Ana Maria Schule ondea su bandera después de prestar juramento de lealtad durante una ceremonia de naturalización realizada por el USCIS (Servicios de Ciudadanía e Inmigración de EUA) en el Monumento Nacional Cabrillo el 24 de junio de 2020 en San Diego, California. Las ceremonias se pospusieron en San Diego desde febrero debido a la pandemia del COVID-19.(Eduardo Contreras / The San Diego Union-Tribune)
La pasión y la
efervescencia política van en aumento a medida que nos acercamos a las elecciones
presidenciales de 2024, tanto en México (2 de junio) como en Estados Unidos (5
de noviembre).
Uno de los temas que
acompaña cíclicamente la narrativa política en ambos países es su relación
bilateral, particularmente sus respectivas políticas sobre movilidad humana. Es
entendible, ya que compartimos una de las fronteras más transitadas del mundo,
por la que cruzan cada día, legalmente, más de un millón de personas y 400 mil
vehículos, en ambos sentidos.
Durante 200 años, México y
Estados Unidos han construido, paso a paso, una relación bilateral madura,
institucional y estrecha.
Este año celebramos el bicentenario
del establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países. Estados
Unidos fue el primer país del mundo en reconocer a México como una nación
independiente. Desde entonces, México se ha convertido en un aliado y socio
estratégico de Estados Unidos, consolidándose como su principal socio comercial
a nivel mundial. El comercio bilateral genera millones de empleos a ambos lados
de la frontera y asciende a más de un millón de dólares cada minuto.
Al mismo tiempo, los mexicanos son el grupo nacional
más grande dentro de la población latina en Estados Unidos (37.2 millones),
representando el 60 por ciento de los hispanos en Estados Unidos. Esto explica
por qué México tiene 53 oficinas consulares en Estados Unidos: la máxima
prioridad de nuestra política exterior es la protección de los derechos e
intereses de los mexicanos en el exterior.
Con un número cada vez mayor de migrantes que se desplazan
por todo el mundo, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 18 de
diciembre (hoy) como el Día Internacional del Migrante, para celebrar su
contribución al desarrollo. En este sentido, hoy honramos a los mexicanos en
Estados Unidos porque aquí generan empleos, apoyan empresas, contribuyen con
impuestos, pagan seguridad social y representan comunidades trabajadoras que
construyen prosperidad.
San Diego es uno de los mejores ejemplos de
integración binacional. La población total de la región fronteriza entre ambos
países es de aproximadamente 15 millones de personas, divididas en partes
prácticamente iguales en cada país. San Diego representa el 40 por ciento de la
población fronteriza de Estados Unidos.
ción total del condado de San Diego.
La llamada mega región binacional Cali-Baja se
beneficia de intercambios económicos, sociales y culturales que se registran
diariamente a través del movimiento de personas y bienes entre ambos países.
Para facilitar el flujo de personas y vehículos e
impulsar el comercio por vía terrestre, el Gobierno de México se asoció con el
Gobierno de California (Departamento de Transporte o Caltrans), así como con la
Asociación de Gobiernos de San Diego, conocida como Sandag, para hacer una
realidad la segunda garita al Este de la Mesa de Otay, también conocida como
Otay II. México se ha propuesto terminarlo en 2024, consciente de su potencial
para reducir significativamente la emisión de gases tóxicos y los tiempos de
espera en los cruces. El nuevo cruce terrestre requerirá un cobro de peaje, a
cambio del cual, garantizará un tiempo de espera de 20 minutos aproximadamente.
Se estima que el ingreso por concepto de peaje —a largo plazo— para ambos
países será de aproximadamente $6800 millones , hasta 2062.
Ambos gobiernos están comprometidos también con
mejorar el medio ambiente de la región. Invertirán conjuntamente alrededor de
$474 millones en proyectos de infraestructura de saneamiento del agua en
Tijuana y San Diego. En una reciente visita a Tijuana tuve la oportunidad de
recorrer la planta de tratamiento de aguas residuales de San Antonio de los
Buenos, la cual será completamente renovada. Así, uniremos esfuerzos a través
de la planificación, diseño, construcción y rehabilitación de infraestructura
de aguas residuales en la región transfronteriza.
En el ámbito turístico, San Diego recibió el año
pasado 3.2 millones de visitantes provenientes de México. Para fomentar la actividad,
hace ocho años, un grupo de empresarios regionales invirtió millones de dólares
en uno de los proyectos transfronterizos más innovadores que simboliza la
colaboración binacional. Cross Border Xpress (CBX), el puente peatonal que
conecta San Diego con 41 destinos en México a través del Aeropuerto
Internacional de Tijuana, ha alcanzado este año la cifra de 20 millones de
pasajeros (55% de ellos residentes en Estados Unidos).
Hacia el sur, 1.5 millones de ciudadanos
estadounidenses viven en México y nuestro país sigue siendo el principal
destino internacional para los viajeros estadounidenses.
En esta conversación, la cultura y las artes son
esenciales para la dinámica, el diálogo y el entendimiento regionales. Una
iniciativa global ha designado a las ciudades de Tijuana y San Diego como la
Capital Mundial del Diseño para 2024, una oportunidad real para construir una
visión duradera para una región internacional con una población metropolitana
conjunta de 7 millones.
Esta designación, otorgada por primera vez a dos
ciudades vecinas (de dos países), es evidencia de que ambos pueden trabajar
conjuntamente en proyectos creativos e innovadores para beneficiar a sus
poblaciones a través de la integración regional en ambos lados de la frontera.
González
Gutiérrez es
el cónsul general de México en San Diego.