EUROPA PRESSMadrid, España
El Papa Francisco ha demandado
que los ancianos y los jóvenes crezcan juntos para construir una sociedad
"fraterna" y ha pedido que las ciudades no se conviertan en
"concentrados" de soledad, al mismo tiempo que ha solicitado a los
políticos que no se olviden de los ancianos.
"Necesitamos una nueva
alianza entre jóvenes y ancianos, para que la linfa de quien tiene a sus
espaldas una larga experiencia de vida irrigue los brotes de esperanza de quien
está creciendo. En este intercambio fecundo aprendemos la
belleza de la vida, construimos una sociedad fraterna, y en la Iglesia
permitimos el encuentro y el diálogo entre la tradición y las novedades del
Espíritu", ha afirmado este domingo asomado a la ventana del Palacio
Apostólico Vaticano, tras terminar la oración mariana.
El Pontífice así lo ha pronunciado ante los fieles, entre
los cuales se encontraban numerosos ancianos, a los que ha dedicado su homilía.
En concreto, se ha referido a la relación entre los jóvenes y los ancianos,
"que hay que cultivar y hacer crecer".
"Estemos atentos, para que nuestras aglomeradas
ciudades no se conviertan en 'concentrados de soledad'. Para que la política,
que está llamada a proveer a las necesidades de los más frágiles, no se olvide
precisamente de los ancianos, dejando que el mercado los relegue a descartes
improductivos. No vaya a suceder que, a fuerza de seguir a toda velocidad los
mitos de la eficiencia y del rendimiento, seamos incapaces de frenar para
acompañar a los que les cuesta seguir el ritmo. Por favor, mezclémonos,
crezcamos juntos", ha sostenido.
El Pontífice ha centrado su
reflexión en tres parábolas que Jesús usa para hablar del Reino de Dios en el
Evangelio del día, que tienen un aspecto en común: el crecer juntos.
"Cuenta historias sencillas, que llegan al corazón de quien lo
escucha". Se trata de un lenguaje, lleno de imágenes, explica, que se
asemeja al que muchas veces usan los abuelos con los nietos y que comunican una
sabiduría importante para la vida", ha comentado.
El Papa ha dirigido su pensamiento a la vida de los
ancianos y abuelos que han realizado ya un "largo trecho"
en el camino de la vida y, al volver la vista atrás, ven tantas cosas hermosas
que han conseguido, pero también "derrotas y errores".
Por último, en la tercera parábola, el Papa Francisco ha citado su Exhortación Apostólica Evangelii gaudium y ha manifestado que el verbo 'mezclar', evoca ese arte que conlleva 'la mística de vivir juntos'.
"La Palabra divina no nos invita a separar, a cerrarnos, a pensar que podemos hacerlo solos, sino a crecer juntos. Escuchémonos, dialoguemos, sostengámonos recíprocamente.
No olvidemos a los abuelos y a los ancianos. Muchas veces, gracias a una caricia suya hemos vuelto a levantarnos, hemos reanudado el camino, nos henos sentido amados, sanados por dentro. Ellos se han sacrificado por nosotros y nosotros no podemos sacarlos de la agenda de nuestras prioridades. Crezcamos juntos, vayamos adelante juntos. El Señor bendecirá nuestro camino", ha indicado.