El estadounidense Patrick Cantlay celebra su putt para ganar el fourball match en el hoyo 18 de la Copa Ryder de golf en Marco Simone, en Guidonia Montecelio, Italia el sábado 30 de septiembre del 2023. (AP Foto/Andrew Medichini) (Andrew Medichini / Associated Press)
GUIDONIA MONTECELIO, Italia — Europa mantiene el control de la Copa Ryder de golf gracias a una de las victorias más desiguales en la historia y que dejó Scottie Scheffler entre lágrimas.
Los estadounidenses aún tienen
esperanzas gracias a Patrick Cantlay. Tuvo birdies en los últimos tres hoyos
del final fourball del sábado. Con un putt de 45 pies para birdie que pasó
sobre una cresta y cayó dentro, le propinó su primera derrota a Rory McIlroy.
“Si hay algún torneo en el mundo
que se trate de tener momentum, es este”, reconoció el capitán de Estados
Unidos Zach Johnson.
Pero aún tienen una gran montaña que escalar en Marco
Simone.
Europa mantiene ventaja —10 1/2-5 1/2— y nunca equipo ha
remontado de una ventaja mayor a cuatro puntos antes de la ronda del domingo de
12 duelos individuales.
“Estamos en un gran momento”, advirtió el capitán europeo
Luke Donald. “Siempre hay cambios de inercia. Patrick Birdie tuvo birdies en
los últimos tres, no es como que se los regalamos”.
Cantlay fue el blanco de los miles de seguidores europeos,
quienes agitaron sus gorras hacia el estadounidense, quien no portaba una. Esto
en respuesta a un extraño reporte de Sk Sports que dijo que se rehusó a usar
una gorra en protesta por no recibir un pago. También indicó que Cantlay había
fracturado el vestuario.
Pero el golfista dijo que no usó una debido a que no le
quedó bien —como en Whistling Straits.
En cuanto a la unidad del equipo, los estadounidenses se
reunieron en el hoyo 18 y cuando cayó el putt de Cantlay, sus compañeros
agitaron sus gorras.
“Unas escenas en el hoyo 18 y leña para el fuego de
mañana”, aseguró McIlroy.
Europa abrumó a los estadounidenses en la mañana en el
foursome. Nadie fue tan dominante como la dupla escandinava de Viktor Hovland y
Ludvig Aberg. Sólo necesitaron de 11 hoyos —2 horas y 20 minutos— para superar
a Scheffler y Brooks Koepka.