El director ejecutivo
de la WTA Steve Simon durante una entrevista en las Finales de la WTA, en Fort
Worth, Texas.AP
agencia apNueva York
Steve Simon renunciará al
cargo de director ejecutivo de la WTA, pero permanecerá en el circuito femenino
de tenis como presidente ejecutivo como parte de una reestructuración que,
según dijo, llevaba meses gestándose y que no tiene que ver con las quejas de
las jugadoras durante el torneo de fin de temporada el mes pasado.
Los inminentes cambios en la directiva de la WTA
también incluyen la contratación de un director ejecutivo que reportará a
Simon, así como el director de WTA Ventures, el brazo comercial junto al fondo
CVC Capital Partners que se estableció este año. El presidente Micky Lawler
dejará el cargo y no será reemplazado.
Simon dijo que “nuestra
preferencia” es que “encontremos una mujer candidata” para la posición de
directora ejecutiva.
Había estado al frente de la WTA desde que reemplazó a
Stacey Allaster en 2015; Lawler estuvo en la función de ella desde 2014.
“Mi objetivo se enfocará,
desde luego, en la gestión. Administrar las respectivas juntas directivas y
consejos. Trabajar director con los CEOs a cargo del día a día de la gira. Yo
podré dedicar más tiempo en los asuntos geopolíticos que siguen siendo
preponderantes para el deporte y que afectan el negocio”, dijo Simon en una
entrevista con The Associated Press y la BBC desde la sede de la WTA en St.
Petersburg, Florida. “Dedicaré más tiempo a la dirección estratégica de la
organización y los desafíos que afronta”.
Indicó que el tenis
femenino ha tenido un significativo crecimiento financiera durante su mandato.
“Creo que éramos una operación de 64 millones de
dólares en 2016 y estaremos en los 128 millones este año”, dijo Simon. “Y vamos
a duplicarlo para 2027 con nuestro actual plan de negocios”.
Pero la WTA ha sido
sacudida por varias crisis como la suspensión de los torneos en China debido a
la situación de la jugadora Peng Shuai; la pandemia de coronavirus; y la
incertidumbre que rodea la realización de las Finales de la WTA.
Durante la edición de ese
certamen este año, montado en Cancún, México, del 29 de octubre al 6 de
noviembre tras su designación como sede recién en septiembre, las jugadoras se
quejaron de la pista al aire libre que se instaló para la competencia. La
entonces número uno mundial Aryna Sabalenka señaló que las condiciones
representan “otro nivel de irrespeto”.
Las jugadoras plantearon otras inquietudes en una
carta a Simon y durante dos reuniones con los líderes de la gira. Sus reclamos
incluyeron fijar un ingreso garantizado de dinero y cobertura para licencias de
maternidad y por lesiones. También se quejaron por un previsto cambio en el
reglamento que haría obligatoria la participación en determinados torneos.