Simone Biles de EE. UU. entrena el 4 de agosto de 2023 para la 39.ª edición de la competencia de gimnasia clásica de EE. UU. en Now Arena en el suburbio de Hoffman Estates en Chicago, Illinois. La competencia está programada para el 4 y 5 de agosto.
La gimnasta Simone Biles, ganadora de cuatro medallas de oro olímpicas, se preparó para su muy esperado regreso a la competición con una impresionante sesión de entrenamiento antes del US Classic del sábado, su primer evento desde los Juegos Olímpicos de Tokio.
La superestrella de 26 años, campeona mundial en 19
ocasiones, no ha participado en competiciones de élite desde su drama en
Tokio-2020, que fueron retrasados debido a la pandemia, hace dos años.
Después de tener dificultades
en las rondas iniciales de la competición por equipos en esos Juegos, se retiró
y posteriormente se retiró también de la competición general, así como de las
pruebas de salto, barras asimétricas y suelo.
El viernes, practicó en los cuatro aparatos con rutinas
familiares y terminó en el potro.
No habló con los periodistas
después de la sesión, pero la entrenadora de Biles, Cecile Landi, dijo que la
estrella de la gimnasia no había tenido dudas de última hora sobre su regreso a
la acción.
"No estaríamos aquí si
hubiéramos visto alguna vacilación", dijo Landi. "Es su voluntad
estar aquí, la apoyamos, la vemos, así que mientras nos diga que está lista
para competir, continuaremos".
Landi dijo que Biles mencionó por primera vez su deseo de
regresar durante una cena en un restaurante mexicano en marzo, y luego
intensificó sus esfuerzos después de su boda en mayo.
"Diría que fue después de
su boda cuando terminó todo, que vimos un cambio en su entrenamiento y
compromiso para volver", remarcó.
Biles dijo que en Tokio sentía
que tenía "el peso del mundo sobre mis hombros".
Atribuyó sus problemas a un episodio de lo que los
gimnastas llaman "twisties", donde los atletas se desorientan y
pierden su sentido de dónde están en el aire en un momento dado, lo que
potencialmente los pone en riesgo de lesiones al aterrizar.
Finalmente, regresó para la
final de barra de equilibrio, optando por una rutina menos ambiciosa de lo
habitual que le valió una medalla de bronce.
Pero su experiencia en Tokio
abrió un amplio debate sobre la salud mental en el deporte y las presiones de
las altas expectativas en los atletas de élite.
Biles, al igual que docenas de gimnastas de élite, sufrió
abusos sexuales a manos del exmédico del equipo de Estados Unidos, Larry
Nassar, quien está encarcelado. Continúa usando la ayuda de un terapeuta para
lidiar con el aspecto mental del deporte.
Todavía no ha decidido si su
regreso la llevará a los Juegos Olímpicos de París del próximo año, pero una
actuación exitosa este fin de semana seguramente aumentará las esperanzas de su
tercera aparición olímpica.