Imagen del volcán Tajogaite Dos años después de que comenzara
la erupción. EFE / Luis G Morera
Adrián Arias |
Valladolid (EFE).- Aquel 19 de septiembre de 2021 la tierra rugió, La
Palma se partió en dos y los palmeros perdieron su sonrisa al ver cómo el
volcán que habitaban destruía sus casas, sus tierras y sus recuerdos, como
ahora recoge desde un punto de vista particular el documental ‘Un volcán
habitado’.
Los directores canarios David Pantaleón y José Víctor Fuentes han
trazado una historia de lo vivido aquellos 85 días en La
Palma desde la perspectiva de un grupo de WhatsApp de
vecinos de la isla.
La cinta, repleta de espectaculares imágenes sobre la fuerza de la
naturaleza, se proyectó este jueves en la sección ‘Tiempo de Historia’, de la
Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci).
Los directores del documental, José Víctor Fuentes (i) y David Pantaleón (d), en Valladolid. EFE/ Nacho Gallego
Audios y mensajes de WhatsApp
“Nosotros somos los que habitamos la tierra del volcán. Somos sus
‘okupas’. No somos el centro de la naturaleza y hechos como el de La Palma así
nos lo recuerdan”, expresa en una entrevista con EFE el cineasta palmero José
Víctor Fuentes.
Nacido en Gran Canaria, pero palmero de raíz familiar, es el grupo de
“amigos de toda la vida” de este director el que lleva el peso narrativo de ‘Un
volcán habitado’, pues son los audios y mensajes que estos amigos compartieron
desde el minuto uno del inicio de la erupción los que acompañan a las imágenes
de devastación del Cumbre Vieja.
“Entonces no les dijimos que íbamos a utilizar sus mensajes para la
película, así fue todo más espontáneo”, explica por su parte Pantaleón, que
detalla cómo él y Fuentes prepararon a toda prisa su equipo el mismo día que
estalló el volcán para grabar aquel fenómeno de la naturaleza.
Un deseo desde “chicos”
Un deseo que ambos compartían desde “chicos”: Ver un volcán en erupción
y que, pese a lo vivido “aún sigue en ellos”, pues al igual que la rosa no
sería una rosa si sus espinas no picaran, un volcán no sería tan “hipnótico”
sin su fuerza de destrucción. “Es la atracción del abismo, del poner un pie
fuera del acantilado”, resume Pantaleón.
Precisamente, lo imprevisto de esta erupción hizo que más que buscar una
película, esta “les buscara” a ellos. Se la encontraron.
Y, conforme pasaron los días, se dieron cuenta de que tenían que tratar
lo que estaba sucediendo en La Palma desde una perspectiva diferente a la que
estaban ofreciendo algunos medios de información.
Es por ello que el leitmotiv de esta cinta es que la amistad ayuda a
sobrellevarlo todo. Una máxima, según comparten los cineastas, quienes también
comparten un fuerte unión, que está “muy alejada del tratamiento amarillista y
sensacionalista” que según creen se dio en algunos medios de la tragedia en La
Palma.
“Los palmeros somos gente muy pachorra, pero eso no quita que no nos
importe nada, porque es cierto que a mucha gente desde entonces se le ha
borrado la sonrisa”, lamenta Fuentes.
Es por ello que tanto él como Pantaleón subrayan que ‘Un volcán
habitado’ “no es una película de catástrofes; sino una sobre la amistad”.
De ahí que, con esta obra, ambos también hayan pretendido rendir su
particular homenaje a los palmeros, especialmente a los que lo perdieron todo:
“Más allá del dinero o tus plátanos hay gente que ya no podrá andar por las
calles que les vieron crecer y eso ya no se recuperará”, sentencia Fuentes,
para quien “el daño emocional” que abrió el volcán fue mucho más profundo que
el material.