalimentario para los jóvenes con
discapacidad y así romper el círculo vicioso de la pobreza y la exclusión. Los
resultados ayudan a demostrar que las personas con discapacidad pueden
desempeñar un papel crucial en el desarrollo social y económico de sus
comunidades.
Stephen Omondi Odhiambo
hace señas con la palabra "GALLINA" a su mujer, Dorah Akungu, y ella
lo entiende inmediatamente. Al deletrear las palabras con los dedos, Stephen le
ha enseñado a ella, a su familia y a sus amigos íntimos los signos de las
palabras más utilizadas y ahora se comunican con fluidez.
El propio Stephen tuvo que
aprender el lenguaje de signos en la escuela a los siete años, cuando una
enfermedad le causó problemas en los oídos. A pesar de una hospitalización
prolongada, acabó perdiendo la audición.
En su pueblo de Ulafu,
Kenya, como en muchas partes del mundo, las personas con discapacidad suelen
sufrir marginación. Por lo general, tienen dificultades para encontrar trabajo,
lo que conlleva penurias económicas que agravan aún más su situación.
La Organización de las
Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha estado
trabajando con la Organización de Personas con Discapacidad de Siaya (condado
en el que se encuentra Ulafu) para promover el empleo en el sector
agroalimentario para los jóvenes con discapacidad, ayudando a crear
oportunidades de trabajo de calidad para romper el círculo vicioso de la
pobreza y la exclusión.
En general, el
desempleo es un reto para los jóvenes del país. Aunque Kenia es la economía
más fuerte de África Oriental, tiene el mayor número de jóvenes desempleados de
la región.
Potencial del
sector agroalimentario
Desde 2011, la FAO ha
estado implementando el programa Enfoque Integrado de País para impulsar
los empleos basados en la agroalimentación para los jóvenes. El sector
agroalimentario tiene un gran potencial para ofrecer un trabajo estable con
ingresos adecuados y hacerlo fuera de las grandes ciudades.
Stephen, que fue a trabajar
a Nairobi a los 27 años, describe: "Trabajaba en un lugar donde fabricaban
papel para imprenta. Cuando se produjo el COVID-19, nuestro jefe decidió
reducir plantilla y algunos de nosotros fuimos despedidos. Pensé que lo mejor
era dejar Nairobi y volver al campo".
De vuelta a su aldea,
Stephen tenía amigos que dirigían un grupo de agricultores, así que decidió
unirse a él. El grupo aprovechó una formación de la FAO sobre fruticultura,
avicultura y piscicultura, así como otras prácticas agrícolas.
La agencia de la ONU
colaboró entonces con el Departamento de Agricultura de Siaya y socios locales
para impartir la formación técnica a los miembros de la Organización de
Personas con Discapacidad del condado, que normalmente están excluidos
de este tipo de oportunidades de aprendizaje.
Así, el Gobierno formó a
unos 65 jóvenes miembros de la Organización en diversos tipos de agricultura.
Cuando fue necesario, las sesiones de formación se impartieron con la ayuda de
un intérprete de lengua de signos.
Tras algunas sesiones de
formación, Stephen decidió centrarse en la avicultura.
Una sociedad
inclusiva para todos
El coordinador nacional del
programa de la FAO, Andrew Mwaura, afirmó que el proyecto es único porque ofreció
a las personas con discapacidad una plataforma para demostrar que son capaces
de dedicarse a la agricultura. El programa puso de relieve sus logros y les
proporcionó una visibilidad de la que carecían en el pasado.
El presidente de la
Organización de Personas con Discapacidad, Charles Juma, explicó:
"Identificamos las necesidades de las personas con discapacidad y
ofrecimos formación profesional. Nuestra visión es una sociedad sin barreras e
inclusiva para todos".
Analizando las lagunas y
los obstáculos para el éxito, la FAO ofreció formación especializada o adquirió
insumos, como piensos que se habían vuelto muy caros, para impulsar la
producción o dar un empujón a las empresas agricultoras.
Además de atender a sus dos
hijas pequeñas, que también tienen deficiencias auditivas, Dorah y Stephen trabajan
juntos en todos los aspectos de la avicultura, lo que aumenta los beneficios
que obtienen de la actividad.
"Disfrutamos mucho de
la agricultura. Es la columna vertebral de nuestra vida. Lo hacemos y nos
encanta hacerlo. Así que de ella sacamos algo para mantener nuestras
vidas", señaló Dorah.
Ampliar el
negocio
El programa también
consiguió llevar la agricultura de los aprendices a otro nivel. La mayoría de
los participantes tienen ahora planes para ampliar sus negocios, utilizando el
apoyo de la agencia de la ONU como impulso.
Stephen explicó:
"Empecé con una sola gallina, de la que nacieron 15 pollitos. Cuando
crecieron lo suficiente, pusieron huevos que vendí y obtuve algún beneficio.
Utilicé ese dinero para pagar la matrícula escolar de mi hija, que está en un
internado para niños con deficiencias auditivas". Con una sonrisa, Stephen
concluye: "Tengo muchas ganas de ampliar mi avicultura".
La directora de Asuntos de
la Juventud, Género y Servicios Sociales del Gobierno de Siaya, Maida Nyawade,
explica que esperan implementar este tipo de programa en todo el
condado.
Alcance del
programa a nivel mundial
Finalizado en diciembre de
2023, el programa de la FAO, apoyado por la Agencia Sueca de Cooperación
Internacional para el Desarrollo, trabajó para hacer que las cadenas de valor
agroalimentarias fueran más inclusivas para los jóvenes rurales en cinco
países: Guatemala, Kenya, Ruanda, Senegal y Uganda.
Promover oportunidades de
trabajo de calidad ayuda a romper el círculo vicioso de la pobreza y la
exclusión. También demuestra que las personas con discapacidad pueden
desempeñar un papel importante en el desarrollo social y económico de
sus comunidades.
En conjunto, el programa en
Kenya benefició a 64 instituciones, 148 organizaciones juveniles y 3800
jóvenes. Además, ha llegado a más de 14.000 beneficiarios indirectos,
a través de ferias, actividades de sensibilización, diálogos o plataformas
digitales.