Victor Wembanyama llega al Barclays Center antes del draft de baloncesto de
la NBA, el jueves 22 de junio de 2023 en Nueva York. (Foto AP/John Minchillo)JOHN MINCHILLO / AP
AGENCIA AFP
"Medía como yo, 1,70 metros,
cuando tenía unos ocho años". Es poco decir que el fenómeno francés Victor
Wembanyama, elegido este jueves número uno del Draft de NBA, impresionó
siempre por su altura y su talento, especialmente a sus primeros entrenadores.
Hace dos años, cuando el prodigio
comenzaba a hacerse un hueco en el básquet francés, Emanuel Saravas
explicó a la AFP los inicios de 'Wemby'.
"Cuando tenía cinco años todo el mundo pensaba que
tenía 10", señalaba su antiguo entrenador en Le Chesnay-Versalles.
En esta comunidad acomodada de Yvelines, en las afueras de
París, el pequeño Victor, ahora de 19 años, comenzó a tocar la pelota naranja.
"No dudábamos sobre que
iba a tener un cuerpo para jugar al básquet de alto nivel: su madre mide 1,91
metros y su padre 2,05", añadía Saravas, mostrando unas zapatillas
antiguas de su jugador, talla 53, de cuando tenía 15 años.
Sobre todo, más allá de la
talla, los dos padres son apasionados
del deporte: la madre fue jugadora, entrena en Chesnay-Versalles y
vigiló de cerca los inicios de su hijo, mientras que el padre, exatleta, es
preparador físico.
Una familia deportiva que recuerda a la de compatriotas
como Tony Parker o Boris Diaw, antiguas figuras de los San Antonio Spurs, la
misma franquicia en la que, en un guiño del destino, aterrizará Wembanyama.
"A menudo los hijos de entrenadores que pasan su
tiempo en el pabellón tienen algo más, se
entrenan más que los otros, siempre tienen el balón en las manos",
resumía Saravas.
"Cuando Elodie, su madre,
entrenaba, veíamos a los tres niños cerca, siempre impregnados del
básquet", añadió.
Porque Victor no está solo: su hermana mayor, Eve, juega en
el Mónaco tras haber pasado también como él por el Asvel la temporada pasada,
donde juega el pequeño de la familia, Oscar, que inicialmente había comenzado
en el balonmano.
- Fan
de Parker y San Antonio -
'Wemby' es un gran aficionado
al dibujo y excelente estudiante, terminando el bachillerato con mención
especial y un año antes de la edad habitual.
"Estábamos
muy sorprendidos por su nivel de motricidad, hacía cosas increíbles
para un niño de su edad", relataba Saravas.
"Lo que es alucinante de
su juego es que es capaz de driblar, de tirar, de pasar la bola, de
correr...", detallaba su exentrenador, que lo compara con Dirk Nowitzki,
el alemán de 2,13 metros que lideró los Dallas Mavericks en la NBA durante dos
décadas.
"Puede
subir la bola, puede jugar como ala-pívot, incluso de alero. Es un jugador
aparte, puede hacerlo todo", lo describe Michael Bur,
uno de sus entrenadores en Nanterre, que considera un error resumir a 'Wemby' a
su altura (2,24 m).
El superdotado llegó a
Nanterre con diez años, antes de integrar el centro de formación del club
cuatro años después, cuando empezó a quemar etapas a gran velocidad.
Debutó
como profesional en una competición europea con 15 años. Entonces
ya soñaba con emular a su ídolo Tony Parker, el base que ganó cuatro anillos
con los Spurs (2003, 2004, 2007 y 2014).
"Mis primeros recuerdos
de ver a los Spurs fueron en las Finales de 2014", recordó 'Wemby' este
jueves durante la ceremonia del Draft. "Yo era un aficionado de Tony
Parker, seguro. Supongo que eso también me hizo fan de los Spurs".
-
Incógnitas físicas -
Espectacular en el Mundial
sub-19, en julio de 2019, el pívot debió contentarse con la medalla de plata,
batido por Estados Unidos en la final.
En la
temporada 2021-2022 se vio lastrado por las lesiones, pero
se proclamó campeón de Francia con el Asvel, para fichar a continuación por los
Metropolitans 92.
Esta temporada ha sido la de
su confirmación, convirtiéndose en una sensación tanto en Europa como en
Estados Unidos, donde se han seguido con gran interés sus partidos, convencidos
de que será el próximo jugador dominante de la NBA.
Ante la prensa tiene un gran
dominio y, sin haber vivido en Estados Unidos, muestra
en las entrevistas su buen nivel de inglés.
La gran preocupación de su
adaptación a la NBA será su físico. A pesar de que ha ensanchado, sigue estando
delgado y deberá ganar músculo para poder pelear en la NBA.
Sus antiguos entrenadores no se preocupan por esto. "Victor no se puede convertir en 'Conan el Bárbaro', debe reforzarse para encajar los choques pero sin ponerse cuadrado", resume Philippe Sudre, responsable del centro de formación de los Metropolitans 92.