Charles Leclerc, estelar piloto
de la escudería Ferrari.FUENTE EXTERNA
agencia efeMogyorod, Hungría
Charles Leclerc (Ferrari) fue el
más rápido este viernes en los entrenamientos libres para el Gran Premio de
Hungría, el undécimo del Mundial de F1, que no aclararon demasiadas cosas en el
Hungaroring. Donde se rodó muy poco y en mojado por la mañana; y en seco por la
tarde. En una jornada en la que los españoles Fernando Alonso (Aston Martin) y
Carlos Sainz -compañero del monegasco- se inscribieron octavo y décimo en la
tabla de tiempos; y el mexicano Sergio Pérez (Red Bull), en otro día 'torcido',
decimoctavo.
En su mejor intento de la sesión vespertina, en la que se
firmaron los mejores tiempos, Leclerc cubrió los 4.381 metros de la pista
húngara en un minuto, 17 segundos y 686 milésimas, sólo quince menos que el
inglés Lando Norris (McLaren), segundo hace dos semanas en el Gran Premio de
Gran Bretaña. Y con 232 de ventaja respecto al francés Pierre Gasly (Alpine),
que marcó su mejor crono, al igual que los anteriores, con el neumático de
compuesto blando; antes de que todos efectuasen simulación de carrera.
La jornada fue realmente
confusa y hasta el mejor de los analistas tendrá que darle varias vueltas a la
tabla de tiempos en su afán por sacar alguna conclusión a unos ensayos en la
que el neerlandés Max Verstappen (Red Bull), líder destacado del Mundial -con
99 puntos de ventaja sobre su compañero, 'Checo' Pérez- acabó undécimo; el
séptuple campeón del mundo inglés Lewis Hamilton, decimosexto; y su compatriota
(y colega en Mercedes) George Russell, último. Eso, después de haber sido el
más veloz en una primera sesión en la que sólo trece pilotos marcaron tiempo.
El ensayo matinal, en el que apenas se rodó, con el piso
mojado por la lluvia, no sirvió para nada, salvo para que algunos se
complicaran la vida, como fue el caso de Sainz y, sobre todo, 'Checo', que se
accidentaron -sin mayores consecuencias-, provocando sendas banderas rojas que
interrumpieron la misma.
Russell, vigésimo al final,
firmó la vuelta rápida del intrascendente primer ensayo, en el que Alonso
-tercero en el campeonato, en una segunda juventud a pocos días de cumplir 42-
marcó el quinto crono y sólo trece llegaron a inscribirse en una tabla de
tiempos en la que no figuraban ni Verstappen, ni Hamilton: plusmarquista
histórico de victorias en la F1.
Sir Lewis logró ocho de sus
103 victorias en la categoría reina en este circuito. Una cifra que nadie
iguala en Hungría, presente en el calendario desde 1986; cuando el país aún
pertenecía al bloque comunista, integrando el ya extinto Pacto de Varsovia.
Russell había mejorado en tres décimas y media al
australiano Oscar Piastri (McLaren), de lejos el mejor debutante de la
temporada y que hubiese merecido el podio hace dos semanas en Silverstone,
donde acabó cuarto. El joven piloto 'aussie' concluyó la jornada penúltimo, en
relación simétrica con su compañero Norris (segundo), por lo que queda por ver
si el avance de McLaren, brillante en Gran Bretaña, es del todo real.
El canadiense Lance Stroll,
nuevo compañero del astro astur, duodécimo al final, había marcado el tercer
tiempo, a un segundo y dos décimas de Russell.
Alonso se había quedado -con
el intermedio, igual que los anteriores-, a un segundo y ocho décimas. En una
sesión interrumpida en dos ocasiones, con bandera roja, a causa de los
accidentes de 'Checo' -en otra jornada gris para el bravo piloto tapatío- y de
Sainz, quinto en el certamen, a 172 del que fuera su primer vecino de garaje en
la F1. Allá por 2015.
'Checo' se accidentó a las primeras de cambio. Tocó la
hierba y perdió el control de su monoplaza entre la cuarta y la quinta de las
14 curvas del circuito de las afueras de Budapest, dañando la parte delantera
izquierda del mismo. Y 'desnudando' de nuevo el fondo del coche, que todo el
mundo ya había podido ver tras su percance en Mónaco.
El accidente de Carlos, que
dañó la rueda trasera izquierda de su Ferrari, provocó otra interrupción -con
bandera roja- de la sesión, aunque ésta fue mucho menor que la anterior. El
madrileño perdió el control de su coche después de la tercera curva, a falta de
quince minutos, cuando sólo habían marcado tiempo tres pilotos.
Tanto 'Checo' como Sainz
salieron a pista en la segunda sesión -ya en seco y en la que, obviamente, se
marcaron las mejores vueltas del día- confirmando que sus averías tuvieron
rápido arreglo.
Alonso, que vuelve -casi 20
años después- al escenario de la primera de sus 32 victorias en la F1, marcó el
octavo crono de la jornada, asimismo con gomas blandas. El doble campeón
mundial asturiano giró 32 veces y se quedó a cuatro décimas de Leclerc.
Mejorando en casi medio segundo a Sainz, que el jueves indicó a Efe durante la
rueda de prensa de la FIA que su deseo es poder "dedicarle un podio o una
victoria" a su recientemente fallecido abuelo el domingo en el
Hungaroring. Donde Fernando apuntará de nuevo a la tan ansiada '33'.
En su regreso a la parrilla,
el australiano Daniel Ricciardo, que sustituye en Alpha Tauri al neerlandés
Nyck De Vries -y que hasta hace unos días era probador de Red Bull- acabó la
jornada con el decimocuarto tiempo. Diez puestos por detrás de su nuevo
compañero, el japonés Yuki Tsunoda; en una jornada que dejó prácticamente todo
en el aire, con una tabla de tiempos realmente extraña.
En espera de aportar algo de
luz a las tinieblas, los entrenamientos libres se completarán este sábado,
horas antes de la calificación que ordenara la carrera del domingo, prevista a
70 vueltas para completar un recorrido de 306,6 kilómetros.
En esta ocasión, la
cronometrada principal se disputará con el formato modificado; ya que se
mantienen las tres rondas eliminatorias (Q1, Q2 y Q3), pero en la primera será
obligatorio rodar con el neumático de compuesto duro; y en la segunda, con el
medio. Antes de afrontar el tercer y decisivo acto -el que decidirá los diez
primeros puestos en parrilla- con las gomas blandas.