Victoria De Angelis, izquierda, Damiano David y Thomas Raggi de la banda de rock italiana Måneskin durante su presentación en Times Square el viernes 15 de septiembre de 2023 en Nueva York. (Foto Evan Agostini/Invision/AP)
(Evan
Agostini / Evan Agostini/invision/ap)
NUEVA
YORK —
La banda Måneskin junta en un
sofá con tapiz de piel de serpiente en un hotel de Nueva York emana una euforia
contagiosa.
Vienen de dar un concierto
sorpresa de mediodía en Times Square, y acaban de enterarse de que su
presentación en el Madison Square Garden para más adelante en la semana tiene
entradas agotadas.
Agradablemente sorprendido, el
vocalista Damiano David dijo que las noticias eran “muy especiales”.
“Es uno de los lugares más importantes en donde puedes
soñar con presentarte”, dijo.
Ese concierto, del jueves por la noche, comenzará la etapa
norteamericana de su gira mundial Rush! que comenzó previamente este año.
En una época en la que las bandas de rock parecen estar en
peligro de extinción y la mayoría de los astros del género provienen del
milenio anterior, Måneskin se ha convertido en una especie de anomalía.
La bajista Victoria De Angelis dice que nunca fue
intencional. En cambio, la banda nació de “pura pasión” entre cuatro amigos que
se conocieron en la secundaria.
“Creo que para nosotros esto de hacer rock surgió porque
éramos muy jóvenes”, dijo.
“Crecimos escuchando la música que hacían nuestros padres.
Y luego, cuando empezamos a tocar nuestros instrumentos con nuestros profesores
y a descubrir el rock y todas las bandas del pasado. Es algo que realmente nos
moldeó para ser lo que somos hoy”, dijo De Angelis.
Esa ósmosis con el rock clásico está presente en toda la
banda. El guitarrista Thomas Raggi supo que quería tocar rock después de
escuchar lo que Jimi Hendrix podía hacer con una Stratocaster.
El baterista Ethan Torchio comparte ese sentimiento y dice
que su estilo es diferente, aunque está influido por el rock de los años 70 y
80. “Simplemente trato de ser moderno y vintage al mismo tiempo”, dijo.
Ahora, con tres álbumes de estudio en su haber, los jóvenes
rockeros (David es el mayor con 24 años) se están convirtiendo en un fenómeno
mundial. A medida que la popularidad de la banda continúa en aumento, De
Angelis dice que la fama no la afecta, sino que la ve como “una gran aventura
que podemos compartir unos con otros”.
Si bien pueden confundirse fácilmente con rockeros glam de
otra época, por su moda y sus himnos como “I Wanna Be Your Slave” o
“Supermodel”, hay una fuerte sensualidad en su música que se remonta a ese
atractivo prohibido de los primeros tiempos del rock ‘n’ roll con la intimidad
“subida al 11” durante sus conciertos. La banda ha acumulado seguidores
globales liderados por su carismático vocalista.
David atribuye esa vibra de los días cuando tocaban en las
calles de Roma cuando eran adolescentes.
Eso se trasladó a su show en vivo en el que suelen
acercarse a la audiencia. También han traído fans al escenario.
“Tratamos de encontrar formas de acercarnos a la gente
porque realmente puedes sentir la energía. Además, puedes tocar y ver sus caras
y hacerlos cantar… es simplemente compartir un momento divertido para
nosotros”, dijo David.
“La gente se vuelve loca, cantan la letra todo el tiempo.
Realmente gritan a todo pulmón. Ellos hacen slam. Hacen surf en masa. Es como
energía máxima”, dijo De Angelis.
Pero a medida que sus admiradores siguen en aumento, junto
con el tamaño de los foros en los que se presentan, David admite que el éxito
presenta algunos desafíos.
Pero la banda sigue resistiendo.
“Muy a menudo, el público quiere que los artistas sean siempre los mismos. Pero creo que es muy, muy poco saludable. Por eso es importante tener el coraje de experimentar y cambiar continuamente sin importar lo que la gente vaya a pensar”, dijo David.