El Gobierno de Nicaragua, a través del Ministerio del
Ambiente y los Recursos Naturales (Marena), resolvió este sábado prohibir la
reproducción, crianza, liberación y cualquier otra actividad relacionada al
manejo del danto o tapir, "sin
el permiso ambiental correspondiente".
"El
incumplimiento a lo anterior será sancionado de conformidad a la legislación
ambiental vigente", según la resolución, suscrita por la titular del
Marena, Hey Loredana Calderón Palma.
Esa normativa oficial se
adopta un día después de que el exdirector del Zoológico Nacional Eduardo
Sacasa anunciara a EFE de que abrirá en Nicaragua el primer parque de avistamiento de tapires o dantos, una
especie en peligro de extinción en el país, con fines científicos.
También luego de la liberación de una tapir llamada
"Agostina", un mamífero de 400 libras y de cuatro años y medio de
edad y que fue liberada el viernes en la reserva natural El Delta del Estero
Real, municipio El Viejo, departamento de Chinandega, a 200 kilómetros al
noroeste de Managua, donde Sacasa ya ha liberado seis tapires nacidos en
cautiverio y que ya se están reproduciendo.
"Es competencia exclusiva
del Marena la reproducción, crianza, liberación y cualquier otra actividad relacionada al
manejo de la especie danto o tapir", sentenció esa cartera en su
resolución, que entró en vigor a partir de hoy.
En la regulación ministerial,
el Marena confirmó que el danto o tapir se encuentra en la lista de especie en
peligro de extinción, y que el mismo se encuentra en veda desde junio pasado.
Por tanto, según esa cartera, "dada la importancia
ecológica del danto o tapir y siendo esta una especie en peligro de extinción,
es necesario normar su reproducción, crianza y liberación a su medio natural, a
fin de asegurar su protección y conservación".
Después de Costa Rica y antes
de esa resolución, Nicaragua sería el segundo país en Centroamérica en contar
con un avistamiento de tapires o dantes, una especie de la que existen unos 400 ejemplares en su hábitat natural en el país, según
Sacasa.
Esos animales son conocidos
como "jardineros del bosque", porque repoblan de árboles al esparcir
semillas cundo se alimentan, son casi extintos en Nicaragua y solo existen en
las selvas de la Costa Caribe de Nicaragua, donde la caza es incontrolable.
Para que se pueda declarar al tapir libre de estar en
peligro de extinción, tendría que haber en Nicaragua una población mínima de
1.500 ejemplares y "ahorita es crítico", afirmó Sacasa.
Nicaragua se ha convertido en
uno de los pocos países con más tapires nacidos en cautiverio.