Funcionarios del gobierno salen
del edificio de oficinas Russell del Senado, el miércoles 2 de agosto de 2023,
en el Capitolio, en Washington, luego de que la policía recibió una llamada
sobre una persona armada en el sitio.
(J. Scott
Applewhite / Associated Press)
WASHINGTON —
Las autoridades emitieron el
miércoles una orden de resguardarse y revisaron los edificios de oficinas del Senado,
cerca del Capitolio de Estados Unidos, luego de una llamada al número de
emergencias 911 en la que se alertaba que era probable que hubiera una persona
disparando en el sitio.
Pero tras una revisión piso por
piso de los tres edificios de oficinas del Senado no se encontró nada, y el
jefe de la Policía del Capitolio, Tom Manger, señaló que la causa del revuelo
“puede haber sido una llamada falsa”.
“No encontramos nada
preocupante”, comentó Manger. “No tenemos a nadie que haya escuchado disparos
y, desde luego, no hubo víctimas”.
El incidente se produce en medio de preocupaciones en
materia de seguridad creadas por la acusación formal contra el expresidente
Donald Trump por cargos relacionados con sus intentos de anular los resultados
de las elecciones presidenciales de 2020. Trump comparecerá ante un tribunal
federal el jueves a pocas cuadras del Capitolio.
Manger dijo que las múltiples agencias policiales de
Washington se habían estado preparando “por un par de semanas” para una posible
acusación contra Trump y tenían “un plan de seguridad en marcha” en caso de que
los simpatizantes del expresidente intentaran interrumpir los procedimientos
judiciales.
El confinamiento del miércoles comenzó cuando la policía
local recibió una llamada el miércoles alrededor de las 2:30 de la tarde en la
que le alertaron sobre la presencia de “un hombre corpulento hispano con equipo
táctico de protección” en el interior del edificio de oficinas Hart del Senado,
uno de los tres edificios cercanos al Capitolio que albergan las oficinas de
los senadores y su personal.
Dentro del edificio de oficinas Russell, los agentes
evacuaron los pasillos y ordenaron a la gente que corriera hacia la calle y
lejos del edificio. En el exterior, turistas observaban mientras decenas de
patrullas de la policía rodeaban la zona. Miembros del personal y periodistas
que estaban trabajando en el edificio recibieron un correo electrónico en el
que les pidieron que se refugiaran en una habitación cerrada, permanecieran
callados y colocaran en silencio todos los dispositivos electrónicos.
Manger dijo que unos 90 minutos después, los tres edificios
de oficinas del Senado habían sido revisados y que, al parecer, la llamada
había sido falsa.