LeBron James promedia 25.4
puntos, 7.6 rebotes y 7.2 asistencias en la temporada.EFE
agencia efeChicago
LeBron James cumple
este sábado 39 primaveras y lo hace en un momento de su carrera en el que
quizás no sea el mejor de la liga, pero desde luego sí tiene un nivel tan
elevado que sorprende la vigencia con la que aún domina en pista.
El tiempo no pasa por
él y, lejos de plantearse la retirada, el físico y la salud todavía le
acompañan lo suficiente como para pensar en un largo camino de corto más allá
de los 40.
A día de hoy, LeBron está entre los 20
máximos anotadores de la NBA esta campaña con 25,4 puntos por partido, entre
los 10 máximos asistentes con 7,4 por noche y entre los 30 máximos reboteadores
con 7,6 por encuentro. Podrían parecer números normales si no fuera porque se
trata del jugador más veterano de la liga.
En su
temporada número 21 en la NBA, lidera a estos Lakers en puntos y asistencias y
es el segundo máximo reboteador del equipo sólo por detrás de Anthony Davis.
También es el que más triples mete (2.3 por encuentro) con el mejor porcentaje
de acierto, el que más balones recupera junto a Cam Reddish (1.4 de promedio) y
el segundo con más minutos (34.3 por partido).
En la pista hasta que quiera
LeBron tiene
contrato vigente con los Lakers hasta el próximo mes de junio, con la opción de
jugador de ampliarlo por una temporada más a razón de 51,5 millones de dólares.
Esta opción
de salida en su contrato no fue casualidad, sino que se estableció así para
coincidir con la posible primera temporada de Bronny James, su hijo mayor.
LeBron siempre ha manifestado que le gustaría compartir equipo con su
'heredero' y se deja esa puerta abierta como opción de ofrecerse al equipo que
le elija en el draft.
Pero
independientemente de este vínculo familiar, sería extraño ver a LeBron lejos
de Los Ángeles una vez que su vida extradeportiva está tan arraigada en esta
ciudad. Sus negocios e inversiones están en California y sólo la oportunidad de
jugar con Bronny le harían hacer las maletas.
Sobre su retirada,
no hay duda que será después de los 40 años. Si le respetan las lesiones y
disputa la temporada 2024/2025, entraría ya entre los 12 jugadores más
veteranos en jugar en la NBA.
Lo que
parece aún lejano, que no imposible, es que pueda batir el récord absoluto de
longevidad como profesional, que está en manos de Nat Hickey, quien jugó con 45
años y 363 días a finales de los años 40.
La clave estará
también en la próxima negociación de los derechos televisivos de la NBA para
2025, que darán un buen pellizco adicional a los salarios de los jugadores, y
que, por interés mutuo de la liga y la estrella de los Lakers, sería una
negociación más favorable con unos últimos años de "King James" sobre
la mesa.
Un nuevo título para el insaciable LeBron
LeBron y su
escudero Davis volvieron a hacer historia. Ya lo lograron en aquella 'burbuja'
de Orlando en 2020 levantando el título y esta vez fue en Las Vegas para
quedarse con la primera edición del NBA In-Season Tournament.
La NBA lo
agradeció porque una apuesta tan innovadora y transgresora lució mucho más con
los Lakers como primeros campeones y LeBron convertido en el icono de la
primera edición.
Además de ser el
MVP del torneo, LeBron triunfó en Las Vegas, la ciudad en la que ha asegurado
en múltiples ocasiones que le encantaría ser el propietario de un equipo de
expansión de la liga.
LeBron y el conjunto angelino
señalaron esta Copa de la NBA como prioritaria al inicio de temporada y quedó
demostrado al terminarla con todos sus compromisos contados como victorias. El
hecho de que, además, ese éxito ya cuelgue del techo del Crypto.com Arena junto a los 17
títulos de liga es el mejor aval de cara a las próximas ediciones del torneo.
Récords y rumores
Ha sido un año
repleto de titulares vinculados con 'el Rey de la NBA', desde su récord de
puntos superando a Kareem Abdul-Jabbar hasta sus discusiones con Dillon Brooks
en la primera ronda de playoffs dejando fuera a los Grizzlies y llevando a sus
Lakers hasta la final de la Conferencia Oeste.
Por primera vez en
mucho tiempo, el nombre de LeBron estuvo también vinculado con los rumores de
mercado. Una poco creíble retirada, una charla con Kyrie Irving que le llevaría
a jugar con los Mavericks, un futuro en Atlanta o Cleveland para cerrar sus
días como profesional junto a Bronny… Parece sencillo utilizar el nombre de
LeBron.
Fuera de lo
puramente deportivo, si algo ha marcado el año de LeBron ha sido sin duda la
enfermedad de su hijo Bronny. Resuelto el misterio de su equipo en el basket
universitario con su firma por USC en mayo, fue en un entrenamiento con esta
universidad en julio cuando saltaron las alarmas al caer desplomado por un paro
cardiaco.
Ese sueño de padre
e hijo de jugar juntos pasaba a un papel secundario. Fueron meses de
recuperación, dudas sobre su futuro deportivo y actualizaciones por parte de
LeBron en ruedas de prensa para culminar con un final feliz.
Este diciembre Bronny volvió a
las canchas, cinco meses después del gran susto, con su padre en primera fila y
restricción de minutos, dando continuidad al gran sueño de LeBron de jugar
algún día con su hijo.