A tres días de la tragedia que conmocionó San Cristóbal,
familiares continúan buscando a seres queridos que se encontraban en el lugar de la explosión.
A
pesar de que las autoridades indicaron que ya no habían desaparecidos en vista
de los cadáveres que habían encontrado, parientes piden se continúe la búsqueda
de sus seres queridos.
Mientras los bomberos
trabajaban levantando los escombros de las edificaciones, familiares o
allegados se presentaban al lugar para solicitar a los medios de comunicación
hicieran eco de sus reclamos, alegando que “todavía hay víctimas
desaparecidas”.
Joselin Rosario, acudió esta tarde a la zona cero para
denunciar que su cuñado, Héctor Ramón Cuello Ramírez, aún está desaparecido.
Rosario manifestó que han
acudido los hospitales así contó al Instituto Nacional de Ciencias Forenses
(Inacif) investigando sobre paradero de Ramón Cuello, pero su búsqueda ha sido
infructuosa.
La dama narró que su cuñado se
desempeñaba como mecánico y soldador, por lo que la versión que maneja es que se encontraba en
la zona a la hora del suceso.
Asimismo, sostuvo que tras la explosión fue informada que
Ramírez había sido ingresado en la Unidad de Quemados del hospital Dr. Ney
Arias Lora, no obstante, cuando sus familiares fueron al centro médico no
consiguieron respuestas.
“Ya
hemos agotado todos los recursos buscando en las morgues, hospitales en
Incacif…”, afirmó.
Joselin agregó que tanto ella
como su hermana (esposa de cuello) y demás familiares se mantienen esperanzados
“en que está vivo”.
De igual forma, el representante de Agroveterinaria La
Esperanza, José Ramón Ramírez manifestó que uno de sus empleados, Francis Mateo
Encarnación, de 20 años también está desaparecido.
Según alegó, el joven estaba
dentro del negocio al momento de la explosión.
Zona Cero
El Cuerpo de Bomberos continúa
trabajando mientras que en la zona el mal olor empieza a sentirse con gran
fuerza.
En horas de la noche el fuego volvió a manifestarse tras ser removidos escombros de automóviles, posteriormente fue apagado por los bomberos. Por Raudry Trinidad, para listín diario