Manifestantes marchan contra las medidas de ajuste económico en Buenos Aires, Argentina, ayer 20 de diciembre de 2023.(AP FOTO/GUSTAVO GARELLO)
agencia apBuenos Aires, Argentina
En un claro desafÃo al
nuevo protocolo de seguridad del gobierno de Argentina que prohÃbe los cortes
de calles, miles de personas convocadas por organizaciones polÃticas y sociales
izquierdistas se manifestaron ayer miércoles en Buenos Aires en la primera protesta
contra las polÃticas de ajuste del presidente Javier Milei.
Manifestantes y efectivos de seguridad se trenzaron en
un breve choque a golpes de puño y empujones en una avenida capitalina donde
los primeros se habÃan congregado para iniciar su marcha hacia la Plaza de
Mayo, destino final de la movilización.
Una columna encabezada
por dirigentes polÃticos de izquierda ocupó esa y otra vÃa cercana mientras sus
integrantes gritaban “la calle es nuestra la p... que te parió” y consignas
contra el gobierno. A la vez sostenÃan sus pancartas en contra del ajuste con
el que Milei pretende reducir drásticamente el déficit fiscal.
La policÃa intentaba reducir el espacio por el cual
podÃan avanzar.
Mientras tanto, Milei
monitoreaba la situación desde el departamento de la PolicÃa, acompañado de
varios funcionarios de su gobierno.
La ministra de Seguridad,
Patricia Bullrich, habÃa advertido previamente que el gobierno estaba decidido
a impedir los piquetes en la vÃa pública, aunque también acotó que éste es el primer
dÃa de prueba del nuevo protocolo.
"Que se manifiesten
las veces que quieran, vayan a las plazas... Pero las calles no se cortan. Hoy
comienza (el protocolo). No hay que esperar hoy el 100% de éxito, hay que saber
que comienza un camino que es sin vuelta atrás”, aseveró la funcionaria al canal
de cable Todo Noticias sobre la prueba de fuego que enfrenta el flamante
presidente Milei, un economista de ultraderecha que lidera el partido La
Libertad Avanza y llegó a la polÃtica hace tan solo dos años.
REPUDIO DEL PLAN DE AJUSTE
A 10 dÃas de jurar la
presidencia, su plan de ajuste para atajar la inflación de más de 161% anual y
enderezar la economÃa ha sido repudiado por polÃticos opositores, sindicatos,
dirigentes humanitarios y organizaciones sociales que agrupan a desempleados y
trabajadores precarios.
El plan incluye una
devaluación del peso de más del 50%, el despido de empleados públicos, la
suspensión de la obra pública y la reducción de los subsidios al transporte y a
la energÃa con el subsiguiente aumento de las tarifas.
Eduardo Belliboni, referente del Polo Obrero (PO) —uno
de los principales convocantes a la marcha—, afirmó a su llegada a la Plaza de
Mayo que los manifestantes se toparon con "un dispositivo represivo
enorme".
“Vinieron armados hasta
los dientes, les pegaron a los periodistas, a manifestantes, pero logramos
quebrar ese cerco represivo”, sostuvo indignado.
El dirigente del Polo
Obrero afirmó que los participantes en la protesta avanzarán por las calles.
“Es por donde se moviliza la gente en todos los lugares del mundo... ¿Por dónde
vamos a meter 50.000 personas?”.
Manifestantes sostenÃan
carteles de protesta en contra del ajuste que rezaban “los números tienen que
cerrar con la gente adentro”.
La jubilada Marta MartÃnez,
que se encontraba situada en una vereda, dijo que venÃa a la marcha a defender
sus derechos “que hoy son totalmente pisoteados”. "Vengo a defender los
derechos de niños y abuelos, aquellos que lo necesiten, en contra de todos los
que nos están saqueando, que son los mismos que nos saquearon previamente".
“Este protocolo es una
vergüenza....yo no tengo miedo; tengo 70 años. Sé que me corresponde y es mi
deber porque a mis hijos quiero dejarles una patria grande”, sostuvo MartÃnez.
La policÃa patrullaba por
la mañana en los accesos a la capital y en las estaciones de tren adonde
llegaron los manifestantes desde las localidades cercanas en el marco del nuevo
plan de seguridad que habilita a las fuerzas federales a desalojar a los
manifestantes que impidan el tránsito de personas o vehicular en forma parcial
o total.
PolÃticos, sindicatos y
organismos humanitarios que apoyan la marcha han denunciado ante Naciones
Unidas y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que el gobierno busca
criminalizar el derecho a la protesta y apuntan que este se encuentra reconocido
en la Constitución y en los tratados internacionales de derechos humanos.
La movilización se celebra
además en conmemoración del 22 aniversario de una protesta en 2001 en contra
del gobierno del entonces presidente Fernando de la Rua que dejó decenas de
muertos a causa de la represión policial.
En sintonÃa con las
autoridades nacionales, la alcaldÃa capitalina indicó que los manifestantes no
podrán cubrirse el rostro, portar palos o elementos contundentes y movilizarse
con niños.
Las medidas con las que las
autoridades pretenden mantener el orden en las calles contemplan la
identificación de aquellos que las corten, lo que implicará que dejen de cobrar
ayudas estatales.
EL QUE CORTA, NO COBRA
Milei reforzó esta
intención posteando en su cuenta de Instagram la imagen de una pantalla
informativa en una estación ferroviaria de la capital que advierte “el que
corta, no cobra”.
Buenos Aires es epicentro
de protestas regulares, algunas bloqueando las calles durante dÃas, lo que ha
motivado una creciente corriente de opinión pública en contra de este tipo de
manifestaciones. Una encuesta reciente del Observatorio de PsicologÃa Social
Aplicada de la Universidad de Buenos Aires indicó que 65% de los encuestados
está de acuerdo con prohibir los bloqueos. El sondeo tiene un margen de error
de 1,5 puntos porcentuales.
El portavoz presidencial
Manuel Adorni apuntó en contra de Belliboni y otros dirigentes de izquierda que
convocaron a la protesta.
“Todas las organizaciones
que están convocando a la marcha son aquellas que efectivamente actúan de
intermediarias entre planes (sociales) y beneficiarios. Entendemos que detrás
de eso hay un gran negocio. El Polo Obrero maneja una caja de 5,461 millones de
pesos (unos 663,000 dólares), siempre extorsionando o maltratando a la gente
que necesita los planes", sostuvo el funcionario.