Robert
Harrison, Ignacio Alonso, Alejandro Domínguez y Claudio Tapia sostienen el
trofeo de la Copa MundialAP FOTO/JORGE
SÁENZ
agencia
apSantiago, Chile
Vergonzoso. Ese fue uno de los calificativos que resumen el desconcierto
en Chile tras la decisión de la FIFA de excluirle del grupo de países
sudamericanos que recibirán los partidos inaugurales de la Copa Mundial de
2030.
En forma inesperada, la FIFA y la CONMEBOL — el ente rector del fútbol
sudamericano — anunciaron el miércoles que Uruguay, Argentina Paraguay serán los tres países donde se
disputarán los partidos del torneo en que se conmemorará el centenario del
torneo.
Chile, el cuarto postulante dentro de una candidatura conjunta del Cono
Sur, quedó marginado.
Las
reacciones de estupor y sorpresa fueron inmediatas en Chile.
El presidente Gabriel
Boric fue uno de muchos que expresaron su malestar por la exclusión de Chile.
“Vamos a hacer valer todos los derechos que le correspondan a
Chile, porque con la integridad nacional y con el nombre de Chile no se juega”,
dijo Boric la noche del miércoles durante una gira en la ciudad norteña de
Coquimbo.
El
mandatario enfatizó que el que el país quedará fuera de la repartición de
partidos del Mundial 2030 no se debe a “alguna negligencia del gobierno”.
Las reacciones adversas arreciaron el jueves.
“Mo se me ocurre una forma de compensar este desaire. El daño
hacia el país es enorme”, comentó Ricardo Abumohor, el expresidente de la
Asociación del Fútbol Profesional de Chile (ANFP). “Lo que pasó es una
vergüenza, pero nosotros no hemos entendido que al fútbol chileno hay que
reformularlo para que este tipo de cosas no vuelva a ocurrir”.
Al referirse
a la ausencia de Chile, el presidente de la CONMEBOL, Alejandro Domínguez, se
limitó a decir que no formó parte del acuerdo y que la FIFA tuvo la última
palabra.
Se trata de un inédito torneo que abarca seis países y tres
continentes.
Uruguay, Argentina y Paraguay albergarán los primeros tres
partidos de un Mundial con 48 equipos, que luego se trasladará a España y
Portugal por Europa y Marruecos por África. También quedó definido que el
estadio Centenario de Montevideo, donde se jugó la primera final del Mundial
1930, será escenario de la ceremonia inaugural y el primer partido en 2030.
“En esta
oportunidad no está Chile, lo que no quiere decir que no trabajemos para que
esté. Pero la decisión la toma FIFA”, dijo Domínguez el miércoles.
Al reaccionar el mismo día en Santiago, el actual presidente
de la federación chilena, Pablo Milad, detalló la explicación de los criterios
que recibió: “Me dijeron lo siguiente: Montevideo por derecho propio, por haber
sido el primer Mundial de 1930. Argentina por ser el campeón actual y Paraguay
por ser la sede de CONMEBOL”.
Unas 24 horas después, Milad comentó que “todos sabemos lo
que pasó y dicen que las penas del fútbol se tienen que pasar con fútbol, así
que a seguir trabajando con la frente en alto, con la misma fuerza y la misma
convicción”.
La sorpresa fue generalizada y hasta Sergio Massa, ministro
de Economía de Argentina y candidato presidencial, opinó sobre el tema. A una
consulta de The Associated Press en Buenos Aires, Massa señaló que entiende que
la marginación de Chile como país sede del Mundial 2030 “no es un tema de
países, sino más bien de confederaciones”.
“Entiendo que en algún punto el clima de relación entre la
confederación y el gobierno “puede haberle jugado una mala pasada para que
Chile se aparte”, dijo Massa sin entrar en detalles.
Michael Boys, el jefe de Juntos 2030, la entidad que
impulsaba la candidatura conjunta de Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay,
indicó que Chile quedó fuera debido al cambio de formato que decidió la FIFA.
“No es que Chile haya sido excluido, no hay una calificación positiva ni negativa respecto de Chile”, insistió.