Imagen ilustrativa de un mazo de juez.PEXELS/
KATRIN
AGENCIA AFPWashington, Estados Unidos
Un hombre condenado por
homicidio tiene programada su ejecución esta semana en Alabamba, Estados
Unidos, a través del suministro de gas nitrógeno, un método nuevo que Naciones
Unidas ha equiparado con "tortura".
Kenneth Eugene Smith, de 58
años, ha estado tres décadas en el corredor de la muerte tras ser hallado culpable
en 1989 del homicidio de la esposa de un pastor.
Smith será ejecutado este
jueves en la prisión Holman de Atmore, Alabama, mediante la hipoxia de
nitrógeno, un método que nunca se ha utilizado en Estados Unidos.
En 2023 se llevaron a cabo 24 ejecuciones en Estados
Unidos, todas mediante inyección letal.
Smith tuvo ya un intento
fallido de ejecución en 2022, cuando los funcionarios penitenciarios no
consiguieron administrarle con éxito la inyección letal.
La última ejecución con
gas en Estados Unidos tuvo lugar en 1999,
cuando a un condenado por homicidio se le administró gas cianuro de hidrógeno.
Alabama es uno de los tres estados de Estados Unidos
que aprobó el método de hipoxia de nitrógeno, que consiste en suministrar ese
gas a través de una mascarilla hasta privar al cuerpo de oxígeno.
Ravina Shamdasani,
portavoz de la oficina de derechos humanos de la ONU en Ginebra, instó la
semana pasada al estado de Alabama a abandonar los planes de ejecutar a Smith a
través de ese método "incipiente y no probado" que podría
"constituir tortura" según el derecho internacional.
"La
pena de muerte es incompatible con el derecho fundamental a la vida",
afirmó Shamdasani, una postura que tiene la ONU como principio.
El estado de Alabama defendió ante un tribunal su
decisión bajo el argumento de que es "quizás el método de ejecución más
humano que se haya inventado".
Según una reciente
encuesta de Gallup, el 53% de los estadounidenses apoya la pena de muerte para
alguien condenado por homicidio, el nivel más bajo desde 1972.
La pena capital ha sido
abolida en 23 estados de Estados Unidos, mientras los gobernadores de otros
seis (Arizona, California, Ohio, Oregón, Pensilvania y Tennessee) mantienen
suspendido su uso.