Agricultores conducen sus
tractores por una carretera, el lunes 29 de enero de 2024, rumbo a París, cerca
de Chamant, al norte de la capital. (AP Foto/Matthieu Mirville)
(Matthieu Mirville / Associated Press)
JOSSIGNY,
Francia —
Agricultores inconformes
usaron el lunes cientos de tractores y montañas de pacas de heno para bloquear
los accesos a la capital de Francia y presionar al gobierno sobre el futuro de
su industria, la cual ha sufrido las repercusiones de la guerra en Ucrania.
El bloqueo de las
principales vías hacia París — sede de los Juegos Olímpicos de verano en seis
meses — y las manifestaciones en distintos puntos del país prometen otra
complicada semana para el nuevo primer ministro Gabriel Attal, menos de un mes
después de que asumió el cargo.
Los manifestantes señalaron
que las medidas a favor de la industria agrícola que Attal implementó la semana
pasada fueron insuficientes y que la producción de alimentos debería ser más
lucrativa, sencilla y justa.
Los granjeros respondieron el lunes con una caravana
de tractores, remolques e incluso trilladoras en lo que calificaron como un
“sitio” a París con el objetivo de obtener más concesiones. Algunos de los
manifestantes se presentaron con reservas de agua y alimentos y tiendas de
campaña para permanecer en los bloqueos en caso de que el gobierno no ceda
terreno.
“Venimos a defender la agricultura francesa”, dijo
Christophe Rossignol, un granjero de 52 años dedicado a hortalizas orgánicas y
otros cultivos. Los tractores en el bloqueo al este de la capital se
estacionaron para formar lo que desde el aire parecía una espiga de trigo.
“Vamos de crisis en crisis”, declaró Rossignol.
Algunos de los vehículos llevaban pancartas con leyendas como “Sin los
granjeros no hay comida” y “Nuestro fin sería su inanición”.
El gobierno anunció el despliegue de 15.000 policías,
principalmente en la región de París, para detener cualquier intento de los
manifestantes de ingresar a la capital. También se estacionaron agentes y
vehículos blindados en la central de abastos de París, el mercado Rungis.
Los agricultores de la vecina Bélgica también
levantaron barricadas para impedir que el tráfico llegara a algunas carreteras
principales, incluida la entrada a la capital, Bruselas.
Los agricultores franceses afirman que el aumento de
los precios de los fertilizantes, la energía y otros insumos para el cultivo y
la alimentación del ganado ha mermado sus ingresos.
Los manifestantes también sostienen que el sector agrícola francés, masivamente subvencionado, está excesivamente regulado y se ve perjudicado por las importaciones de alimentos procedentes de países donde los productores agrícolas tienen menores costos y menos restricciones. Rousseau puso como ejemplo a los productores de azúcar ucranianos, y señaló que el aumento de sus exportaciones a Europa desde la invasión rusa en febrero de 2022 es “insostenible” para sus homólogos europeos.
Leicester informó desde Le Pecq, Francia. El
periodista de AP Mark Carlson, en Halle, Bélgica, contribuyó a este despacho.