Un estudio del British Antarctic Survey (BAS) publicado este lunes en la
revista Nature Climate Change British Antarctic Survey./BRITISH ANTARCTIC SURVEY/EFE
AGENCIA EFERedacción Ciencia
El deshielo de la Antártida Occidental, y la consiguiente subida del
nivel del mar que acarreará, es ya "inevitable", pero un estudio
indica que, manteniendo el calentamiento global por debajo de 1,5 grados, este
proceso se produciría menos rápido y las comunidades costeras tendrían hasta 50
años para adaptarse.
Un estudio del British Antarctic Survey (BAS) publicado este lunes en la
revista Nature Climate Change subraya que el deshielo de la capa occidental de
la Antártida y la consecuente subida de nivel del mar que provocaría a nivel
global ya no es una cuestión de "si", sino de "con qué
rapidez".
Los autores, Kaitlin Naughten, Paul Holland y Jan De Rydt, utilizaron el
supercomputador nacional del Reino Unido para realizar simulaciones de
escenarios de deshielo en la Antártida Occidental para ver cuánto es inevitable
y no queda más remedio que adaptarse, y cuánto puede evitarse mediante la
reducción de gases de efecto invernadero.
Sus
resultados indican que incluso en el mejor de los casos, con un aumento de la
temperatura global de solo 1,5 grados por encima de niveles preindustriales, el
deshielo aumentará tres veces más rápido que durante el siglo XX e implicará
una subida del nivel del mar de cinco metros a nivel global, que afectará a
millones de personas que viven cerca de la costa en todo el mundo.
Todos los escenarios con base en los dos aumentos de
temperatura global contemplados en el Acuerdo de París (1,5 y 2 grados)
provocarían, según han visto los autores, un calentamiento significativo y
generalizado del mar de Amundsen y el consiguiente deshielo de las capas de
hielo de la Antártida occidental a lo largo del siglo XXI.
La diferencia es el tiempo, ya que el deshielo total se
podría alcanzar en 50 años en el mejor escenario (1,5 ºC) y en 20 años (en caso
de 2 ºC).
El deshielo
antártico occidental no solo acelerará la subida del nivel del mar, sino que
también alterará las principales corrientes oceánicas que regulan el clima
mundial y tendrá un impacto negativo en la Antártida Oriental, donde se
almacena casi el 90 % del hielo de este continente.
"Nuestros datos indican que hemos perdido el control del
deshielo de la capa de hielo de la Antártida occidental. Para haberla
conservado en una situación similar a la que había hace décadas habría que
haber actuado sobre el cambio climático mucho antes", señala la autora
principal Kaitlin Naughten, en un comunicado del BAS, donde trabaja como
investigadora.
Naughten añade que lo positivo es que "al poder predecir
esta situación con antelación, el mundo tendrá más tiempo para adaptarse a la
subida del nivel del mar que se avecina".
"Si hay
que abandonar o transformar sustancialmente una región costera, contar con 50
años de antelación para adaptase es importante", apunta.
Este estudio presenta predicciones
"aleccionadoras", indica la experta en una rueda de prensa, pero
"no socava la importancia de reducir emisiones para evitar que los efectos
del cambio climático" sean aún mayores.
Naughten destaca que "hay que seguir trabajando para
reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles, ya que lo que hagamos
ahora contribuirá a ralentizar el ritmo de subida del nivel del mar a largo
plazo".
"Cuanto
más despacio suba el nivel del mar, más fácil será para los gobiernos y la
sociedad adaptarse a él, aunque no se pueda detener", concluye.