El
contraalmirante John Mauger, comandante del Primer Distrito de la Guardia
Costera, al centro, habla con la prensa el jueves 22 de junio de 2023, en la
Base Boston de la Guardia Costera, en Boston.(AP
FOTO/STEVEN SENNE)
AGENCIA AFPLos Ángeles, EE.UU.
Los rescatistas que buscaron el
pequeño sumergible que desapareció en el océano Atlántico cuando se dirigía a
visitar los restos del Titanic se enfrentaron a una tarea gigantesca que puso a
prueba los límites del conocimiento técnico, afirman expertos.
Equipos internacionales trabajaron
contra reloj para localizar la embarcación con cinco personas antes de que
se acabara el oxígeno en menos de dos días.
Pero barrer un área oceánica de
20,000 km2 con profundidades de cerca de cuatro kilómetros no era fácil.
MUY OSCURO Y FRÍO
“Está muy oscuro ahí abajo. Hace
mucho frío. El lecho marino es barro y está ondulado. No puedes verte
la mano delante de la cara”, dijo el experto sobre el Titanic, Tim Maltin,
en declaraciones a NBC News Now.
“Realmente se asemeja un poco a ser
un astronauta en una misión hacia el espacio”.
OceranGate Expedición, la empresa a cargo del sumergible Titán, cobra
250,000 dólares por puesto en sus excursiones hacia el famoso
naufragio.
La embarcación llevaba a bordo tres turistas cuando
desapareció el domingo: el multimillonario británico Hamish Harding, el
empresario paquistaní Shahzada Dawood y su hijo Suleman.
También iban a bordo Stockton
Rush, director ejecutivo de la compañía, y el operador de submarinos francés
Paul-Henri Nargeolet, apodado de “Señor
Titanic” por sus frecuentes expediciones hacia los restos del barco.
Jamie Frederick, capitán del
servicio de Guardacostas estadounidense, informó a los medios de comunicación
el martes que la agencia coordinaba la misión de búsqueda y rescate.
Pero agregó que era increíblemente
difícil, y una operación mucho más ambiciosa de lo que la guardia costera
usualmente hace.
“El servicio de Guardacostas de
Estados Unidos asumió el rol de coordinar la misión de búsqueda y rescate,
pero no tenemos la experiencia necesaria y el equipo requerido en una operación
de esta magnitud”, dijo.
“Es un esfuerzo complejo de
búsqueda que requiere el trabajo de múltiples agencias con experiencia en el
área y equipo especializado”.
Explicó que los rescatistas
estuvieron usando diversos métodos a medida que peinaban la vasta área en busca
del Titán, de 6.5 metros de longitud, que perdió contacto con su buque madre
horas después de sumergirse en las inmediaciones del lugar donde están los
restos del Titanic.
“Los esfuerzos de búsqueda se
centraron tanto en la superficie con aviones C-130 que buscan a simple vista y
con radar, como en la subsuperficie con aviones P3, con los que se pudo lanzar
y monitorizar boyas sonar”, dijo Frederick.
VEHÍCULO A CONTROL REMOTO
La búsqueda se vio
reforzada el martes por un enorme buque que
cuenta con un vehículo operado por control remoto (ROV) que esperaban poder
desplegar en la última posición conocida del Titan.
El investigador Jules Jaffe, quien
formó parte del equipo que desarrolló el sistema óptico usado para encontrar el
Titanic en 1985 dijo que los rescatistas debieron buscar en tres
lugares.
“[El Titán] está en el lecho
marino, en algún lugar de la columna de agua o en la superficie”, dijo a ABC10
en San Diego, California.
“Podría estar en la
columna de agua. Creo que es lo más probable”.
“Para encontrarlo hay que usar el
tipo de sonares que usamos para mapear el lecho marino”, que de acuerdo con él
mostraría la embarcación como un reflejo brillante.
DIFÍCIL DETECTARLO
Jamie Pringle, profesor de ciencias
geográficas forenses en la Universidad británica de Keele, dijo que si el
submarino se hubiera asentado en el fondo del océano, podría ser muy difícil de
detectar.
"El fondo del
océano no es plano, hay un montón de colinas y cañones", dijo Pringle a NBC.
La enorme presión a cuatro
kilómetros de profundidad, unas 400 veces superior a lo que es en la
superficie, dificulta el desafío en este complicado paisaje marino.
Una presión de tal fuerza ejerce
una enorme carga en el equipo, y no hay muchas embarcaciones de
fabricación humana que puedan aguantar en esas profundidades.
Los submarinos nucleares, como los utilizados por agencias militares, generalmente operan a unos 300 metros de profundidad, de acuerdo con el Instituto Oceanográfico Woods Hole.