El papa Francisco habla con los periodistas durante una conferencia de prensa a bordo del avión rumbo a Roma el domingo 6 de agosto de 2023, luego de que concluyó en Lisboa la 37ma Jornada Mundial de la Juventud.
(Uncredited /
Associated Press)
A BORDO DEL AVIÓN PAPAL —
El pontífice recibió preguntas
sobre su estado de salud en el vuelo de regreso desde Lisboa, donde presidió la
Jornada Mundial de la Juventud. Fue su primer viaje desde que pasó nueve días
hospitalizado en junio luego de una cirugía de último momento para repararle
una hernia abdominal y retirar tejido intestinal cicatrizado.
El viaje, que se efectuó durante una ola de calor que llevó
al termómetro hasta los 40 grados Celsius (104 Fahrenheit) en Lisboa, fue
notable debido a que el pontífice de 86 años se desvió a menudo de sus
discursos, homilías e incluso de sus oraciones, que normalmente son redactados
con meses de anticipación y enfocadas en eventos y audiencias específicas.
Uno de los actos más notables en los que Francisco se salió
del libreto fue cuando debía pronunciar una oración por la paz en el Santuario
de Fátima, el cual es famoso precisamente por su centenaria conexión con los
llamados a la paz y la conversión de Rusia tras la Primera Guerra Mundial.
Dada la actual invasión rusa a Ucrania, se suponía que una
oración papal para la paz en el Santuario sería uno de los momentos más
notables de la visita de Francisco, pero también uno potencialmente
controversial en un momento en que el Vaticano busca mantener sus relaciones
con Moscú y la Iglesia Ortodoxa rusa, la cual ha expresado un firme apoyo a la
invasión del Kremlin.
En lugar de pronunciar su oración, Francisco improvisó su
discurso frente a la estatua de la Virgen María y se saltó por completo el
rezo, recitando en su lugar un Ave María junto con jóvenes discapacitados. El
Vaticano publicó posteriormente parte de la oración en la cuenta del papa en la
plataforma X, conocida anteriormente como Twitter.
Cuando se le preguntó el motivo, Francisco insistió en el
vuelo de regreso a Roma que había rezado en silencio por la paz, pero que no
quiso darle “publicidad” a una oración pública.
“¡Oré! ¡Oré! Le recé a la Virgen y recé por la paz. No hice
publicidad. Pero recé. Y tenemos que repetir continuamente esta oración por la
paz”.
En tanto, Francisco dijo que recortó sus otros discursos
porque se dio cuenta que los jóvenes “no prestan mucha atención” y necesitaba
involucrarlos, no sermonearlos con discursos u homilías largos y complicados,
declaró.
“A veces las homilías pueden ser una tortura”, comentó.
“Bla, bla, bla”.
En cuanto a su recuperación, Francisco dijo que le
retiraron los puntos de sutura abdominales, pero que tenía que portar un
cinturón protector por dos o tres meses para garantizar que su incisión sane de
manera correcta. “Estoy bien de salud”, puntualizó.
En otros comentarios, el pontífice dijo que incluyó a los
católicos LGBTQ+ en su llamado de que “todos, todos, todos” son bienvenidos en
la Iglesia católica. El comentario se convirtió de cierta forma en un lema para
esta Jornada Mundial de la Juventud, en un reflejo de su visión de una Iglesia
incluyente y abierta para todos.
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