El primer ministro israelí emplazó a salir del
norte Gaza de inmediato.AFP
AGENCIA EFEJerusalén
El Gobierno de Israel
aceptó este martes el acuerdo con el grupo islamista Hamás para la liberación
de 50 secuestrados en la Franja de Gaza, a cambio de la liberación de presos
palestinos y una tregua de cuatro días.
Horas antes del anuncio, Hamás ya había adelantado que
"la pelota" estaba "en el campo de Israel" después de que
el grupo informara de su posición sobre el acuerdo a los mediadores de Catar y
Egipto.
Todos los miembros del
ejecutivo del primer ministro Benjamín Netanyahu votaron a favor del
intercambio y de la tregua excepto los tres ministros del Partido Poder Judío
(Otzma Yehudit), del ultraderechista y ministro de Seguridad Nacional, Itamar
Ben Gvir.
A falta de que se conozcan los términos del acuerdo,
que se espera que Catar anuncie en las próximas horas, informaciones filtradas
a medios israelíes apuntan que el pacto incluye la liberación de un mínimo de
50 rehenes, en su mayoría niños y sus madres, con la posibilidad de que la
cifra se amplíe a 80, además de un alto el fuego de mínimo cuatro días, que
podría extenderse varios días más.
Hamás llevará los rehenes
a Egipto a través del paso de Rafah en grupos diarios de unos diez y, desde
allí, serán trasladados a Israel.
Por su parte, Israel
deberá excarcelar a unos 150 prisioneros palestinos, también en su mayoría
mujeres y menores que no estén condenados por delitos de sangre.
En un breve comunicado publicado tras la reunión de
hoy, el Ejecutivo israelí ha subrayado que "está obligado a devolver a
casa a todos los rehenes".
"Esta noche, el
Gobierno ha aprobado el esbozo de la primera etapa para lograr este objetivo,
según el cual al menos 50 rehenes -mujeres y niños- serán liberados a lo largo
de cuatro días, durante los cuales se hará una pausa en los combates",
dice la nota que explica que por cada diez rehenes adicionales que sean
liberados, habrá un día más de pausa.
Según medios locales, el
Ejército se compromete a no sobrevolar la Franja de Gaza durante seis horas
diarias mientras la tregua esté en vigor para permitir a Hamás localizar a
rehenes que se encuentran en poder de otros grupos armados, como la Yihad
Islámica.
Según algunas estimaciones, Hamás retiene a entre 210
y 240 rehenes, mientras que la Yihad Islámica Palestina mantiene bajo poder a
unos 30.
El acuerdo también
incluiría, según la prensa hebrea, la entrada a la Franja incluida la parte
norte, de 100 a 300 camiones con alimentos y ayuda médica, además de
combustible.
Asimismo, según la
televisión pública israelí, el cese temporal de las hostilidades comenzará el
jueves para dar 24 horas para la presentación de eventuales apelaciones a la
decisión gubernamental ante la Corte Suprema.
No serán liberados soldados ni hombres ni se
recuperarán los cadáveres de rehenes fallecidos. Sin embargo, medios precisaron
que podrían intercambiar hombres ancianos y rehenes con nacionalidad
extranjera.
Otro de los puntos que
destaca la prensa israelí es que Hamás deberá entregar los nombres de las
personas que serán liberadas con un día de antelación.
Netanyahu aseguró antes
de la reunión del Gobierno que el acuerdo incluye que la Cruz Roja visitará a
los secuestrados y les ofrecerá ayuda médica.
Antes de las discusiones
de su Gabinete, el primer ministro aseguró que aceptar este acuerdo, que según
Hamás se lleva discutiendo un mes, "es una decisión difícil, pero es la
decisión correcta".
No obstante, Netanyahu
advirtió de que esta tregua no significa el fin de la ofensiva, que ha causado
más de 14,000 muertos, de los que más de 5,000 son niños.
"Se están diciendo
muchas cosas sin sentido por ahí como que después de la pausa para devolver a
nuestros rehenes, pararemos la guerra. Pues que quede claro: estamos en guerra
y continuaremos la guerra. Continuaremos la guerra hasta que logremos todos
nuestros objetivos de guerra: Eliminar a Hamás, devolver a todos nuestros
rehenes y desaparecidos y garantizar que no haya ningún elemento en Gaza que
amenace a Israel", dijo Netanyahu antes de la reunión.
Una cuestión sobre la que
volvió el Gobierno tras dar luz verde acuerdo asegurando que junto al Ejército
y los servicios de seguridad "continuarán la guerra para devolver a casa a
todos los rehenes, completar la eliminación de Hamás y garantizar que no habrá
ninguna nueva amenaza para el Estado de Israel desde Gaza".
Esta pausa se produce
después de semanas de presiones cada vez mayores de la comunidad internacional
y de los principales organismos internacionales, como Naciones Unidas, para
detener los incesantes ataques, que han causado también más de 1.5 millones de
desplazados.
Israel le declaró la
guerra a Hamás tras el ataque que lanzó el grupo islamista contra Israel el 7
de octubre, en el que murieron más de 1,200 personas y 240 fueron secuestradas
y trasladadas a Gaza.