Gente
asiste a votar sobre el referendo venezolano en una
disputa territorial con Guyana en Caracas, Venezuela, el vienes pasado.(AP FOTO/MATIAS DELACROIX)
AGENCIA APCaracas, Venezuela
Los venezolanos votaron
ayer domingo en un referendo convocado por el presidente Nicolás Maduro para
reclamar soberanía sobre una gran franja de la vecina Guyana, argumentando que
el territorio rico en petróleo y minerales fue robado cuando se trazó la
frontera hace más de un siglo.
Guyana considera que el referendo es un paso hacia la
anexión y que la votación tiene nerviosos a sus habitantes. En la consulta se
pregunta a los venezolanos si apoyan el establecimiento de un nuevo estado en
el territorio en disputa, conocido como Esequibo, en el cual Venezuela otorgará
ciudadanía a los residentes actuales y futuros, rechazando a la jurisdicción
del máximo tribunal de Naciones Unidas para resolver el desacuerdo entre los
dos países sudamericanos.
No está claro cómo
pretenden las autoridades venezolanas concretar esa idea de ejercer
jurisdicción sobre ese territorio una vez lo declare parte de Venezuela,
actualmente conformada por 23 estados y un distrito capital.
“Hoy vamos a salir más fuertes como país, hablar duro,
claro, poderoso y la voz de Venezuela se va hacer una sola, aquí está
decidiendo un pueblo”, señaló Maduro tras votar de primero, como es su
costumbre, en un centro de sufragio ubicado en el Fuerte Tiuna de Caracas —el
mayor complejo militar del país.
El mandatario acudió
acompañado de su esposa y varios de sus más cercanos colaboradores, entre ellos
la vicepresidenta Delcy Rodríguez.
“Nosotros estamos
resolviendo por la vía constitucional, pacífica y democrática un despojo
imperial de 150 años”, aseveró.
En un recorrido por la capital venezolana que realizó
The Associated Press en los centros de votación se podían ver filas de 30
personas y en algunas de ellas los electores pasaban directo a las mesas
vacías, en contraste de otros procesos cuando desde las primeras horas de la
mañana cientos de personas se aglomeraban para sufragar.
“Vine a votar porque el
Esequibo es nuestro y espero que sea lo que sea que vaya a hacer, se medite
bien y se tenga en mente nunca poner en riesgo la paz”, dijo Juan Carlos Rodríguez,
un comerciante de 37 años que aprovechó para votar temprano luego de ver que
frente a su recinto de votación, en el centro de Caracas, apenas había un
puñado de personas en fila.
En una declaración a la
hora de cierre de los centros de votación, prevista originalmente para las 6:00
de la tarde (2200 GMT), Elvis Amoroso, presidente de la directiva del Consejo
Nacional Electoral (CNE), anunció “la decisión de prorrogar hasta dos horas más
este proceso electoral”, argumentando que ante ”la participación masiva que
hemos visto”, la votación se extenderá en las mesas en que existan electores
por sufragar.
En contraste, Ángela Albornoz, de 62 años, integrante
de las organizaciones de base del partido gobernante conocidas como “jefes y
jefas de comunidad”, dijo a la AP que calculaba que entre 23% y 24%, del total
de electores acudieron a su centro de votación en el oeste de Caracas. Esa
cifra de participación está por debajo de sus expectativas para un proceso que
convocó a todos los venezolanos, “sin importar el color” político.
El presidente de Guyana,
Mohamed Irfaan Ali, reconoció el domingo que muchos guyaneses ven con recelo el
referendo y en un mensaje a la nación trató de calmarlos.
Afirmó que “no tienen
nada que temer en las próximas horas, días y meses”. Añadió que Guyana está
utilizando la diplomacia como su “primera línea de defensa” y está trabajando
continuamente para garantizar que sus “fronteras permanezcan intactas”.
“No voy a entrar en la
política interna de Venezuela ni en su formulación de políticas, pero quiero
advertir a Venezuela que esta es una oportunidad para que demuestren madurez,
una oportunidad para que demuestren responsabilidad, y los convocamos. una vez
más para unirse a nosotros para... permitir que el estado de derecho funcione y
determine el resultado de esta controversia”, acotó Ali.
ESEQUIBO
Venezuela y Guyana se
disputan el denominado Esequibo, un territorio continental de unos 159,500
kilómetros cuadrados (61,600 millas cuadradas), que los venezolanos reclaman
como suyo desde 1897, puesto que esa región estaba bajo su jurisdicción durante
la colonia española.
Desde 2015 ambos países han
enfrentado sucesivas fricciones a consecuencia de las exploraciones petroleras
que realiza una subsidiaria de la estadounidense Exxon Mobil en parte del área
en disputa.
El gobernante venezolano ha
declarado que son ilegales las concesiones petroleras otorgadas por Georgetown
en áreas marítimas frente al Esequibo, argumentando que Guyana no tiene
jurisdicción en esas áreas marítimas que están aún sin delimitar.
Maduro insiste en la
postura histórica de Venezuela de resolver el litigio mediante negociaciones en
el marco del llamado Acuerdo de Ginebra suscrito con Reino Unido el 17 de
febrero de 1966, justo 98 días antes de lograr su independencia. En ese
entonces, Londres reconoció el reclamo de Venezuela, abriendo la posibilidad de
encontrar un arreglo diplomático y satisfactorio para las partes.
En 2016, el ahora ex
secretario general de la ONU Ban Ki-moon reforzó el proceso de buenos oficios,
que se remontaba a 1990, y advirtió entonces que si para finales de 2017 no se
daba un avance importante en el caso del Esequibo, debería llevarse ante la
Corte Internacional de Justicia. Ese día finalmente llegó.
En 2018, Guyana inició una
demanda ante la CIJ para que ratifique el fallo de 1899, cuando Guyana era una
colonia británica en la región. En abril, la Corte emitió una sentencia contra
Venezuela y se declaró competente para seguir con el caso.
Maduro ha exhortado
repetidamente al secretario general de la ONU, António Guterres, a que renueve
sus buenos oficios para reactivar el diálogo bilateral. Guyana descarta esa
opción.
El gobierno guyanés —que
cataloga la iniciativa venezolana como una “amenaza existencial” ideada para
allanar el camino hacia la anexión de dos terceras partes de su país— pidió a
la Corte Internacional de Justicia el 14 de noviembre que emitiera urgentemente
una serie de órdenes, siendo una de ellas la de detener el referendo en su
forma actual y eliminar tres de las cinco preguntas.
La corte ordenó el viernes
a Venezuela que se abstenga de adoptar medidas que alteren el control de Guyana
sobre el Esequibo, aunque no se pronunció explícitamente sobre el referendo.
Pese a catalogar el
dictamen de la CIJ como una victoria, asumiendo que el máximo tribunal de la
ONU desechó las solicitudes de Guyana, Venezuela insistió que “de ninguna
manera implica” el reconocimiento del máximo tribunal de Naciones Unidas como
medio de resolución de la disputa territorial.
Si bien la corte
previamente falló que la causa tiene mérito y que la CIJ tiene jurisdicción en la
disputa, pueden pasar años antes que emita un dictamen definitivo y vinculante.