Una madre
cuida a su hijo desnutrido en el Centro Hospitalario Fontaine en el barrio
pobre de Cite Soleil en Port-au-Prince el 4 de agosto de 2023.AFP
AGENCIA AFPPuerto Príncipe, Haití
Es comienzos de agosto y no
paran de llegar niños desnutridos al Hospital de Fontaine en Cité Soleil, el
barrio marginal más grande de Puerto Príncipe, controlado por pandillas.
El centro de salud, instalado
desde hace más de 30 años en este barrio extremadamente empobrecido de la
capital haitiana, que en un 80% está dominado por bandas armadas, ofrece un
raro respiro a los habitantes de esta "zona de no derecho", en
palabras de su fundador, Jose Ulysse.
El personal médico se ocupa de
bebés y niños pequeños llevados por sus madres o enviados por asociaciones o
incluso por sacerdotes, explica el director a la AFP.
"Todos los días recibimos
aproximadamente entre 120 y 160 niños para vacunación, y ahí es cuando hacemos
exámenes, especialmente sobre desnutrición", señala.
"Hace cuatro o cinco años,
en este lote había diez niños por día que necesitaban ayuda nutricional. Hoy
son entre 40 y 50", lamenta.
Los casos menos severos regresan
a casa después de algunos exámenes y se brinda apoyo nutricional a sus familias.
Los que están en estado crítico son hospitalizados. "Algunos son
francamente esqueléticos y tienen problemas para respirar", dice el
director.
Rostros demacrados, costillas
salientes, hinchazón de abdomen, raquitismo: los niños, todos menores de dos
años, padecen a menudo complicaciones médicas.
"Antes teníamos una
capacidad de 20 a 25 camas, pero este año, con el pico [de casos de nutrición
severa], hemos aumentado a unas 60", cuenta Ulysse.
La mayor parte de los niños
permanecen en el lugar durante semanas junto a sus madres, hasta que su peso se
estabiliza. También las mujeres presentan generalmente cuadros de desnutrición.
- Violencia de las
pandillas -
En un año, la acción de las
bandas armadas ha provocado un aumento del 30% en la desnutrición aguda severa
entre los niños, según cifras publicadas en mayo por Unicef.
Casi uno de cada cuatro niños
sufre actualmente de desnutrición crónica, y se espera que 115.600 padezcan la
forma más mortal de desnutrición este año, según la agencia de la ONU.
La exacerbación de la crisis
política y de seguridad crónica que afecta al pequeño país caribeño, acompañada
de un preocupante resurgimiento de casos de cólera, están en el origen de estos
males.
"Cada vez más madres y
padres carecen de medios para brindar cuidados y alimentación adecuados a sus
hijos", dijo en mayo el responsable de Unicef en el país, Bruno Maes.
"La violencia tiene
consecuencias en toda la vida de la población haitiana: en la salud, porque la
gente ya no puede acceder a los hospitales y policlínicas; en la economía,
porque la gente no puede ir a trabajar sin correr el riesgo de ser secuestrada
y robada en el camino; en el comercio, etcétera", subraya a su vez Ulysse.
"La violencia está en todas
partes", denuncia.