europa press Bruselas, Bélgica.
La Unión Europea ha logrado
a pocos minutos de que acabara este viernes, tras más de 35 horas de
negociación, cerrar un acuerdo histórico para fijar las primeras reglas con
las que limitar los riesgos de la Inteligencia Artificial (IA) que
previsiblemente podrá entrar en vigor a partir de 2026.
"Hemos logrado la
primera regulación internacional de Inteligencia Artificial del mundo, nos
sentimos muy orgullosos", ha celebrado la secretaría de Estado de
Digitalización e Inteligencia Artificial, Carme Artigas, quien ha viajado a
Bruselas para liderar estos días el equipo negociador del Consejo, en tanto que
presidencia de turno española.
Los negociadores del
Parlamento Europeo, Comisión Europea y del Consejo (gobiernos) iniciaron el
miércoles la que estaba llamada a ser la última ronda de negociación para un
acuerdo que finalmente no ha llegado hasta última hora del viernes, tras
superar los últimos escollos respecto a la vigilancia biométrica y su uso por
parte de las fuerzas de seguridad.
La norma ofrece un enfoque basado en el riesgo que
categoriza los niveles de riesgo y las restricciones que deben acompañar en
función de la escala, lo que implica la prohibición en casos de riesgo "inasumible", como los sistemas de
categorización biométrica, la extracción no dirigida de imágenes para crear bases
de datos de reconocimiento facial, el reconocimiento de emociones, sistemas de
puntuación social o sistemas que manipulan el comportamiento.
Con todo, se prevén una
serie de estrictas excepciones que permitirán el uso de sistemas de vigilancia
biométrica en espacios públicos, siempre que haya orden judicial previa y para una lista de delitos estrictamente definidos.
De este modo, la
supervisión biométrica en tiempo real se limitará en tiempo y ubicación y ello
sólo para la búsqueda selectiva de víctimas de secuestro, trata o explotación
sexual, para evitar una amenaza terrorista específica y presente y para
localizar o identificar a un sospechoso de haber cometido un delito de los
recogidos en la norma.
El Parlamento Europeo llegó con una larga lista de
usos prohibidos pero el Consejo presionó para que algunos de los sistemas
señalados no fueran vetados de salida sino catalogados como de alto riesgo y
ajustar las restricciones.
Artigas ha defendido que
este cambio "no supone que se podrá
hacer lo que se quiera" porque con el paso a la categoría de alto
riesgo también se les acompaña de estrictas salvaguardas como la precondición
de tener orden judicial para su uso o contar con evaluaciones de impacto en los
derechos fundamentales.
También quedan definidos
los sistemas de IA autorizados pero considerados de muy alto riesgo por su
importante impacto en la salud, la seguridad, los derechos fundamentales, el
medio ambiente y el Estado de derecho.
Los sistemas de Inteligencia Artificial utilizados
para influir en el resultado de las elecciones y el comportamiento de los
votantes también se clasifican como de alto riesgo, y los ciudadanos tendrán
derecho a presentar quejas y recibir explicaciones sobre las decisiones basadas
en sistemas de IA de alto riesgo que afecten a sus derechos.
Otra de las claves ha
sido cómo introducir reglas específicas para los modelos fundacionales, como
las plataformas ChatGPT o DALL-E, que vieron la luz después de que la Comisión
Europea presentara su primera propuesta de regulación por lo que este capítulo
se ha ido desarrollando en el curso de la negociación.
La legislación pionera
también prevé sanciones para los
incumplidores que irán desde los 35 millones de euros o el 7 por ciento del
volumen de negocio global hasta los 7,5 millones, en función del tamaño de
la compañía.
El objetivo de la nueva regulación europea es fijar
estándares de seguridad y de derechos fundamentales que eviten que la
tecnología se use con fines represivos, de manipulación o discriminatorios;
pero sin que se traduzca en una hiperregulación que lastre la competitividad de
la Unión Europea.
ACUERDO HISTÓRICO
La presidenta del
Parlamento Europeo, Roberta Metsola, ha reaccionado en las redes sociales
inmediatamente para celebrar el "momento histórico" porque la UE
contará con una legislación "vanguardista,
responsable, integral y que marcará estándares globales".
Mientras, la jefa del
Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, ha destacado que se trata de un
marco legal que permitirá "el desarrollo de una Inteligencia Artificial en
la que se puede confiar".
"¡Acuerdo!", ha
escrito en las redes sociales el comisario de Industria y Servicios Digitales,
el liberal francés Thierry Breton, junto a un gráfico para destacar que la
Unión Europea es la única región del mundo con una regulación.
Tras el acuerdo político
alcanzado este viernes, la nueva normativa necesita aún la adopción formal por
parte del Consejo y del pleno del Parlamento Europeo para ser ley.
"¡Lo
logramos!", ha celebrado, por su parte, la
vicepresidenta de la Comisión Europea encargada de Estado de derecho, Vera
Jourova, quien, recordando el resultado de una prueba que hizo en días pasados
con ChatGPT, ha celebrado que la nueva Ley de Inteligencia Artificial sea
"el portero en la fiesta de la innovación que deja entrar solo a las IA
más geniales, seguras y responsables".