El papa celebra la misa del gallo con el "corazón" en Belén, donde rugen las armasANDREW MEDICHINI
agencia efeCiudad del Vaticano
El papa Francisco celebró este domingo la tradicional misa del gallo en
la basílica de San Pedro con el "corazón" en Belén, donde, dijo,
"el Príncipe de la Paz sigue siendo rechazado por la lógica perdedora de
la guerra, con el rugir de las armas".
"Y
nuestro corazón esta noche está en Belén, donde el Príncipe de la Paz sigue siendo rechazado por la
lógica perdedora de la guerra, con el rugir de las armas que también hoy le
impiden encontrar una posada en el mundo", dijo el papa al inicio de su
homilía recordando así la guerra en Gaza.
El resto de
la homilía el papa la dedicó al momento del nacimiento de Jesús cuando se realizaba "un censo de toda la
tierra" que, para Francisco, "manifiesta, por una parte, la trama
demasiado humana que atraviesa la historia: la de un mundo que busca el poder y
la fuerza, la fama y la gloria, donde todo se mide con los éxitos y los
resultados, con las cifras y los números".
"Es la
obsesión del beneficio", dijo el papa ante las 6,500 personas que
abarrotaron la basílica, mientras otros miles se encontraban en la plaza
siguiendo la misa en pantallas.
No a la Navidad con una idea pagana
Aseguró Francisco que "existe el riesgo de vivir la Navidad con una idea pagana de Dios, como si fuera un amo
poderoso que está en el cielo; un dios que se alía con el poder, con el éxito
mundano y con la idolatría del consumismo".
Francisco
criticaba así como ya hizo durante el rezo del ángelus durante la mañana la
idea de una fiesta de Navidad que ha caído solo en el consumismo.
La tradicional misa del gallo se celebró como en los años
anteriores a las 19.30 horas (18.30 GMT) y Francisco debido a sus problemas de
rodilla permaneció sentado a un lado del altar, desde donde leyó su homilía.
Por ello fue un diácono quien destapó la imagen del Niño a
los pies del baldaquino de Bernini y la incensó, mientras niños procedentes de
varias partes del mundo depositaron a su lado unas flores y en la plaza de san
Pedro sonaron las campanas para anunciar el nacimiento de Jesús.
También
durante la homilía, el pontífice rechazó "la imagen falsa de un dios
distante e irritable, que se porta bien con los buenos y se enoja con los
malos; de un dios hecho a nuestra imagen, útil solamente para resolvernos los
problemas y para quitarnos los males".
"Él, en cambio, no usa la varita mágica, no es el dios
comercial del todo y ahora mismo. No nos salva pulsando un botón, sino que se
acerca para cambiar la realidad desde dentro", señaló.
Y lamentó que entre los católicos esté arraigada "la
idea mundana de un dios alejado y controlador, rígido y poderoso, que ayuda a
los suyos a imponerse sobre los demás".
Tú no eres un número
Afirmó que para Dios, "que ha cambiado la historia
durante el censo, tú no eres un número, sino un rostro; tu nombre está escrito
en su corazón".
"Pero tú, mirando a tu corazón, a tu rendimiento que no
es suficiente, al mundo que juzga y no perdona, quizás vivas mal esta Navidad,
pensando que no estás a la altura, albergando un sentimiento de fracaso y de
insatisfacción por tus fragilidades, por tus caídas y tus problemas. Pero hoy,
por favor, deja la iniciativa a Jesús, que te dice: Por ti me hice carne, por
ti me hice como tú”, señaló.
Y añadió: "Esta noche el amor cambia la historia. Haz que
creamos, oh Señor, en el poder de tu amor, tan distinto del poder del
mundo".
Jorge Bergoglio volverá mañana a asomarse al balcón de la
Logia central de la basílica de San Pedro del Vaticano, igual que cuando fue
elegido papa en 2013, para leer su mensaje de Navidad e impartir la tradicional
bendición "Urbi et Orbi" (a la ciudad y al mundo).