El agua acumulada en un gran hueco en la vereda de la "Cañada de Bonavides" se desplomó por efectos de las lluvias e inundó los caseríos y pequeños negocios a todo el alrededor.
A pesar de que hace pocos
días el presidente Luis Abinader inauguró el proyecto Nuevo Domingo
Savio, en el sector La Ciénaga, el derrumbe de la Cañada de
Bonavides, ocurrido el pasado mes de noviembre, aún no se ha trabajado para
despejar las obstrucciones, lo que ha sido causante de inundaciones en
las viviendas situadas en la línea de recorrido de ese desaguadero.
Todavía a esta fecha, los residentes en esa zona
mantienen vida la ilusión de que la Corporación del Acueducto y Alcantarillado
de Santo Domingo (CAASD) irá a intervenir
el lugar.
La noche del pasado lunes, una vez más, el hueco
gigante que quedó de noviembre, se desplomó por las
“Gracias a Dios que en ese momento no había gente
arriba de eso”, fueron las palabras de Pablo Castro, un vecino del asentamiento
humano.
Castro marcó rasgos de
tristeza en su rostro al relatar los eventos ocurridos el lunes último, cuando
se produjo la nueva crecida de la cañada.
Castro expresó con
angustia como el lunes la Cañada de
Bonavides se volvió “un solo río” y afectó varias casas.
“Ellos vienen a revisarlo, tiran fotos y se van”,
criticó José Villar, quien se encontraba abriendo su pequeño puesto de
empanadas, ubicado al lado del lugar donde está la concavidad.
La inundación le daño un frízer propiedad de Villar,
lo que implica más pérdidas e incertidumbre para este hombre.
“Estoy abriendo ahora
porque tuve que limpiar primero”, expresó Villar.
Juana Linares, una vecina
del sector, manifestó que está cansada de hablar de la vereda y que ya el agua
llega hasta las ventanas de su casa.
“Bueno mija, yo veo que por
aquí es imposible”, dijo. Indicó que sus hijos y nietos no pudieron asistir a
la escuela a causa de la inundación.
ESCUELAS AFECTADAS
En el Centro
Educativo Loyola, los estudiantes, junto a una maestra, tuvieron que mover
su actividad de fin de año a una capilla porque el agua de la cañada llegó
hasta las aulas de la escuela.
La maestra, quien prefirió omitir su nombre, dijo que
teme que la crecida de la Cañada de Bonavides afecte más el área.
PREVENIDOS
Pocos residentes del Gran
Santo Domingo que se han estado preparando para las lluvias
pronosticadas en el país. Los que sí lo hacen, han tenido que bloquear
el paso del agua en sus puertas.
Algunos moradores se han
estado colocando pedazos de madera, blocks y trozos de piedras en las puertas
de sus casas para impedir que el agua que corre por las calles entre a sus
casas.
A pesar de colocar ese tipo de materiales, contaron que de todos modos el agua entra a sus casas, dañando inmuebles y electrodoméstico.Nicole Collado, Listín Diario