Cesarina Figuereo Abreu, una hermana del prófugo, en su
negocio de expendio de comida en Cambita.
Recostado en un mueble de una pequeña casa de madera
pintada de azul y verde, ubicada en Cambita Garabitos, estaba el padre de José
Antonio Figuereo Bautista, de alias “Kiko la Quema”, quien trataba de acomodar
su espalda sobre un cojín.
El hombre, de 85 años, contó que siempre se mantiene
en ese lugar, “tranquilo”, a espera de la visita de su hijo.
Vestido de franela blanca
y pantalones color crema, se notaba como trataba de comprender lo que se le
decía, algo sobre lo que Cesarina Figuereo Abreu, su segunda hija, y Miledis
Figuereo, la tercera, explicaron que además de que casi no se entiende mucho lo
que dice, por su edad, también tiene problemas de la vista, ya no puede ver
bien. Es Milides la encargada de su atención.
La familia de “Kiko la Quema” reside en dos casas de
madera, una delantera a la que llama “casa materna”, y a la otra, en la parte
atrás, “la casa paterna”.
Junto a estas comparten
un pequeño baño, en una esquina trasera del terreno donde están las casas.
Hasta el momento, “Kiko
la Quema” sigue prófugo y la policía de Cambita Garabitos continúa su búsqueda
con varias órdenes judiciales de arresto por robos, microtráfico, cobros
compulsivos, extorsión, tráfico de armas, invasión de terrenos y lavado de activos,
según un informe policial.
El jueves pasado, la policía detuvo a varios de sus
familiares, entre ellos una hija de éste, de 14 años, según denunciaron ante
Listín Diario residentes en Cambita Garabitos.
Otra fue su hermana,
Cesarina Figuereo Abreu, quien el pasado viernes, mientras estaba atendiendo su
negocio de expendio de comida, la policía llegó y se la llevó.
“Mi negocio tan
florecido, tan bonito, propio, que de esto es que yo vivo”, fueron las palabras
de Cesariana, mientras hablaba con reporteros de Listín Diario que llegaron a
su residencia.
Dijo que desde el viernes ha mantenido su negocio
cerrado y, para que la liberaran, tuvo que buscar un abogado, aunque la
fiscalía de la zona la citó para ir el próximo martes, a las 9 de la mañana,
sin saber cuál es el caso.
Con evidencias de
desespero, la mujer dijo no saber “qué caso me irán a poner ellos, por ser
hermana de Kiko”.
Al decir que las
autoridades han estado arrestando a gente inocente, agregó que está defendiendo
el honor de gente seria “y de muchachos serios que nunca se habían visto
envueltos en eso”.
Mencionó a su sobrino de 18 años, por “hacerle un
expediente como que si fuera un delincuente, un muchacho que le da epilepsia”.
Explicó que mientras era conducida al destacamento vio cuando lo llevaban esposado para, supuestamente, “hacerle un diagnóstico médico”. Por: Nicolle Collado, Listín Diario