Fuerzas
israelíes escoltan ayer viernes a una mujer estadounidense y a su hija
adolescente que el grupo palestino HAMAS mantenía como rehenes en Gaza,
indicaron autoridades de Israel.
agencia ap
Hamas liberó ayer viernes a una
mujer estadounidense y a su hija adolescente que tenía como rehenes en Gaza,
indicaron autoridades israelíes, la primera liberación de este tipo entre las
aproximadamente 200 personas que el grupo militante secuestró durante su ataque
del 7 de octubre en el sur de Israel.
Las dos estadounidenses, Judith Raanan y su hija Natalie, de 17 años, se
encuentran ya fuera de la Franja de Gaza y en manos del ejército israelí,
anunció un portavoz militar. Hamas dijo que las liberó por razones
humanitarias, en un acuerdo con el gobierno de Qatar.
La liberación se llevó a cabo en medio de crecientes expectativas de una
ofensiva terrestre cuyo objetivo, según Israel, es erradicar a los combatientes
de Hamas que gobiernan la Franja de Gaza.
Israel dijo el viernes que no planea tomar control a largo
plazo del pequeño territorio, hogar de unos 2,3 millones de personas.
Mientras las fuerzas armadas israelíes castigaban a Gaza con ataques
aéreos, las autoridades estaban cada vez más cerca de llevar ayuda desde Egipto
a familias y hospitales desesperados.
Una batalla intensa
Los combates entre Israel y militantes en el vecino Líbano también se
recrudecieron, provocando evacuaciones de localidades fronterizas libanesas e
israelíes por temor a que el conflicto se expanda.
Judith y Natalie Ranaan habían viajado desde su casa en los suburbios de
Chicago a Israel para celebrar las fiestas judías, dijo la familia. Estaban en
el kibutz de Nahal Oz, cerca de Gaza, el 7 de octubre cuando combatientes de
Hamas incursionaron en poblados del sur de Israel, matando a cientos de
personas y secuestrando a 203.
La familia no supo nada de ellas desde el ataque. Posteriormente,
autoridades estadounidenses e israelíes les indicaron que ambas estaban
detenidas en Gaza, dijo Ben, hermano de Natalie.
“Estoy extremadamente contento de que pronto se reunirán con su familia,
que ha estado atormentada por el miedo”, dijo el presidente estadounidense Joe
Biden, que habló con las rehenes liberadas y sus parientes. El Comité
Internacional de la Cruz Roja, que transportó a las estadounidenses liberadas
de Gaza a Israel, dijo que su liberación era “un pequeño destello de
esperanza”.
Los familiares de otros cautivos recibieron con gusto la liberación y
pidieron que más personas sean dejadas en libertad.
“Pedimos a los líderes mundiales y a la comunidad internacional que
ejerzan todo su poder para actuar por la liberación de todos los rehenes y
desaparecidos”, se lee en el comunicado.
Hamas indicó en un comunicado que está trabajando con mediadores para
“cerrar el caso” de los rehenes si las circunstancias de seguridad así lo
permiten. El grupo agregó que está comprometido con las labores de mediación de
Egipto, Qatar y otros países.
Buscando la paz
Qatar señaló que continuará su diálogo con Israel y Hamas con la
esperanza de conseguir la liberación de todos los rehenes, en aras de alcanzar
“el objetivo final de distender la crisis actual y restablecer la paz”.
El contralmirante Daniel Hagari, portavoz militar israelí, dijo que
Israel seguía trabajando para devolver a los rehenes y encontrar a los
desaparecidos, y que sus objetivos no han cambiado. “Continuamos la guerra
contra Hamas y estamos listos para la siguiente fase de la guerra”, afirmó.
Es probable que una posible ofensiva terrestre israelí provoque un
incremento drástico en las bajas en ambos bandos en los combates urbanos. Más
de 1.400 personas han muerto en Israel durante la guerra, en su mayoría civiles
asesinados durante la incursión de Hamas.
Muertes palestinas
En Gaza han fallecido más de 4.100 personas, según el Ministerio de
Salud dirigido por Hamas. Esta cifra incluye una cantidad controvertida de
personas que murieron en la explosión de un hospital esta semana.
En su intervención ante los legisladores sobre los planes a largo plazo
de Israel en Gaza, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, expuso un plan en tres
fases en el que pareció entrever que Israel no pretende volver a ocupar el
territorio del que salió en 2005.
En primer lugar, los ataques aéreos y las “maniobras” israelíes —una
presunta referencia a un ataque terrestre-- estarían encaminados a acabar con
Hamas. Después vendrá una lucha de menor intensidad para derrotar a los focos
de resistencia restantes.
Y, por último, se creará un nuevo “régimen de seguridad” en Gaza junto
con “la eliminación de la responsabilidad de Israel por la vida en la Franja de
Gaza”, señaló Gallant.
Gallant no dijo quién prevé Israel que gobierne Gaza si Hamas es
derrocado, ni qué implicaría el nuevo régimen de seguridad.
Igual sufrimiento
El limitado número de periodistas que están en Gaza tratan de informar
sobre la guerra con Israel mientras sufren los mismos problemas que la asediada
población palestina de la Franja: se preguntan dónde vivirán, dónde conseguirán
comida y agua y cómo se mantendrán a salvo.
Las secuelas de la explosión que el martes mató a cientos de personas en
un hospital de la Ciudad de Gaza es el último ejemplo de cómo la realidad
lastra la capacidad del mundo para obtener una imagen completa de lo que les
ocurre a los palestinos residentes en el enclave.
Los periodistas extranjeros no han podido entrar al territorio desde que
Hamas atacó Israel el 7 de octubre. El único acceso para ellos, el paso israelí
de Erez, fue atacado en el asalto y sigue cerrado. Un puñado de medios ha
mantenido una presencia regular con oficinas en la Franja, incluyendo The
Associated Press, BBC, Reuters, Agence France-Presse y Al-Jazeera, con una red
de colaboradores que ayudaban a otros.
Periodistas en penurias
El limitado número de periodistas que están en Gaza tratan de informar
sobre la guerra con Israel mientras sufren los mismos problemas que la asediada
población palestina de la Franja: se preguntan dónde vivirán, dónde conseguirán
comida y agua y cómo se mantendrán a salvo.
Las secuelas de la explosión que el martes mató a cientos de personas en
un hospital de la Ciudad de Gaza es el último ejemplo de cómo la realidad
lastra la capacidad del mundo para obtener una imagen completa de lo que les
ocurre a los palestinos residentes en el enclave.
Los periodistas extranjeros no han podido entrar al territorio desde que
Hamas atacó Israel el 7 de octubre.