El
presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a la izquierda, y el presidente de
Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, finalizan una conferencia de prensa en el
palacio de Planalto en Brasilia, ayer.(AP FOTO/GUSTAVO
MORENO)
AGENCIA AFPBrasilia, Brasil
El presidente de Brasil, Luiz
Inácio Lula da Silva, recibió ayer lunes con honores en Brasilia a su par
venezolano, Nicolás Maduro, y juntos anunciaron el inicio de una "nueva
época" en la relación entre sus países y a nivel regional.
"Venezuela siempre ha sido
un socio excepcional para Brasil. Pero debido a las contingencias políticas y a
los equívocos, el presidente Maduro pasó ocho años sin venir a Brasil",
dijo Lula en una rueda de prensa después de una reunión en el palacio de
Planalto, sede de la presidencia.
Maduro, que había visitado Brasil por última vez en 2015,
llegó el domingo a la capital brasileña para participar de una reunión hoy
martes junto a los demás gobernantes de Suramérica, convocada por Lula.
"Es el inicio del regreso
de Maduro" al plano regional, y el encuentro con los demás líderes será
"la vuelta de la integración de América del Sur", añadió Lula,
definiendo el momento de "histórico".
"NUEVAS RELACIONES"
"Hoy se abre una nueva
época en las relaciones entre nuestros países", dijo a su lado el líder
venezolano.
"Venezuela está preparada
para que retomemos las relaciones virtuosas con los inversionistas y
empresarios brasileños", añadió Maduro.
Lula, que regresó al poder en
enero para un tercer mandato, retomó los lazos diplomáticos con el gobierno de
Maduro, que había sido desconocido por el exmandatario ultraderechista Jair
Bolsonaro (2019-2022).
"Compañero Maduro, usted
sabe la narrativa que se construyó contra Venezuela: la de la antidemocracia,
del autoritarismo. Cabe a Venezuela mostrar su (propia) narrativa, para que las
personas puedan efectivamente cambiar de opinión", defendió Lula.
Brasil y Venezuela buscan
"rescatar la cooperación" en sectores como "energía, medio
ambiente, agricultura e industria", informó Planalto.
REUNIÓN PRIVADA
Los líderes mantuvieron primero
una reunión privada, y luego un encuentro con algunos de sus ministros y las
dos primeras damas, Janja Lula da Silva y Cilia Flores de Maduro.
Por la tarde participaron en un
almuerzo en la sede de la cancillería, el Palacio de Itamaraty.
CRÍTICAS A GUAIDÓ
Brasil y Venezuela rompieron
relaciones en 2019 cuando el gobierno de Jair Bolsonaro reconoció al opositor
Juan Guaidó como presidente encargado.
Lula anunció el regreso de una
relación "plena" con la administración de Maduro, dijo que las
sanciones internacionales contra Venezuela son "inexplicables" y
criticó la postura de los países europeos y de Estados Unidos de apoyar a
Guaidó.
"¿Cómo un continente que
consiguió ejercer la democracia de forma tan plena como cuando creó la Unión
Europea, podía aceptar la idea de que un impostor fuese presidente (solo)
porque no les gustaba el presidente que fue electo?", afirmó Lula.
"Espero que nunca más en la
historia de Brasil tengamos que romper una relación por ignorancia",
añadió.
Maduro, en el poder desde 2013,
culpa a los bloqueos internacionales de la crisis económica que vive la
alicaída potencia petrolera.
La oposición denuncia fraude en
las presidenciales de 2018 y falta de garantías para participar en los comicios
del próximo año.
Lula convocó a los gobernantes
de Suramérica para una reunión el martes que definió de "retiro" y en
la que se buscará reactivar la integración de una región con quiebres
ideológicos y crisis internas.
Con la excepción de la
presidenta peruana, Dina Boluarte, todos los mandatarios, una decena,
confirmaron asistencia a la primera reunión regional de máximo nivel en casi
una década.
Sin una agenda preestablecida y
con un formato reducido -en la sala solo estarán los mandatarios, sus
cancilleres y algunos asesores-, la idea del encuentro propuesto por Lula es
que los países puedan discutir con franqueza los problemas comunes.
Entre los objetivos está el de acordar una agenda de cooperación en temas como salud, infraestructura, energía, medioambiente y combate del crimen organizado; y encontrar un camino para un nuevo mecanismo de integración suramericana.