Migrantes
cruzan una barrera de alambre de púas en la frontera entre Estados Unidos y
México, vistos desde Ciudad Juárez, México, el jueves 11 de mayo de 2023CHRISTIAN CHAVEZ / AP
AGENCIA EFEMiami, EEUU
Más de un millar de personas, la mayoría familias
latinas con niños, participaron este sábado en una marcha en rechazo a la ley
de migración que entrará en vigor en julio próximo en Florida, cuyo promotor es
el gobernador Ron DeSantis, quien aspira a competir por la Casa Blanca en 2024.
La "marcha de la unidad" recorrió las
calles del centro de Homestead, una ciudad del sur
de Florida situada a unos 60 kilómetros de Miami y con una importante comunidad
de trabajadores agrarios centroamericanos y mexicanos.
En
una de las etapas, los manifestantes se concentraron en una plaza frente a la
sede del Gobierno municipal con carteles con leyendas como "Nuestra
economía depende de los inmigrantes", "Soy un trabajador, no un
delincuente" y "Producimos para la riqueza de este país".
Allí
hablaron líderes comunitarios y representantes de confesiones
religiosas en defensa de la "dignidad de los migrantes", y para
explicar el alcance de la ley SB1718 y los riesgos que entraña para los
inmigrantes indocumentados de Florida.
Según diversas fuentes, hay alrededor de
800.000 indocumentados en un estado de 21,5 millones de habitantes.
"Queremos que se haga visible la
resistencia de la comunidad a la ley SB1718, independientemente de que sea
cuestionada en la justicia y en ámbitos políticos", dijo Oscar Londoño, de
We Count! (Nosotros contamos), la organización convocante.
La
nueva ley no solo castiga a las empresas que den trabajo a indocumentados con
fuertes multas, sino a los familiares u otras personas que los ayuden, no
reconoce las licencias para manejar vehículos emitidas por estados más
benevolentes y obliga a los centros médicos a preguntar por el estatus
migratorio de un paciente para que quede registrado.
Organizaciones
pro inmigrantes y el Partido Demócrata de Florida han criticado la ley, una de
la más duras del país, no solo por los sufrimientos que acarrea a los
indocumentados de Florida, sino por los
efectos para la economía del estado y especialmente la agricultura, el turismo
y la construcción.
"Ya estamos escuchando de gente que ha
decidido irse o está planificando hacerlo por miedo a ser detenidos y
deportados y perder todo lo que han construido aquí. También los empleadores
están bien preocupados, porque están perdiendo a sus empleados", señaló
Londoño.
DeSantis,
quien inscribió oficialmente esta semana su candidatura para las primarias en
las que se elegirá al candidato a la Casa Blanca del Partido Republicano en
2024, ha dejado claro en sus primeras entrevistas como aspirante que va a hacer
de la inmigración el caballo de batalla de su campaña.