ARCHIVO - Un incendio forestal arde en la región de la carretera Transamazónica el 17 de septiembre de 2022, en el municipio de Labrea, estado Amazonas, Brasil. (AP Foto/Edmar Barros, archivo)
(Edmar Barros / Associated
Press)
BELÉM,
Brasil —
BELÉM, Brasil (AP) La selva amazónica es un área enorme, dos veces mayor que India, y se extiende por ocho países y un territorio francés. Su captación de carbono es crucial para el clima, tiene aproximadamente el 20% de las reservas de agua dulce del mundo y cuenta con una biodiversidad asombrosa, incluidas 16.000 especies conocidas de árboles.
Pero históricamente los
gobiernos la han visto como un área para ser colonizada y explotada, con poca
consideración por la sostenibilidad o los derechos de los pueblos indígenas que
habitan en ella.
Ahora, mientras esos gobiernos
buscan frenar un ambiente anárquico de extracción de recursos, violaciones a
los derechos humanos y delitos ambientales, la colaboración entre las fronteras
es imprescindible. Ese es uno de los principales objetivos de la Cumbre
Amazónica de dos días que comienza el martes en la ciudad de Belém, donde
Brasil recibirá a diversos funcionarios para examinar cómo abordar los inmensos
retos de proteger un recurso crucial para detener lo peor del cambio climático.
A continuación presentamos un resumen de la importancia de
la Amazonía, las amenazas que enfrenta y las posibles soluciones.
¿CUÁLES SON LAS PRINCIPALES AMENAZAS AMBIENTALES PARA EL
BIOMA AMAZÓNICO?
La deforestación ocupa el primer lugar. El bioma amazónico
ha perdido más de 85 millones de hectáreas (211 millones de acres), o
aproximadamente el 13% de su área original, según el Proyecto Monitoreo de la
Amazonía Andina (MAAP, por sus siglas en inglés).
La ganadería y los cultivos de soja se han expandido
dramáticamente gracias a nuevas tecnologías, carreteras y la demanda global de
granos y carne. En su mayoría controladas por colonos de ascendencia europea
que emigraron de otras partes del país, la ganadería y la agricultura han
reconfigurado la cultura local en aspectos que van desde la dieta de la gente
hasta su música.
En ninguna parte la devastación es más grande que en el
estado brasileño de Pará, del que Belém es la capital. El 41% de la
deforestación en la Amazonía brasileña se ha producido en Pará, donde tanta
tierra ha sido transformada en su uso con el fin de criar unas 27 millones de
cabezas de ganado que es el principal emisor de gases de efecto invernadero
entre los estados brasileños, según el Observatorio del Clima, una red de
organizaciones ambientales sin fines de lucro.
Otras amenazas ambientales son las grandes represas
hidroeléctricas, especialmente en Brasil; la tala ilegal, la minería y la
extracción de petróleo, con efectos en la contaminación del agua y la
alteración de los estilos de vida de los indígenas. La falta de inversión en
infraestructura también significa que gran parte de las aguas residuales de los
hogares en la selva tropical se vierten directamente en las vías fluviales.
La Amazonía también ha visto más eventos climáticos
extremos —inundaciones y sequías— en los últimos años.
¿CUÁN IMPORTANTE ES LA AMAZONÍA PARA DETENER EL CAMBIO
CLIMÁTICO?
Mucho.
El cambio climático empeora cuando se pierden plantas que
absorben carbono. Y la Amazonía funciona como un dispositivo masivo para
almacenarlo.
Luciana Gatti, química atmosférica e investigadora del
Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales, de Brasil, dijo que la
deforestación genera más gases de efecto invernadero en la atmósfera, y en
general, significa menos precipitaciones y mayores temperaturas.
Es coautora de un estudio publicado en la revista Nature
que encontró que la Amazonía oriental, altamente deforestada, ha dejado de
funcionar como colector de carbono y ahora es una fuente de ese elemento
químico. Gatti dio que es necesario revertir la mitad de la deforestación en el
este de la Amazonía para mantener la selva tropical como un amortiguador contra
el cambio climático.
¿PODRÍA LA DEFORESTACIÓN ALCANZAR UN “PUNTO DE INFLEXIÓN”?
Investigaciones efectuadas por Carlos Nobre, científico del
sistema terrestre —las interacciones biosfera-atmósfera—, y por el fallecido
científico ambiental Thomas Lovejoy, las cuales son citadas a menudo, estiman
que una deforestación del 20% al 25% sería un umbral crítico para la Amazonía.
La disminución resultante de las precipitaciones transformaría más de la mitad
de la Amazonía en una sabana tropical, con una gran pérdida de biodiversidad,
señalaron.
Pero algunos investigadores han cuestionado la teoría del
punto de inflexión por usar modelos informáticos para predecir resultados en
una región tan grande y compleja.
Otros han dicho que una amenaza aún mayor es el cambio
climático global. David Lapola, investigador integrante de un proyecto que
estudia cómo responde la Amazonía a niveles más altos de dióxido de carbono,
argumenta que incluso si la deforestación en la cuenca del Amazonas cesara de
inmediato, la selva aún estaría en riesgo de alcanzar un punto de inflexión
debido a lo que ocurre a nivel mundial.
¿QUÉ OTRAS AMENAZAS ENFRENTA LA REGIÓN?
La pavimentación de carreteras y el crimen organizado.
Los gobiernos inicialmente abrieron caminos a través del
bosque para que los colonos pudieran llegar a tierras lejanas, aunque las
fuertes lluvias y el uso arruinaban con regularidad esos caminos de tierra.
Pavimentarlos facilitó el acceso, y también el transporte de productos
agrícolas.
Pero eso también ayudó a los infractores de la ley a llegar
a áreas vírgenes con el fin de extraer maderas nobles antiguas y despejar
selvas para la ganadería. Los caminos han sido llamados “arterias de
destrucción”, y con frecuencia generan una deforestación que se asemeja al
esqueleto de un pez, al desarrollarse caminos de tierra más pequeños que se
bifurcan a partir de la columna vertebral de un camino oficial.
Aún más importante para que las organizaciones criminales
se arraiguen han sido la corrupción política y la aplicación laxa de la ley.
Pocas áreas fronterizas son vigiladas con seriedad, y ha habido poca
cooperación internacional mientras los rivales compiten por rutas para el
tráfico de drogas. Las incautaciones de narcóticos han aumentado en Colombia,
Brasil, Bolivia y Perú durante la última década, informó en junio la Oficina de
las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en
inglés).
Los traficantes se han diversificado a negocios como la
“narcodeforestación” —lavan ganancias del tráfico en tierras para la
agricultura—, así como el financiamiento y la logística para la prospección
ilegal de oro que arrasa los bosques y envenena las vías fluviales, según el
informe de la UNODC.
¿SE PUEDE DESARROLLAR LA AMAZONÍA SIN DESTRUCCIÓN
AMBIENTAL?
La Amazonía es tan grande y compleja que no existe una
solución única para desarrollar regiones distintas, dijo Marcelo Salazar, un
veterano del trabajo ambiental y la consultoría sin fines de lucro que ahora
dirige una empresa que fabrica suplementos alimenticios con productos naturales
de la Amazonía.
Es necesario también que haya un mayor desarrollo del
conocimiento local para comunicar los retos que enfrenta la Amazonía y sus
posibilidades, tanto para ayudar a los forasteros a comprenderlos como para
atraer inversores.
“Todavía tenemos pocas experiencias que se destacan como
modelos en oposición a los modelos destructivos”, agregó.
“Las intervenciones puntuales y los proyectos piloto son
excelentes; los necesitamos para poder entender qué va a funcionar y qué no.
Pero necesitamos respaldar eso con fuerza real, inversión real, recursos
económicos reales”, añadió.
La cobertura climática y ambiental de The Associated Press
recibe el apoyo de varias fundaciones privadas. La AP es la única responsable
de todo el contenido.