Jugadores del equipo de Argentina celebran durante el partido frente a Brasil.EFE
AGENCIA EFERío deJaneiro
Argentina se impuso
este martes por 0-1 a Brasil en el clásico disputado en el Maracaná; se
confirmó como líder de la clasificación de las eliminatorias sudamericanas al
Mundial de 2026 con 15 puntos y hundió en una crisis a la Canarinha, que nunca
antes había perdido tres partidos seguidos en eliminatorias.
La
victoria con un gol de Otamendi en el segundo tiempo en un clásico empañado por
un incidente violento en las tribunas le permitió a Argentina terminar el año
como líder de las eliminatorias con 15 puntos, dos más que Uruguay, su
inmediato escolta.
La
humillante derrota en el mítico estadio carioca, en cambio, hundió a Brasil al
sexto lugar en la clasificación, el último de los que garantizan cupo para el
Mundial, y dejó en la cuerda floja al seleccionador interino, Fernando Diniz,
cuya cabeza fue pedida a gritos en el Maracaná.
La
estrategia de Diniz de volver a alinear a Brasil con cuatro atacantes dejó
nuevamente la defensa vulnerable y le costó caro al Scratch.
Brasil, que en sus
últimos compromisos por las eliminatorias cayó ante Uruguay, Colombia y
Argentina, no perdía tres partidos oficiales seguidos desde 2001.
La victoria, en
cambio, le permitió a los campeones mundiales olvidar la histórica derrota que
encajaron en La Bombonera el pasado jueves ante Uruguay, la primera desde que
se coronaron en Qatar 2022.
El clásico
comenzó con casi media hora de atraso debido a que, ante una pelea generalizada
en la tribuna en que estaban concentrados los hinchas argentinos y una fuerte
represión policial, los jugadores de la Albiceleste intentaron calmar los
ánimos y, antes el fracaso de sus intentos, se retiraron a los vestuarios por
17 minutos mientras esperaban que la confusión fuese controlada.
El caldeado
ambiente en las tribunas se trasladó a la cancha, con varias jugadas violentas
en los primeros minutos y una tarjeta amarilla al minuto 5 para Gabriel Jesús
por un golpe en el rostro que dejó sangrando la nariz de De Paul. Poco después
Raphinha también vio la amarilla por otra agresión en la cara a De Paul.
En un partido
truncado por las faltas, Brasil comenzó a asumir el control con escapadas de
Rodrygo por ambos lados, pero fácilmente neutralizadas por una Argentina más
interesada en disminuir el ritmo del juego con pases sin profundidad.
Messi, con
poca libertad y apagado, intentó crear jugadas por la izquierda que poco
peligro generaron. El campeón mundial se quejó de algunas molestias pasada la
mitad del primer tiempo y llegó a pedir atención fuera de la cancha pero se
mantuvo en el partido.
Brasil intentó
también con jugadas de Gabriel Martinelli, Gabriel Jesus y hasta del lateral
Emerson Royal pero siempre fue contenido fuera del área y sin finalizar por una
Argentina que a esa altura se había replegado totalmente.
La Canarinha
presionó en los últimos cinco minutos, cuando por fin finalizó y tuvo sus
mejores oportunidades, primero con un disparo de Rodrygo que Enzo Fernández
contuvo y después con uno de Martinelli en el que Romero fue providencial para
evitar el gol brasileño.
Brasil
volvió con más fuerza para el segundo tiempo y presionó en los primeros
minutos, en los que tanto Rodrygo como Raphinha y Martinelli tuvieron claras
oportunidades de abrir el marcador.
Pero, cuando
Brasil mejor estaba, bastó el primer avance de Argentina para revertir la
situación.
Tras un tiro de
esquina cobrado por Lo Celso, Otamendi saltó más alto que los zagueros
brasileños para abrir el marcador en el minuto 62 ante un Maracaná atónico y
que inmediatamente comenzó a pedir la cabeza del técnico interino, Fernando
Diniz.
Con la ventaja
parcial, el seleccionador argentino, Lionel Scaloni, reforzó su defensa y
oxigenó el ataque, incluso con la entrada de Di María en el lugar de Messi,
mientras que el brasileño intentó aumentar el poder ofensivo con la entrada de
la joven promesa Endrick y del creativo Raphael Veiga.
Nuevamente cuando
Brasil parecía mejor y buscaba el empate, la expulsión de Joelinton por una
agresión a De Paul terminó dejando a Argentina en ventaja numérica cuando solo
les faltaban diez minutos para administrar su ventaja en el marcador.
Argentina
aprovechó el desespero brasileño en los últimos minutos y estuvo más tiempo al
ataque, con pases que eran ovacionados por el público brasileño ya sin
paciencia con la Canarinha.
Ficha técnica
0. Brasil:
Alisson, Emerson Royal, Marquinhos (m.46, Nino), Gabriel Magalhães (m.71,
Joelinton), Carlos Augusto; André, Bruno Guimarães (m.77, Douglas Luiz);
Rodrygo, Raphinha (m.71, Endrick), Gabriel Jesus, y Gabriel Martinelli (m.77
Raphael Veiga).
Seleccionador:
Fernando Diniz.
1. Argentina: Dibu
Martínez; Nahuel Molina, Cuti Romero, Nicolás Otamendi, Marcos Acuña (m.65,
Tagliafico); Enzo Fernández (m.69, Leandro Paredes), Alexis Mac Allister,
Rodrigo De Paul, Giovani Lo Celso (m.69, Nicolás González); Lionel Messi (m.76
Di María) y Julián Álvarez (m.76, Lautaro Martínez).
Seleccionador:
Lionel Scaloni.
Goles: 0-1, m.62:
Otamendi.
Árbitro: el
chileno Piero Maza expulsó a Joelinton por una agresión a De Paul y amonestó
con amarillas a Gabriel Jesus, Raphinha y Carlos Augusto.
Incidencias: partido por la
sexta jornada de las eliminatorias sudamericanas al Mundial 2026 disputado en
el estadio Maracaná de Río de Janeiro ante 68.138 espectadores. El partido
comenzó con 27 minutos de atraso por un incidente en las tribunas y ante la
decisión de los jugadores argentinos de esperar en los vestuarios a que la
situación fuese controlada.