El español Gavi celebra el gol 0-1 durante el
partido . EFE/EPA/Frederik Ringnes
Anxo Lamela |
Oslo (EFE).- España ya tiene el billete a la Eurocopa gracias un triunfo
cómodo por la mínima en Oslo (0-1), con un tanto en la segunda parte de Gavi,
que la coloca además líder de grupo y le deja a tiro ser cabeza de serie en la
fase final.
No fue una actuación brillante, pero sí solvente. Y una victoria justa.
Porque España fue mejor que una decepcionante Noruega, que estaba obligada a
ganar y ni siquiera a balón parado o recurriendo al pelotazo metió en problemas
a Unai Simón, que vivió una noche plácida.
España controló el partido
España controló el partido de cabo a rabo, aprovechó una oportunidad
cuando más acosaba y anuló a Haaland, que sólo dejó algún chispazo aislado y
nunca pudo recibir donde es más peligroso.
Tres novedades introdujo Luis de la Fuente. Una obligada, la de Fran
García por el lesionado Balde; otra esperada, con Fabián Ruiz en el medio por
Mikel Merino; y la última, una sorpresa: el regreso al once titular, un año
después, de Ansu Fati.
Por el mismo
número de cambios optó también el seleccionador noruego, Ståle Solbakken,
haciendo debutar como titular al joven talento del Manchester City Oscar Bobb.
En el caso de
Noruega, hubo además modificación en el esquema: del 4-3-3 habitual a un 4-5-1,
con Haaland solo en punta, esperando atrás con las líneas bien juntas,
cediéndole el balón a España y buscando lanzar a su estrella en alguna contra.
Pero fue
España la que se impuso claramente en la primera parte, guiada por un Rodri
notable, moviendo la pelota con criterio de lado a lado y con mucha movilidad
arriba.
Así fueron
llegando las ocasiones, ni muchas ni demasiado claras, casi todas por fuera,
como una subida de Carvajal, que tiró desviado dentro del área cuando el pase a
Morata parecía la mejor opción. O un tiro flojo de Morata, que minutos antes
había arruinado lo que era un gol en propia puerta de Strandberg por querer
tocar la pelota cuando esta ya entraba.