Este domingo, 22 de octubre, Argentina elige a su
próximo presidente.
europa pressMadrid, España
Los colegios electorales abren en Argentina este domingo para que más de
35 millones de personas puedan ejercer su derecho al voto en unos comicios
generales marcados en los meses precedentes por la irrupción de una tercera vía
radical que aspira a romper el tradicional pulso entre peronistas y
conservadores de la mano del ultranacionalista Javier Milei, que dio la
sorpresa en las elecciones primarias al imponerse a los teóricos
favoritos a la Presidencia.
Argentina
elegirá a 130 diputados, 24 senadores y cargos regionales en una jornada que,
sin embargo, tendrá como principal atractivo la lucha por llegar a la Casa
Rosada. El actual presidente, Alberto Fernández, renunció a presentarse, por lo
que gane quien gane este domingo --o el 19 de noviembre en caso de que sea
necesaria una segunda vuelta--, en diciembre el país sudamericano estrenará
jefe o jefa de Estado.
Los sondeos apuntan a que de esta primera vuelta no saldrá el vencedor definitivo, ya
que una victoria directa implicaría superar el 45 por ciento de los votos o al
menos obtener más del 40 por ciento si llega acompañado de una diferencia de
más de diez puntos sobre el rival más directo. En primarias, ninguno de los
aspirantes cumplió estos requisitos.
Ni siquiera
Milei, que como candidato de La Libertad Avanza se convirtió en la gran
sorpresa al obtener tres de cada diez sufragios. Abanderado de los denominados
libertarios, sus mensajes en materia social no dejan lugar a dudas y aboga por
prohibir el aborto, al tiempo que pone en cuestión la cifra oficial de 30.000
desaparecidos durante la última dictadura.
Quiere acabar con "el modelo de la casta" y aboga
por reducir al mínimo el papel del Estado, dentro de una batería de mensajes
que estarían teniendo especial eco entre la ciudadanía por el lado económico.
Entre sus propuestas figura la dolarización de la economía argentina para
paliar la devaluación del peso en un país que acumula una inflación interanual
de más del 100 por cien.
Enfrente tendrá a Sergio Massa, precisamente el actual
ministro de Economía en el Gobierno de Fernández, que se presenta como
candidato de Unión por la Patria. En sus mensajes de campaña, ha acompañado
alusiones a ciertos cambios con mensajes
de carácter continuista en los que se ha dirigido de forma particular
a la clase trabajadora, tradicional caladero de votos del peronismo.
La tercera
candidata con opciones es Patricia Bullrich, antigua ministra de Seguridad
durante la etapa presidencial de Mauricio Macri. Aunque sus orígenes políticos
se remontan a las juventudes peronistas, se la considera representante del ala
más dura de Juntos por el Cambio y también promete restringir el papel del
Estado, aunque no al nivel dialéctico ni teórico de Milei.
"Me preocupan las ideas de Milei, son malas y
peligrosas", expone Bullrich, que incidió en el cierre de campaña en que
debe ser ella el estandarte del cambio frente al kirchnerismo, arropada entre
otros líderes por Macri. El expresidente coincidió en que, con Milei, "no
hay cambio posible", con la vista puesta en cómo podrían repartirse los
votos en caso de segunda vuelta.
La visibilidad de Macri en campaña contrasta en cambio con el
paso atrás del actual presidente y de su 'número dos', Cristina Fernández, que
han dejado todo al protagonismo a Massa y también al candidato para Buenos
Aires, Alex Kicillof. Los sondeos han situado este año el nivel de apoyo a la
gestión de Alberto Fernández en mínimos históricos.
La terna de
las elecciones presidenciales la completan Myriam Bregman, del Frente de
Izquierda y de Trabajadores - Unidad, y Juan Schiaretti, símbolo del peronismo
disidente y candidato por Hacemos Nuestro País. Ninguno de ellos alcanza los
dos dígitos en intención de voto y, a priori, no tienen opciones de pasar a una
hipotética segunda vuelta frente a los tres favoritos.
El futuro presidente deberá lidiar con un escenario complejo
en lo económico, ya que el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que la
economía argentina se contraiga este año un 2,5 por ciento y que la inflación
supere el 130 por ciento. El tipo de cambio oficial es de 365 pesos por cada
dólar, pero en el mercado informal rebasa los 1.000.
VOTO OBLIGATORIO
En Argentina, el voto es obligatorio, salvo excepciones
contempladas por la ley y que debe en cualquier caso justificar el elector. No
acudir implica multa y, en caso de impago, la inhabilitación para realizar
gestiones ante los organismos oficiales durante todo un año.
La obligatoriedad del voto no se aplica en el caso de los
argentinos expatriados. En España, más de 110.000 ciudadanos están llamados a
las urnas en seis centros distintos. repartidos en función de los distintos
consulados: Barcelona es el más multitudinario, con 47.000 potenciales
votantes, mientras que Madrid concentra a unos 34.000.
El Gobierno anunció esta semana la suspensión de la votación
de este domingo entre los expatriados en Ucrania e Israel por razones de
seguridad, una medida criticada desde la oposición especialmente en el caso de
este último país, ya que están registrados unos 14.000 argentinos.