UNICEF/Annadjib Ramadane MahaFamilia sudanesa refugiada en un pueblo de Chad cercano a la frontera con Darfur.
Unos de nueve millones de
personas necesitan ayuda humanitaria y los informes sugieren que unas 4000
personas han sido atacadas y asesinadas por su origen étnico. La ONU afirma que
Sudán representa la mayor crisis humanitaria del mundo, pero el plan de respuesta
sólo está financiado en un 33%.
El estallido del conflicto
hace siete meses en Sudán ha provocado "la convergencia de una calamidad
humanitaria cada vez peor y una crisis de derechos humanos catastróficos, según
palabras de una alta funcionaria de la ONU. La convulsionada región de Darfur
ha sido particularmente afectada.
Cerca de nueve millones de
personas necesitan ayuda humanitaria y los informes sugieren que unas 4000
personas han sido atacadas y asesinadas por su origen étnico.
Ahora se teme que Darfur
esté volviendo a los años de brutales combates y atrocidades crecientes que
dejaron 300.000 muertos y millones de desplazados hace dos décadas.
¿Qué está ocurriendo ahora
en Darfur? Esto es lo que hay que saber sobre el conflicto.
Mohamed Khalil
¿Cuál es el contexto histórico?
El nombre
"Darfur" deriva de "dar fur", que significa "la tierra
de los Fur" en árabe. La tribu de los Fur gobernó el sultanato islámico de
Darfur hasta el asesinato del último sultán de Darfur en 1916. En la
actualidad, Darfur es hogar de unas 80 tribus y grupos étnicos, incluidas
comunidades nómadas y sedentarias.
Aunque los conflictos
tribales y étnicos no son infrecuentes, la situación se agravó en 2003, cuando
los grupos rebeldes, en particular el Ejército de Liberación de Sudán (SLA) y
el Movimiento por la Justicia y la Igualdad (JEM) se alzaron en armas contra el
gobierno sudanés en protesta por la distribución desigual de los recursos
económicos.
Este conflicto enfrentó a
las fuerzas gubernamentales, apoyadas por milicias aliadas conocidas como Jajaweed,
contra grupos rebeldes que se resistían al gobierno autocrático del
expresidente Omar al-Bashir.
El resultado fue devastador
para Darfur. Unas 300.000 personas perdieron la vida y millones fueron
desplazados, entre ellos 400.000 refugiados que se vieron obligados a huir
a campamentos en el vecino Chad.
En respuesta a estas
atrocidades, la Corte Penal Internacional (CPI) dictó órdenes de detención
contra varios de los altos funcionarios sudaneses, entre ellos Omar al-Bashir,
acusados de crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra en Darfur.
¿Se repite la
historia en Darfur?
Aunque Darfur ha
experimentado periodos intermitentes de reducción de la violencia en los
últimos años, especialmente durante el periodo en que la misión conjunta de la
ONU y la Unión Africana (UNAMID) operó en la región, la situación dio
un giro drástico con el estallido del conflicto en abril de 2023 entre
las fuerzas paramilitares conocidas como Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) y las
Fuerzas Armadas Sudanesas.
En noviembre, Martha Ama
Akyaa Pobee, subsecretaria general de la ONU para África, declaró ante el
Consejo de Seguridad que las hostilidades se habían
"intensificado" y que Sudán "se enfrentaba a la convergencia de
una calamidad humanitaria cada vez peor y una crisis de derechos humanos
catastrófica”.
La intensificación de la
violencia en la región sudanesa de Darfur hace temer que se repitan las
atrocidades cometidas hace dos décadas.
La Oficina del Alto
Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) expresó alarma por los
informes de violencia sexual continua, tortura, asesinatos arbitrarios,
extorsión de civiles y ataques contra grupos étnicos específicos.
En Darfur Occidental,
cientos de personas han muerto en ataques por motivos étnicos perpetrados por
las FAR y milicias aliadas, según el director de derechos humanos de la ONU.
"Estos hechos se hacen
eco de un pasado horrible que no debe repetirse", declaró Volker Türk,
Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, recordando
"meses de sufrimiento, muerte, pérdida y destrucción".
En julio, el fiscal de la
Corte Penal Internacional inició una investigación sobre presuntos crímenes de
guerra y crímenes contra la humanidad en la región, tras el descubrimiento
de fosas comunes de unos 87 miembros de la comunidad étnica Masalit,
presuntamente asesinados por las FAR y milicias afines.