Manifestantes protestan por la inseguridad en Puerto Príncipe, Haití, el lunes 7 de agosto de 2023. (AP Photo/Odelyn Joseph)AP
Con el rostro cubierto para
ocultar sus identidades, miles de personas marcharon el lunes por la capital
haitiana para exigir protección ante la violencia de las pandillas que saquean
los barrios de la capital, Puerto Príncipe, y otros puntos de Haití.
La vida cotidiana en los haitianos se ha visto alterada por
la incesante violencia de las pandillas, lo que ha empeorado la pobreza en todo
el país mientras espera de una decisión del Consejo de Seguridad de Naciones
Unidas sobre el posible despliegue de una fuerza armada internacional.
“¡Queremos seguridad!”, coreó
la multitud durante su marcha de más de dos horas desde la conflictiva
comunidad de Carrefour-Feuilles hasta Champ de Mars, en el centro de la ciudad,
y luego a la residencia oficial del primer ministro, donde la policía disolvió
la protesta con gas lacrimógeno.
“No puedo trabajar, no puedo salir. Me siento como
prisionera en mi propia casa”, señaló Wilene Joseph, una vendedora ambulante de
36 años y madre de dos hijos que se unió a la marcha por frustración.
“Me preocupa que le disparen a
mis hijos porque las balas vuelan incesantemente en todas direcciones”, dijo
Joseph sobre sus hijos, de 5 y 7 años. “La situación es inaceptable”.
De acuerdo con expertos, desde
el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021 las pandillas han tomado el
control de hasta el 80% de Puerto Príncipe, matando, violando y sembrando el
terror en comunidades que de antemano sufrían de una pobreza endémica.
De enero a marzo, más de 1.600 personas han sido
asesinadas, heridas o secuestradas, un aumento de casi el 30% en comparación
con los últimos tres meses de 2022, según el informe más reciente de la ONU.
El lunes, la UNICEF reportó un “aumento alarmante” en los secuestros, con alrededor de 300 casos confirmados en lo que va del año, casi igualando el número reportado para todo el año pasado y casi tres veces el total de 2021.