Israel y Gaza están de nuevo en guerra, tras
el lanzamiento este sábado de una ofensiva sorpresa del grupo islamista
palestino Hamás, que disparó miles de cohetes e infiltró a combatientes por
tierra, mar y aire, con un saldo por el momento de más de 20 muertos.
"Estamos en guerra", declaró el primer ministro israelí, Benjamin
Netanyahu, al tiempo que ordenaba "una amplia movilización" de
reservistas.
"El enemigo pagará un precio sin precedentes", prometió el
mandatario en un mensaje de video, en el que reconoció que Hamás, que gobierna
el enclave, lanzó "un ataque sorpresa criminal".
El repunte
de violencia se inició con una andanada de cohetes lanzados desde varios puntos
de la Franja de Gaza a partir de las 06H30 (03H30 GMT) de este sábado. El brazo
armado de Hamás reivindicó el ataque y aseguró que se lanzaron miles de
proyectiles.
El ejército de Israel respondió atacando por aire objetivos
de Hamás en Gaza, y estaba combatiendo también en suelo israelí, cerca del
enclave palestino, contra milicianos infiltrados desde Gaza por tierra, mar y
aire.
"Hubo un ataque combinado con ayuda de parapentes",
indicó a la prensa el portavoz del ejército israelí, el teniente coronel
Richard Hecht, advirtiendo que estaba sucediendo "algo grande".
El servicio
israelí de emergencias, el Magen David Adom, equivalente de la Cruz Roja,
reportó 22 muertos por disparos en Israel durante los enfrentamientos con
milicias palestinas, además de "cientos de heridos".
Entre los fallecidos está el presidente del consejo regional
de las localidades israelíes fronterizas con el nordeste de la Franja de Gaza,
fallecido en un tiroteo con atacantes palestinos.
El brazo armado de Hamás publicó por su lado un video en el
que muestra a tres hombres vestidos de civiles que, según dijo, fueron
capturados por sus combatientes.
"Operación
diluvio"
Las fuerzas armadas israelíes informaron de la activación de
sirenas en el sur del país, mientras la policía pidió a la población permanecer
cerca de los refugios antibombas. Las sirenas fueron activadas también en
Jerusalén, según periodistas de AFP.
El brazo armado de Hamás reivindicó el ataque de proyectiles
y aseguró que se lanzaron más de 5.000 cohetes.
"Decidimos poner fin a todos los crímenes de la
ocupación (israelí); su tiempo de arrasar sin rendir cuentas terminó",
declaró el grupo. "Anunciamos la operación Diluvio de Al Aqsa y
disparamos, en el primer ataque de 20 minutos, más de 5.000 cohetes".
El ejército israelí reportó el disparo de al menos 2.200
cohetes desde Gaza hasta las 10H30 hora local (07H30 GMT).
Cientos de palestinos de la Franja de Gaza abandonaron sus
casas para alejarse de zonas fronterizas con Israel. Hombres, mujeres y niños
huyeron con mantas y comida, la mayoría de ellos de la parte noreste del
enclave palestino, constató un periodista de la AFP.
La escalada de violencia suscitó numerosas reacciones
internacionales.
Rusia pidió un alto el fuego "inmediato", tras
decir que se había puesto en contacto "con todo el mundo (...), con los
israelíes, los palestinos y los árabes".
La Unión Europea condenó "sin equívocos" los
ataques "de los terroristas de
Hamás", y manifestó su "solidaridad con Israel", que
tiene "derecho a defenderse", dijo la presidenta de la Comisión
Europea, Ursula von der Leyen.
Francia, Reino Unido, Alemania y
España condenaron los ataques de Hamás y tanto Italia como Ucrania apoyaron el derecho de
Israel a defenderse. India expresó su "solidaridad" con el Estado
hebreo.
Hamás se granjeó en cambio los elogios de dos enemigos jurados de Israel en la región: el movimiento chiita libanés Hezbolá, e Irán, por boca de un consejero militar del guía supremo.