Personas con sombrillas caminan a un costado de los vehículos por el Puente de Brooklyn, luego de las fuertes lluvias del viernes 29 de septiembre de 2023, en Nueva York. (Andres Kudacki / Associated Press)
POR JAKE OFFENHARTZ, JENNIFER PELTZ Y BOBBY CAINA CALVAN
ASSOCIATED PRESS
NUEVA YORK — Nueva York comenzaba a recuperarse el sábado después de quedar empapado por uno de los días de lluvias más intensas en varias décadas, mientras los habitantes de la ciudad secaban sus sótanos y se reanudaba el tráfico en carreteras, vías férreas y aeropuertos que se suspendió temporalmente tras el aguacero del viernes.
Aunque ya ha pasado la tormenta,
algunos de sus daños perdurarán el fin de semana.
Debido a una interrupción del
suministro eléctrico en un vecindario en Brooklyn a causa de la tormenta, las
autoridades desalojaron el sábado al personal y a unos 120 pacientes de un
hospital después que la compañía eléctrica regional, Con Edison, indicó que la
energía fue cortada a la clínica para que la empresa pudiera hacer
reparaciones.
Las autoridades municipales señalaron que las reparaciones
podrían tardar días antes para que el hospital pueda reanudar su total
funcionamiento en el vecindario Bedford-Stuyvesant de Brooklyn.
Partes de Brooklyn registraron más de 18,41 centímetros
(7,25 pulgadas) de lluvias, y en al menos en un lugar cayeron 6 centímetros
(2,5 pulgadas) en apenas una hora, convirtiendo algunas de las calles en
canales con el agua hasta las rodillas, y dejando varados a conductores en las
autopistas.
En el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy se
registraron lluvias a niveles históricos —de más de 21,97 centímetros (8,65
pulgadas)— que rompieron el récord para cualquier día de septiembre, el cual se
había impuesto durante el paso del huracán Donna en 1960, señaló el Servicio
Meteorológico Nacional.
Se pronosticaba más lluvia para el fin de semana, pero lo
peor ha terminado, señaló la gobernadora Kathy Hochul la mañana del sábado, durante
una conferencia de prensa en un centro de control de transporte en Manhattan.
Se evitó lo que pudo ser un evento fatal, aseguró, debido a
que mucha de la población escuchó las advertencias de mantenerse en casa o
buscar territorios más elevados antes que fuera demasiado tarde.
Como resultado de ello, “no se perdieron vidas”, dijo la
gobernadora.
Pero Hochul informó que los socorristas tuvieron que
rescatar a 28 personas de las “enfurecidas aguas” en el valle del Hudson y Long
Island.
“Hemos visto caer mucha lluvia en un periodo muy corto”,
dijo Hochul. “Pero la buena noticia es que la tormenta pasará y nosotros
debemos ver que se despejan algunas vías fluviales en el transcurso del día y
de la noche”.
El diluvio ocurrió dos años después que los remanentes del
huracán Ida dejaron lluvias sin precedentes en la región del noreste de Estados
Unidos y cobraron al menos 13 vidas en la ciudad de Nueva York, la mayoría de
ellas en apartamentos de sótano inundados. Aunque no se han reportado fallecimientos
o lesiones de gravedad, la tormenta del viernes revivió algunos recuerdos
aterradores.
Ida causó la muerte de tres vecinos de Joy Wong, incluido
un bebé. Y el viernes, el agua había alcanzado la puerta frontal de su edificio
en Woodside, Queens.
“Yo estaba muy preocupada”, dijo. Salir se volvió
peligroso: “Afuera parecía un lago, un océano”.
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Los periodistas de The Associated Press, Deepti Hajela, Joe Frederick y Karen Matthews, en Nueva York; Anthony Izaguirre, en Albany, y Seth Borenstein y Colleen Long, en Washington, contribuyeron a este despacho.