La productora Rosalva Cuaxospa camina entre sus flores de Nochebuena, o poinsettias, en un invernadero de San Luis Tlaxialtemalco, Ciudad de México, el jueves 14 de diciembre de 2023. (Marco Ugarte / Associated Press)
SANTA FE, Nuevo México, EE.UU. — Al igual que los árboles de Navidad, Santa y los renos, la poinsettia ha sido desde hace tiempo un símbolo omnipresente de la temporada navideña en Estados Unidos y Europa.
Pero ahora, casi 200 años
después de que la planta de brillantes hojas carmesí fuera introducida al norte
del Río Grande —o Río Bravo, como se le conoce en México_, la atención vuelve a
centrarse en los orígenes de la poinsettia y en la accidentada historia de su
nombre.
Esto es lo que hay que
saber:
¿DE DÓNDE VIENE EL NOMBRE
DE POINSETTIA?El nombre “poinsettia” procede del botánico y estadista
aficionado Joel Roberts Poinsett, que encontró la planta en 1828 en un viaje
durante su mandato como primer ministro de Estados Unidos a un México recién
independizado.
Si bien Poinsett es conocido por introducir la planta
a Estados Unidos y Europa, su cultivo, bajo distintos nombres en lenguas
indígenas y español, se remonta al imperio azteca en lo que hoy en día es
México hace 500 años.
Entre las comunidades de habla náhuatl de México, la
planta se conoce como cuetlaxóchitl, que significa “flor que se marchita”. Es
una descripción acertada de las finas hojas rojas de las variedades silvestres
de la planta que alcanzan más de 3 metros (10 pies) de altura.
Los mercados navideños de América Latina rebosan de la
planta en maceta conocida en español como “flor de Nochebuena”, que está ligada
a las celebraciones de la noche anterior a la Navidad. El nombre de
“Nochebuena” se remonta a los primeros frailes franciscanos que llegaron de
España en el siglo XVI. Los españoles la llamaban “tela escarlata”.
Abundan los apodos adicionales: “Santa Catarina” en
México, “estrella federal” en Argentina y “penacho de Inca” en Perú.
Atribuido en el siglo XIX, el nombre latino, Euphorbia
pulcherrima, significa “la más bella” de un género diverso con una savia
lechosa de látex.
La demanda se extendió a Europa. El siglo XX trajo
consigo la producción industrial de poinsettias en medio de una horticultura
astuta y la mercadotecnia hollywoodiense de los viveristas padre-hijo del
rancho Ecke, en el sur de California.
LAS RAÍCES MEXICANAS DE LAS POINSETTIAS
En los últimos años, biólogos mexicanos han rastreado
el tronco genético de las plantas de poinsettia estadounidenses hasta una
variante silvestre en el estado de Guerrero, en la costa mexicana en el
Pacífico, verificando así la tradición sobre el encuentro crucial de Poinsett
allí. Los científicos también están investigando una rica e inexplorada
diversidad de otras variantes silvestres, en un esfuerzo que puede ayudar a
evitar la caza furtiva de plantas y el robo de información genética.
La flor sigue creciendo en estado salvaje a lo largo
de la costa mexicana en el Pacífico y en partes de Centroamérica hasta Costa
Rica.